Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Críticas de Jab
<< 1 9 10 11 20 27 >>
Críticas 132
Críticas ordenadas por utilidad
8
22 de abril de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos verdades absolutas sobre esta película.

1. Si quieres ver buen cine, planos maravillosos, un movimiento de cámara excelente, una dirección impecable, una iluminación mágica o unas interpretaciones gloriosas, esta no es tu película. No hay nada de eso, está rodada con la mayor simpleza que se puede rodar una película.

2. Si quieres documentarte con gran exactitud sobre Galileo es mejor comprar libros o ver documentales ya que todo lo que quieres se ve y de la manera que se cuenta es evidente que no fue así.

Dicho esto, sólo puedo deshacerme en elogios porque me ha tenido enganchado durante 120 minutos. La película roza más el genero del teatro y está dividida en diferentes escenas sobre la vida de Galileo. Si para mi no tiene nada de lo anteriormente mencionado, ¿qué tiene?. Tiene unos diálogos impresionantes cargados de razón y muy afilados, hirientes en muchos casos. Es una película que te hace pensar y admirar al personaje en cuestión durante 120 minutos, que da lecciones a diestro y siniestro. ¿Qué no es un documental y puede que no sea exacto? Vale, vine a ver cine, no un documental. ¿Qué técnicamente es de lo más simplón que se puede ver? Vale, pero me hace pensar y me hace sentir y eso significa que es arte. La película tiene un sin fin de grandes diálogos y frases buenísimas que te mantendrá el cerebro activo y pensando 120 minutos. SI no te gusta pensar no la veas, porque es el único motivo por el que puedes ver esta película ya que no es ni 100% verídica ni vas a ver Los Siete Samuráis ni El Padrino.

Mi conclusión es que es muy buena, me gustaría ver más cine de este tipo, más cine con diálogos arrancados de la razón y el inconformismo. ¿Te gustó El Club de la Lucha por sus diálogos y su fondo? Vale, a mí también, es la mejor contribución que hizo Hollywood al planeta. Aquí no vas a ver la magia de Fincher pero encontrarás 120 minutos de debate. Si, lo sé, tal vez eso no te apetece, pero tal vez si te apetezca y por eso te lo recomiendo. ¿Qué por qué hablo solo? No hablo solo, estoy hablando con alguien que es más listo, más guapo y más valiente que yo y que se ha lanzado a rebatirle al mundo sus miserias. ¿Lo entiendes ahora? ¿Qué he visto mucho El Club de la Lucha y tal vez esta película me haya recordado a ella? STOP.

P.D. Si en vez de aparecer al final los niños cantores hubiese sonado el Where is my mind de los Pixies... uffff. Ah claro, que en 1975 todavía no existía esa canción. STOP.
Jab
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
10 de mayo de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sencillamente espectacular. Masaki Kobayashi me encanta, es crítico como Kurosawa y cuando algo no le gusta se lo dice a todo el planeta en forma de película. En su día Kurosawa fue criticado y prácticamente exiliado del cine japonés cuando nos deleitó a todos con su obra Dodes-Ka-Den, en la cual transmitió a la gran pantalla una idea muy pesimista del Japón de después de la guerra. En muchas de sus obras tuvo que contenerse, especialmente en Los canallas duermen en paz, una crítica fulminante hacía los poderes que gobiernan de manera invisible. Masaki Kobayashi no ve en el mundo samurái la idea romántica que se nos trata de vender y la critica duramente en Samurai Rebellion, tanto como ya lo hizo en Hara Kiri.

La historia nos traslada al Japón feudal de la Era Tokugawa, un tiempo de paz en el que los samuráis ya no luchaban en batallas desde hacía un siglo y los señores feudales eran señores por su apellido. Como en todas las épocas y sociedades estos señores tomaban todo como suyo, sin importar si eran bienes o personas y esta historia nos narra las consecuencias de un señor feudal que se equivoca de persona a la que tomar como si fuese un saco de arroz.

