Eso debió pensar Scorsese al ver esta peliculilla y decidir versionarla. Y es que original y remake son los dos extremos de una misma cuerda. Unos preferirán el exceso y otros la carencia. Yo lo tengo claro.

-DiCaprio no es Marlon Brando. Obvio. Andy Lau tampoco lo es. Ni Tony Leung ni ninguno de los que aparecen aquí.

-"Infiltrados" dura casi tres horas que parecen una. "Infernal Affairs" dura casi dos que parecen cuatro.

-Nicholson está desatado, delirante, se sabe el rey del mambo y lo disfruta... pero es que cuando Jack disfruta yo también. Es de los poquitos a los que le tolero los desmanes y sobradas que se marca de cuando en cuando. Es lo que tiene ser un grande, uno capaz de marcarme la infancia con pesadillas sobre hachas y nevadas.

Sé que la comparación es cruel pero es inevitable: cuando Jack se ríe me acojono. Cuando Eric Tsang (su homólogo en la original) se ríe… me río con él. Pero por el amor de Dios, con esa cara de buenazo, ese pelo rubio pollo y esa risita de teletubbie ¿cómo pretende que le tomemos en serio? El director de casting seguro que no era el más listo de su clase.

-Todos los errores del remake los tiene la original (sobrecitos y tonterías varias).

-El final americano es una chapuza. El final hongkonés es una chapuza, pero más corta.

-A los 20 minutos estuve a puntito de darme el cambiazo, quitarme esta cosa insulsa y volver a ver "Infiltrados".

Concluyendo: que me quedo, sin dudarlo, con las ratas de Scorsese, con su ritmo vertiginoso, con su triángulo regulero, su música molona, con Jack -por supuesto, siempre Jack- y con su birria de final antes que con esta pandilla de infiltlados descafeinados. No hay color.

Y yo como no lo soy me ha parecido un soberano tostón. Me encapriché por verla. Muy mal hecho. Me dormí tres veces. He conseguido acabarla no sin hacer un gran esfuerzo. Lo único vistoso es el trabajo de James Franco. El resto es horrible: dirección, ambientación, guión, música... Cualquier peli de sábado por la tarde le da cien vueltas a esto.

Aviso a los fans de Dean: Después de verla se os caerá el mito. El que se suponía un incomprendido víctima de sus circunstancias, un rebelde con un magnetismo arrollador y no sé cuantas cosas más... queda como un insufrible, caprichoso, llorica y estúpido niñato. Puede que eso es lo que fuera realmente, o puede que no.

No sé como se puede hacer una película tan lamentable con un actor solvente y una historia interesante. ¿Que el director es el mismo que el de "Intersection"? Ah vale, entonces ya lo entiendo.

Esto no es una película. Es un teatrillo de patio de colegio. Nada es mínimamente creíble. Nada tiene gracia. Nada tiene interés. El guión lo debieron escribir un domingo entre caña y caña.

El que le dijo a María Esteve que lo suyo era la interpretación, por Dios que le confiese de una vez que aquel día estaba de coña y ya de paso que le recite a Tejero el refrán aquel de "Lo poco agrada y lo mucho cansa". ¡Que pesadez de tío!

¿Humor español? Pues yo debo ser finlandesa o austriaca porque no le encuentro la gracia por ningún lado. Un partido entre el Atlético de Bembibre y La Bañeza F.C. de 3ª Regional es mucho más entretenido, más gracioso, y por supuesto mucho más emocionante que esta castaña.

¿Un documental sobre el presente y el futuro del planeta?
¿Un avance de la campaña electoral demócrata?
¿Partes de un futuro telefilme sobre la vida del bueno de Gore?
Pues un poquito de todo, señores. No estoy de acuerdo con todas esas críticas que "animan" a obviar todos los defectos de la cinta simplemente por el fondo o el mensaje. Cada uno es libre de valorar como le plazca y yo valoro el conjunto, fondo y forma.

Es un simplismo decir que por el hecho de que el protagonista o narrador sea Albert Gore esto es un panfleto político. No lo es. Pero no es cierto que este documental esté libre de partidismo. Todos sabemos que Gore es un tipo muchísimo más inteligente, carismatico, culto, y capaz que aquel que le robó la presidencia en el año 2000. Cuando digo todos, me refiero a todos los de este lado del charco, porque allí parece que no se enteran. Vaya usted a saber porqué. Pero la cinta no va de eso, o sí?

Así que Sr. Guggenheim ¿A qué vienen las imágenes (estilo intermedio publicitario) del Gore hijo, del Gore como padre doliente, del Gore nieto, del Gore político comprometido y responsable? ¿A qué vienen las imágenes de las elecciones y el recuento de las famosas papeletas mariposa? ¿A qué viene mencionar que todo se resolvió en los tribunales? Pues eso, que no me mezclen churras con merinas. Y ya de hacerlo, un poquito menos descarado por favor.

No sobra, en absoluto, la parte del hombre concienciado, que conoce el tema de primera mano, que se involucra, trabaja y lucha para que su mensaje sea escuchado. Además es un excelente conferenciante. Y ahí reside la mayor virtud de esta película, su sencillez, su claridad y su valor divulgativo. Y que es una verdad abrumadora. Otro punto a favor que la hace valiente y honesta es el reconocimiento, en palabras de Gore, de que la gran culpa es de los americanos.

El resto lo dice el slogan: "De lejos la película más aterradora que verás jamás". Amén.

Hay películas y series que cuando las ves de niño te parecen una maravilla y cuando las vuelves a ver años después descubres que en realidad son un truño. Y hay series que te parecían basura y de adulto descubres que tenías razón pero que te quedabas corto y en realidad son basura y media, eso es lo que me pasa a mí con Pipi. Nunca, ni siquiera con el cerebro a medio desarrollar, pude soportar a esta tiparraca. Es una chiflada repelente, pedante, insoportable y caprichosa que hace estupideces; y sus amigos que son tontos del culo le ríen todas las gracias poniendo cara de embobados. Encima era aburridísima. ¿Cómo le puede gustar esto a alguien?

Pues sí, le puede gustar a alguien, inexplicablemente a mi madre le parecía graciosa y por eso me la tenía que tragar, debió pensar que a base de insistir nos acabaría gustando, pues no. Cada vez que sonaba la dichosa cancioncita (¿Pipilota para los niños soy?) mi hermano y yo deseábamos con todas nuestras fuerzas que Pipi, su caballo, su mono, sus zapatones y sus trenzas se fueran a tomar por saco.

*El título es broma, nunca condenaría a mis futuros hijos por muy mal que se portasen a aguantar a Pesadilla Calzaslargas.