Los protagonistas salen de la casa armados hasta los dientes decididos a equilibrar la justicia a cámara superlenta. Topicazo. Shuster no lo hubiera definido mejor: "No hace falta decir nada más".

Producción que en sus interiores se cree lo que no puede llegar a ser en pantalla. Es rutilantemente mediocre. El guion solo se soporta si haces abstracción de docenas de detalles. Pero si lo analizas -- no vale la pena perder el tiempo intentándolo -- encajarán muy pocas piezas. Y la que encajan lo hacen de aquella forma tan sutil que se reduce a la casualidad.

Intenta ser efectista y es hasta un tanto ridícula. Solo hace falta decir que el protagonista podría haber desaparecido a mitad de la película y nadie lo hubiera echado de menos. Él mismo se introduce en la función para recuperar un papel que nadie le pide.

Es como si te pusieras a hacer la cena y en lugar de prepararte una comida caliente bien aderezada y condimentada con productos de la "tierra", abrieras la nevera y fueras cogiendo los sobrantes que hubieran desperdigados por los estantes, fríos, edulcorados, sintetizados, con toda clase de estabilizantes.

Así es esta película. Y para colmo, los malos-malos, resulta que pueden actuar con impunidad porque están protegidos por no se que argumento "legaloide" que se sacan de la manga porque sí.

Está basada en una novela. Supongo que esta debe ser mucho mejor.

Richard Gere ya me produce grima solo de oír su nombre, eso lo confieso. No puedo, no lo resisto, y eso que en "Sin aliento" me lo llegue a creer por unos momentos.
Pero encontrarse con esos melodramas prefabricados con total procacidad y impunidad, casi de manera obscena, y con un sentido del sentimentalismo cercano al objetivo de la pornografía, eso debería ser hasta delictivo.
Tiene su público, lo sé, y sé que les complace llorar con dramas apoteósicos tan febrilmente diseñados que podrían entrar en el dominio de la ciencia ficción.
Por qué la vi?
Porqué después mi pareja necesita ser consolada de tanto dramatismo. Y yo, de paso, comienzo el proceso del olvido. Aunque en esta ocasión creo que costará un poco más.

Personajes con cargas dramáticas sobre sus espaldas viviendo lentamente en las estepas amazónicas. Poco sabemos de ellos y poco acabaremos sabiendo. Solo que un dolor les acongoja. Solo que acabarán perdiendo. El que tiene, lo poco que tiene. El que no tiene nada, su paz, porque el progreso les amenaza. La soja. Los cultivos intensivos que destruyen ecosistemas y formas de entender la vida. La gente mayor se resigna. El joven se rebela, a su manera, una manera frustrada de antemano. Pegando tiros a los coches. Disparos inútiles.

El ritmo exasperadamente mortecino de la cinta es obligado, un componente básico de la trama. Lo único que avanza rápido es el automóvil por la carretera de tierra. Polvo detrás suyo. El ritmo mortecino de la cinta puede acabar con la paciencia de más de uno. Però considero que la película no se podía filmar de otra manera. La lentitud es protagonista secundaria, acompaña el dolor de los personajes.

Esta clase de películas, valientes, llenas de simbolismos apenas sugeridos, tiene un mercado muy reducido. Y puedo llegar a entenderlo. Festivales y poco más. Aun así, cogidas en su momento, con el talante propicio, pueden llegar a dejarte un regusto agridulce satisfactorio en la boca.

Otro episodio sobre la dramáticos años de la persecución del pueblo judío por los nazis. Últimament abundan las cintas que tratan los relativos a Francia. Estaban arrinconados pero van saliendo a la luz. La directora no esconde que es memoria de su família. Le acaeció a su abuela, si mal no recuerdo.

Por otra parte la película es bien plana. El guión va directo al grano y no pretende ir más allá. Salvar a los niños. Todo queda constreñido en este punto. El principio pictórico de salvaguarda de obras de arte en el castillo, que tanto prometía a mi entender, pronto desaparece. Los niños se convierten en centro neurálgico de la cinta. Para bien y para mal.

Para bien si eres de temperamento sentimentaloide y te gusta que te intenten emocionar cada diez minutos con versiones variadas de la versatilidad infantil. Juegos, inocencia, dudas, lloros, peligros, despuntes amorosos, fraternidades, fantasías, risas frescas, bellas escenas de naturaleza intermediando. Algunos de estos momentos son tan forzados que cuestan de asimilar en frio. Al menos eso me paso a mi.

Para mal si buscas algo más.

Glu está bien rodada, y bien interpretada, y tiene buenas intenciones, y una amazona bellísima que se lleva unos primeros planos turbadores.
Pero Glu falla allí por donde se resienten muchas producciones actuales que se debaten frente a frente con el guion.
Para dejar clavado al espectador en el sofá tienen que complicar hasta lo indecible la trama, y acaban por no saber ni como resolverla. Solución immediata y más fácil: dejar pistas inverosímiles y absurdas por donde hilvanar la historia.

Florecitas que antes pisaste en un tubo de escape
Pequeños collares que se caen en el momento oportuno.
Visualizaciones casuales.
Cámaras de video... las omnipresentes y salvíficas cámaras de grabación que siempre estan allí donde se necesitan.
etc...etc...

Si tu no eres capaz, el destino te lo facilita.

Glu es agradable. Se envuelve en diversos celofanes que encierran un apetitoso caramelo..
si no eres muy exigente con el guion.