El gran Toshiro Mifune encarna a Isaburo, un samurái de bajo rango que se casó con una mujer cuya familia era de más alto rango y por eso ascendió en la vida. El suegro le casó con su hija por su inigualable habilidad con la espada, pero Isaburo siempre ha vivido bajo el mando de su caprichosa mujer en un matrimonio para nada feliz en el que nunca conoció el verdadero significado del amor. Un día como cualquier otro, Isaburo recibe un comunicado del señor feudal; su hijo mayor Bunzo ha sido elegido para contraer matrimonio con su anterior concubina. Isaburo se niega pues no quiere que su hijo cometa el mismo error que él y tenga un triste matrimonio pero Bunzo se sacrifica por el bien de la familia y sorprendentemente, vive un feliz matrimonio con Ichi. Cuando ambos son más felices y han tenido un bebé, sucede un acontecimiento que lo cambia todo y desde la corte se les pide a la feliz familia que Ichi y Bunzo se divorcien y la mujer regrese al palacio, siendo este el detonante de la historia. Isaburo no permitirá que a su hijo le roben lo que él mismo nunca tuvo y de los ue ha disfrutado a través de su hijo; el amor verdadero. Isaburo, Bunzo e Ichi lucharán contra el sistema, contra el código bushido y contra todo lo que haga falta para mantener la justicia en sus vidas.

Toshiro Mifune hace un papelón, aunque un peldaño por debajo del que hacía como samurái en las películas de Kurosawa. Tatsuya Nakadai, actor fetiche de Kobayashi, está inmenso y Yoko Tsukasa está genial. La película transmite rebeldía y ganas de justicia antes un sistema injusto e implacable que da igual como se llame porque sigue latente y presente a día de hoy. No importa quien seas o lo fuerte que seas, siempre estarás bajo un sistema que te aplastará si no obedeces, pero por lo menos puedes ser libre de elegir tu final y mantener tu dignidad como ser humano. Con esta impronta, el mensaje de Samurai Rebellion queda claro, tan claro como su título.

Una auténtica obra maestra del cine, un poco inferior a harakiri en el apartado artístico, pero con el mismo espíritu impreso en ella. La historia también está menos elaborada que Harakiri, pero no es peor por ello pues va directa al orgullo y al corazón humanos, es más sencilla de leer pero igualmente espectacular. La mentira del sistema se derrumba y el hombre asumirá las consecuencias. Un 9, sencillamente sublime. Grande Kobayashi.
Jab
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
25 de abril de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dividiré esta crítica en tres puntos.

Puntos positivos:

-Uso del color
-Escenas nocturnas muy bien iluminadas
-Buena fotografía
-Banda sonora adecuada
-Escenas en exteriores

Conclusión: el punto fuerte de la película se encuentra en el apartado técnico y artístico, siendo de largo lo mejor del film. A día de hoy, teniendo en cuenta que está hecha en 1955 sin ningún tipo de artificio se la ve bastante elegante.

Puntos neutrales:

-Duración de la película
-Tiene algunos momentos que enganchan, sobre todo el inicio
-Coreografía de las peleas
-Mifune

Conclusión: para el material que maneja y de la manera que lo maneja, Inagaki acierta con la duración porque no dirige una película consistente. El principio de la película es lo mejor hasta que se desmadra con la escuela de cobardes, dejando combates con una coreografía decente pero para nada deslumbrante. Estos puntos son aciertos más que errores, cada director tiene sus limitaciones. Además, Mifune no tiene el brillo que tuvo por ejemplo, el año anterior como Kikuchiyo en Los Siete Samuráis, porque quien de verdad sacaba todo el potencial de Mifune era Kurosawa.

Puntos negativos:

-Un Musashi poco interesante
-Un Sasaki Kojiro aún menos interesante
-Demasiado enfocada en que Musashi rechaza a las mujeres
-Demasiadas mujeres enamoradas de Musashi
-La trama gira en torno a la escuela y se termina haciendo cansina la escuela
-El final con Otsu es bastante infantil

