Encontrar películas de acción inteligentes y, a la vez, con ritmo, es algo realmente difícil. "El ultimatum de Bourne" proporciona ambas cosas. Por una parte, desarrolla una trama creíble que engancha, con unos personajes que parecen sacados de un telediario actual, pero con la ventaja del estudio y no de la fugacidad por la inmediatez.

Da miedo el bushiano ("acabará cuando ganemos") David Strathairn, que está francamente bien en su papel de inquisidor. Julia Stiles le apoya magníficamente y, por si fuera poco, Matt Damon no sale con cara de disminuido mental, como es lo habitual.

A nivel narrativo no es una maravilla, y hay que decir que en parte no da lo que promete. El pasado del agente secreto protagonista se define, pero sin meterse lo suficiente en él como para poder alargar esto diez películas más o las que hagan falta.

Es de suponer que habrá una cuarta parte en la que Bourne nos seguirá recordando quién es, cuando habría sido mejor, en opinión de un servidor, dejarlo zanjado ya en ésta. Eso sí, que quede claro, estoy totalmente a favor de realizar una saga a partir del personaje, con la jefa Julia Stiles dándole misiones al estilo de M en las pelis de James Bond. Damon y Craig son dos apuestas seguras para el futuro cine de espías y habrá que explotarlos mientras se pueda.

Lo del ritmo ya es la leche. Todo fallo secundario que le puede achacar a la trama queda totalmente solapado por el magistral tratamiento de éste. Bourne se acerca con esta película al sobresaliente. Un deseo, démosle una cuarta oportunidad para que lo logre. Greengrass, chapeau.

Tener un muerto en la nevera no es algo que pase todos los días. Si además haces con él carne picada y obtienes un éxito enorme vendiéndola, el asunto se hace aún más sombrío y extraño ¡Pero qué leches, aprovechemos que estamos en racha, nos cargamos a unos cuantos vecinos más y nos hacemos ricos!

No sé si soy yo, que no cojo la crítica de "El carnicero verde". Puede que haya un mensaje oculto tras tanto filete troceado, pero a mí esto me parece más una salchicha mala que un bistec de alta cocina.

Sin ser una película maravillosa, al menos podrían haber intentado hacer un producto entretenido. De nuevo, o el humor danés se me escapa o el filme tiene más bien poca gracia. Además, está rodado de forma tan academicista que no destaca en nada (Jean-Pierre Jeunet no se lució mucho con su Delicatessen, pero al menos su curiosa impronta la convirtió en una propuesta interesante).

En este caso, indiferencia.

Lo más destacable de esta curiosa película es un guión con una estructura narrativa innovadora. Las piezas de este macabro thriller nada convencional no se colocan para que encajen y al final formen una imagen.

Vanderbilt está más bien interesado en jugar al Jenga, dejándonos ver piezas del misterio, una a una, a la vez que las apila en una gran torre que termina por derrumbarse. Entonces, vuelta a empezar desde otro punto de vista, porque si por una cosa se caracteriza este filme, es por eso, por su multiperspectivismo.

Un multiperspectivismo apoyado en unos personajes mágicos, construidos a través de un perfecto diálogo. Los actores que los encarnan están todos que se salen. Especial mención a Robert Downey Jr. y Mark Ruffalo.

Por último, quisiera desmentir la arraigada opinión en la crítica de que la manera de filmar de Fincher es academicista y sobria. Si bien estamos muy lejos de las habituales propuestas posmodernistas del director, algunas técnicas publicitarias, la auto-referencia y algunos planos imposibles como los cenitales de los coches en plan GTA me hacen sostener que la gran mayoría de la crítica se equivoca al dar tales calificativos.

No obstante, que no se diga que no admiro cómo está rodada esta película. Todo esto, más un montaje y una fotografía excelentes convierten a Zodiac en un filme denso y obsesivo que se perfila como una de las grandes apuestas cinematográficas del 2007.

