Preciosa película de dibujos animados que en gran parte sitúa su argumento sobre los majestuosos altiplanos o mesetas venezolanas, llamadas por los indígenas pobladores del lugar como tepuyes. Estos son imponentes relieves tabulares, de paredes verticales o escalonadas, con cimas planas y amplias donde los realizadores de este filme ponen a un viejo y a un niño exploradores con una casa a cuestas la cual intentarán instalar allí, sobre aquella naturaleza de enorme belleza y aire oxigenado.

Las aventuras del viejo y del niño están garantizadas. Bonita película, muy recomendable tanto para pequeños como para adultos.

Salvo la ciudad-decorado, utilizada en la película como ciudad de los simios, la cual es verdaderamente limitada, casi teatral y nunca da sensación de ciudad sino de pequeño y pobre foro de cartón piedra, el resto del filme, con la historia que cuenta, el desarrollo en general y el asombroso e inesperado final, es una obra de ritmo absorbente, extraordinario e inolvidable. Y el final, sin duda, de los mejores, más sorprendentes e inteligentes finales que se han realizado en la Hª del cine.

Relevante película que elevó mucho el prestigio de la Ciencia Ficción y hasta dio lugar a toda una serie de televisión sobre el mismo tema, debido al impacto y deseo de más que dejó en los espectadores la película de Franklin J. Schaffner.

Se ve bien. Es una película de persecución; de asesinos que se contratan para disparar a distancia a personas de poder o importancia; de día de campo o senderismo aventurero.

Me ha gustado Morgan Freeman en su papel variante de "Chacal" y John Cusack en su papel de ex policía que sale un día con su hijo a pasar un día tranquilo de campo y resulta que se encuentran con aventuras inesperadas, de enorme peligro pero de las que unen para siempre por lo mucho que entrañan.

Una película más que aceptable, con tensión, emociones y sorpresas, donde algún malo no es tan malo y algunos buenos no son tan buenos.

Película notable, dramática, con esa estructura de contar historia mezclando escenas de pasado, de futuro y de presente, que suele ser una característica del también director, Alejandro González Iñárritu, en la mayoría de sus películas, véase por ejemplo: "Amores perros", "21 gramos" o "Babel".

Así pues la historia que nos cuenta Guillermo Arriaga aquí, en "Lejos de la tierra quemada", a semejanza de las que nos cuenta Alejandro González Iñárritu, es una ensalada de capítulos que van de tiempo adelantado, a tiempo atrás, a tiempo presente; pero todo bien encajado de modo que no se hace difícil de comprender ni seguir.

Trata de la vida de varias personas, de unos amantes que cometen adulterio en sus respectivos matrimonios, de los hijos de éstos, e incluso de la tercera generación.

Película de gran realización y digna de verse.

El viaje hacia el pasado es inevitable en el ser humano, porque el pasado siempre forma parte activa de nuestro presente. ¿Quién no siente verdadera emoción de hallar a un pariente lejano que fue amigo de su abuelo, o visitar el lugar donde nació alguno de sus progenitores, etc.?

Varías secuencias me han llamado la atención en este film:

1ª) Ver al protagonista principal con unas gafas y un peinado que daba la impresión de ser "Superman" de incógnito.
2ª) La perra, que al igual que muchos animales humanos, empieza enseñando los dientes y luego con el transcurso del tiempo nos dasmos cuenta que en el fondo es un pedazo de pan.
3ª) La patata cocida, pelada, apetecible; pero que una vez caída al suelo activa en el protagonista judío, el instinto biológico, cultural y religioso de preservación o abstención ante lo contaminado, el llamado instinto de "desagrado o repugnancia".
y 4ª) El campo de girasoles, con una casa inmersa en el medio de todas esas flores y el amarillo cautivador haciendo contraste precioso con el celeste del cielo.