Conclusión: los puntos negativos tienen nombre propio: el desarrollo de los personajes. Para quien haya leído libros sobre Musashi, entre ellos el propio escrito por el propio Musashi (El libro de los cinco anillos), seguramente haya quedado fascinado e hipnotizado por su historia y su personalidad. Musashi era un vagabundo, un ronin desaliñado al que sólo le importaba en su juventud perfeccionar su arte con la katana. En el film Musashi es un tipo bastante arreglado y en ningún momento parece un vagabundo, tan solo algunos personajes que no le conocen le describen con 4 palabras como si le conociesen de siempre. La verdad que este Musashi es muy plano. Sasaki Kojiro aparece en todos los lugares y hace de speaker, lamentablemente. Esperaba un Kojiro arrogante, pero este es un friki que parece más un personaje de Dragon Ball que aparece en momentos absurdos y de manera absurda. Si le están tendiendo una trampa a Musashi porque tienen miedo la deshonra y por eso quieren borrarlo del mapa... ¿qué sentido tiene dejar vivo a Kojiro Masaki que es testigo de todas las deshonras de la escuela?. Tampoco entiendo que sin hablar nada sobre él se le de tanta importancia a su larga espada y que vaya presumiendo de que la tiene más grande que nadie cada vez que se puede montar una trifulca. Más que un valiente y fuerte Musashi, asistimos a un espectáculo lamentable de los integrantes de la escuela, lo que hace que Musashi no parezca un gran guerrero, sino que parece que ellos son unos cobardes desgraciados. Ya el tema de las mujeres es para dar de comer aparte a Inagaki. ¿Por qué tanto metraje para demostrar que él ignora a las mujeres más bellas en pos de su camino?. Si ya tenemos claro que él es lo que quiere, Musashi es un personaje con mucho misticismo a su alrededor y nadie sabe con exactitud si lo que se habla de él o lo que él mismo cuenta es verdad o mentira, o qué partes lo son. Pero lo que está bien claro es que es un personaje muy potente que Inagaki no sabe explotar y aunque no deja de ser un buen film de aventuras, no está a la altura de las expectativas.

Conclusión final: en esta segunda entrega Inagaki destruye un poco más el personaje de Musashi para crear su propio Musashi y film de aventuras, pero no realza su leyenda. La película no está mal, pero si la ves con grandes expectativas porque su antecesora obtuvo el Oscar, te llevarás una decepción.
Jab
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
20 de enero de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Increíble película de cine negro, increíble Kurosawa impartiendo clases de arte, moralidad y humanidad.

Tras la Guerra Mundial, Japón quedó devastado y comienza una época de extrema pobreza en la que costaba mucho conseguir bienes básicos como los alimentos o la ropa, algo que suele suceder después de cualquier guerra y más aún si perteneces al bando de los vencidos. Pero al igual que en todas las épocas, existen las clases sociales, los ricos y los pobres nunca desaparecerán de la faz de la Tierra, al igual que las buenas y las malas personas.

La historia comienza en el día más caluroso de un infernal verano. Por descuido, el joven detective Murakami (Toshiro Mifune), sufre el robo de su pistola cuando va en bus de vuelta a casa tras un largo servicio. Esto desencadena una serie de consecuencias cada vez peores ya que con el arma robada el desconocido ladrón comienza a cometer robos y asesinatos. Este hecho sume a Murakami en una fuerte crisis de culpabilidad. El inspector Sato (Takashi Shimura), ayuda a Murakami a perseguir al ladrón de la pistola, el joven Yusa, un veterano de guerra al igual que Murakami, cuya elección de vida tras volver de la guerra es completamente opuesta.

Kurosawa trata continuamente sentimientos como la culpa o la comprensión a través de sus dos protagonistas. El inspector Sato, lejos de ser un hombre rígido con mano de hierro, es un hombre sensible, tranquilo y comprensivo, que ayuda en todo momento al impulsivo e inexperto Murakami. Murakami, por el contrario, es consumido con cada nuevo delito que comete Yusa. Ambos son jóvenes y vivieron la guerra y Murakami es consciente de que él tomó un camino pero pudo haber elegido el mismo que Yusa, pues la guerra es capaz de cambiar a cualquier hombre, lo que le hace tener cierta compasión por el delincuente. Kurosawa trata el film de manera sublime y muy efectiva, ya que el delincuente tan sólo tiene 7 balas, delimitando el tiempo de las acciones y el número máximo de crímenes que puede cometer antes de ser detenido.