¿Que os podéis esperar del Cofre del Muerto? Dicho de forma simple: mucho más; sin que esto tenga que ser forzosamente positivo.
Me explico. La peli explota las virtudes de la original, pero no para también de joderla con sus fallos. Este filme es mucho más cansino por lo repetitivos que son los chistes, el abuso de efectos especiales, una historia muy previsible y con muchos giros sin sentido y una duración excesiva.
Por ejemplo, el padre de Elizabeth vuelve a romper un candelabro como se hacia en la primera, Sparrow repite sabe dios cuantas veces lo de “por qué no hay ron” y ahora hay un pirata al que se le cae la cabeza con bastante facilidad en vez del ojo.
No obstante, hay momentos de histeria como cuando Sparrow huye de la isla de los caníbales. En realidad, esa es la gran virtud de la película: combinar con destreza humor con acción. El resultado es una peli de aventuras no muy brillante, pero entretenida.
Otro de los puntos fuertes a destacar es la buena fusión entre el género fantástico y el de piratas. Davie Jones, el capitán pulpo que recorre los mares en busca de almas, es un puntazo tanto a nivel de efectos como de carácter, llegando a igualar en carisma al mismísimo Barbosa, mi personaje preferido en la primera parte (si es que me van los chicos malos).
Entre los miembros de su tripulación, mucha originalidad visual y alguna sorpresa básica para el desarrollo de la historia, con la incorporación de un nuevo aliado a la causa de Turner, que esta vez va en busca de Jack para salvar a su prometida de la horca.
Por ultimo, una curiosidad. Piratas es tanto un plagio como un homenaje. A veces parece una cosa y otras otra. La influencia del videojuego Monkey Island es evidente. Solo hace falta ver con qué rema Sparrow para llegar hasta la Perla Negra al principio de la peli, o la introducción de “la señora del vudú” para darse cuenta de que Guybrush vive en la película a través de los protagonistas y Lechuck a través de los antagonistas ¿Y que me dices de la señora del vudú, en medio de un pantano y que les dice a los héroes lo que hay que hacer? ¿A alguien le suena? En fin, atmósfera Monkey total.
¿Dónde esta el Cofre del Muerto? Creo que ya he visto antes esa isla ¿No será la de La isla del tesoro? Tortuga es igualita al lugar donde también se reclutan piratas y te tiras a prostitutas en La isla de las cabezas cortadas. ¡Eh, esos caníbales corren como los de 20000 leguas de viaje submarino! Sin duda, la película a la que más rinde homenaje esta entrega. La primera aparición del Kraken guarda muchas similitudes con el primer impacto del Nautilus (aunque esta segunda escena le da mil vueltas a la nueva) y el órgano de Davie Jones no es más que el del capitán Nemo (aquí Jones toca mejor porque tiene más brazos y el órgano tiene una estética mas trabajada acorde con su personaje, así que empate).
En fin, resultona.

Estas son las tres referencias que ha tomado Boyle para hacer la película y se nota. Mientras la primera hora nos introduce en la soledad del espacio como pocas hacen al más puro estilo Kubrick, los últimos cuarenta minutos adoptan un esquema más parecido al de la peli de Scott. Eso sí, no veo mucho de Solaris aquí, más que la palabra "sol" en el título.

Sea como sea, el director de Trainspotting muestra sus habilidades para crear suspense y angustia, así como su control del tempo cinematográfico. Sólo hay dos elementos a este respecto que fastidian un poco el conjunto.

El primero es un problema con el ritmo sobre el minuto 50, algo que se soluciona con la inminente y apabullante llegada del segundo nudo de trama cinco minutos después. El segundo es la presencia de un tripulante inesperado que, si bien sorprende al principio, resta magnitud épica al clímax.

A nivel técnico, Sunshine es impecable. Su montaje y su fotografía son especialmente envidiables. Los actores no están mal y entretiene en todo momento ¿Qué más se puede pedir?