Thriller con carga política y con final sorpresa que se ve venir de lejos. Trata temas como la inmigración y los abusos de poder, la ética y la moral de forma honesta y fluida aunque no siempre compensada. Los dos protagonistas rayan a gran altura interpretativa, bastante por encima de lo que podría pedir una producción tan discreta. Hay secuencias muy bien realizadas y otras mucho menos, lo que provoca que además de irregular deje la sensación de película no rematada al concluir.

Merece el aprobado, por lo ya mencionado, los actores y el inconformismo de la trama . No obstante los años no han jugado a su favor, así como el final que podría ser resultón en su época, ya no lo es tanto. Digno pasatiempo pese a todo.

Interesante, inteligente y combativo documental dirigido por el haitiano Peck que no sólo denuncia los intolerables negocios realizados por las corporaciones supuestamente humanitarias, sino que muestra los pormenores políticos de una forma tan veraz como descarnada. De obligada visión para mentes inquietas e intelectos rebeldes.

Empieza la película. Una espantosa secuencia en color sepia- caca nos da cuenta de un supuesto exterminio bosnio a manos de los serbios durante la guerra de los Balcanes. Al menos la sitúan en la década correcta . Unos lúgubres trenes, con los mismos vagones que tantas veces hemos visto en las peliculas sobre el Holocausto. equiparan a los serbios con los nazis de forma evidente y desvergonzada. Pero claro, lo importante es la calidad cinematográfica, dirán algunos, no lo grande que sea la mentira o lo propagandistico de la propuesta. El problema es que además, la peli es un zurullo. Pero de los gordos, y no de esos apeluchados sonrientes con ojazos.
Expresividad la de estas cacas que supera a la de los dos actores protagonistas , antaño estrellas, hoy guiñoles de sí mismos.Travolta haciendo de oficial ultranacionalista serbio con una barba que es lo más loable de la dirección artistica, que ni corto ni perezoso se suelta con el serbocroata en varias frases, pone cara de malo( repetimos que es serbio) sin abandonar sus gestos horteras de ítaloamericano de barriada. Capítulo aparte merece su acento balcanico hablando inglés. Para ver en VO y disfrutar.
Por el otro lado DeNiro, poco queda ya por decir. De un actor brillante en sus inicios y ahora esto...
Dicen que Nicolas Cage era el actor previsto para hacer de oficial estadounidense, lo que nos hubiese deparado una nueva versión geriatrica de Cara a Cara, así que hasta se agradece se encargará de Niro.
Debe ser por sus simpatías confesas hacia Serbia y sus gentes. Y esto no es broma.
Bueno pues que tienen cuentas que ajustar, y travoltic, tiene la brillante idea de ir a despanzurrar a De niro a EEUU. En unos parajes muy bonitos en los que uno y otro corretean y se dedican a hacer las delicias del gremio de los jamoneros,los pescadores y salazón, del bricolaje y de lo aseguradores de coches en sus disputas. De las perrerías que se hacen el uno al otro.

Desastrada, fea y en conclusión cutre película de espada y brujería . Vendida como nueva versión de Conan con la vana esperanza de conseguir buena taquilla que propiciara secuelas, eso que ahora llaman franquicias.
Con ver quien produce una De Laurentis y búlgaros varios ya se pueden hacer una idea de los propósitos y logros artísticos de esta vulgaridad. Nefastos efectos especiales, con una estética deudora del Señor de los Anillos pasado por el tamiz oscuro- truculento de la ignominiosa serie televisiva Juego de Tronos e incluso mete también el cine de catàstrofes y hasta Piratas del Caribe. Un corta y pega muy poco original.

El nivel de producción no tiene nada que ver con su famosa predecesora. Esta es una película barata, de segunda fila, interpretada por mediocres actores de tercera, sin banda sonora, recreación o paisajes dignos de tal nombre. Elementos que distinguían la versión original.

Únicamente la exagerada y negra violencia, alguna mujer escultural y el machismo nada disimulado pueden hacer llevadera esta película como "placer culpable" dentro del cine de bestiajos o bárbaros que a la postre ni siquiera resulta divertido.

Otro inane ejercicio más de Spielberg que a falta de un talento cinematográfico ya perdido, en lugar de jubilarse nos da lecciones de buenos americanos.
Eso si , sin exponer nada, ni explicar nada nuevo. Sigue a rajatabla todos los tópicos, copia secuencias enteros de películas mejores, la sombra de Todos los hombres del Presidente es alargada, deja la crítica para otros como también la construcción de un guion y olvida lo que es el ritmo.
Mala película, parece más un conjunto de imitación de escenas e interpretaciones ya vistas que una película en sí misma. Sin vida, alma ni interés. Y muy dañina en cuanto a su mensaje para todo aquel que tenga alguna conciencia política y crea que los EEUU hace mucho tiempo que dejaron de ser un modelo a seguir, o a respetar. Y con cosas como esta, ni en el séptimo arte.
Para dormir la siesta