El Maestro nos muestra a través de su lente la precariedad de la sociedad japonesa de la posguerra, una generación perdida y desamparada que no sabe que rumbo tomar pues el futuro es bien incierto debido al duro presente a través de Yusa. Murakami representa la figura del hombre perseverante que da su vida por conseguir sus objetivos, interpretada magistralmente por el gran Toshiro Mifune. También elogia las figuras del aprendiz que bebé de las lecciones de un gran y sabio maestro que enseña todo lo que aprendió durante su vida, como muestra el personaje interpretado por el maravilloso Takashi Shimura. Mientras que a través de la joven bailarina de la que Yusa está enamorado se nos muestra los anhelos de la juventud como el dinero, caprichos o ropa cara, que también muestra la americanización y la llegada del consumismo a Japón.

Como anécdota curiosa, el maravilloso travelling rodado por Ishiro Honda (amigo y principal ayudante de dirección de Akira Kurosawa en El Perro Rabioso) y su ayudante a través de un mercado negro real. Como en un lugar así no dejaban entrar a las cámaras de televisión ni de prensa, Ishiro Honda se vistió de Mifune y su ayudante rodó la secuencia metiendo la cámara en una caja. Es por eso que tan sólo se ve el personaje de Murakami de cintura para abajo, pero el resultado es excelente ya que la situación es completamente real. Esta toma, de unos 8 o 10 minutos, es espectacular, aunque larga, pero nos mete de lleno en la piel de Murakami, que no cesará de buscar al criminal pase lo que pase.

Escenas maravillosas hay muchas, pero la escena de la persecución de Yusa termina de una manera exquisita, con esa escena de lucha en el lodo en la que ambos jóvenes terminan completamente exhaustos, con Yusa engrilletado mirando la flora que le rodea mientras se escucha de fondo el canto de unos niños. Esta belleza poética que demuestra que Yusa jamás volverá a vivir en libertad, es sencillamente una genialidad.

El gran Kurosawa era un adelantado a su época, ya que tras la cruel y humillante derrota en la guerra debido a las bombas nucleares que lanzó EEUU en Hiroshima y Nagasaki, los nipones no podían ver a Occidente ni en pintura, pero Kurosawa bebía arte de todas partes y eso le hizo especial. Sabía narrar como japonés admirando a grandes artistas japoneses, pero su gran ídolo era John Ford, americano. Le fascinaba la literatura rusa, aunque también Shakespeare. Y como buen pintor que era, sentía admiración por Van Gohg, entre otros. Kurosawa bebía de todo y de todos los que pudieran enseñarle algo, porque los más grandes maestros son aquellos que buscan el aprendizaje todos los días de su vida. Y así es como nace un film de cine negro al estilo americano, muchísimo más detallado pues tiene la profundidad del estilo nipón y con el toque humanista de Kurosawa. El Perro Rabioso no es sólo una persecución de policías a ladrones, es una manera de entender lo que motiva a un ladrón de poca monta a cometer crímenes, o a una joven e inocente bailarina a aceptar a un criminal. Nos muestra como dos personas a la que les sucede algo similar toman dos caminos opuestos y se terminan encontrando en un mismo punto del camino. Nos enseña como es el maestro y como es el aprendiz, la calma frente a la impulsividad, la experiencia frente a la necesidad de aprender. Nos deja claro ese desamparo de las clases sociales más bajas con frases como "Las personas malas comen buena comida y visten trajes de lujo. Ellas son las triunfadoras". Si quieres ver buen cine, si quieres sentir, si quieres pensar, esta es una gran película.

Como siempre, gracias Maestro. Eres inmortal.
Jab
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
7 de diciembre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho mucho antes de que Tarantino rodase la sobresaliente Pulp Fiction y la gente alucinase con su forma narrativa, Akira Kurosawa ya había rodado Rashomon en 1950. Al igual que mucho mucho antes de que Tarantino rodase Reservoir Dogs y la gente alucinase porque gran parte de la película se desarrollase en un garaje, Akira Kurosawa filmaba dentro de una casa paupérrima mayor porcentaje aún de rodaje, regalándonos Los bajos fondos.

Los bajos fondos se desarrolla en una casa paupérrima sin ningún tipo de lujos, si ya de por sí la cultura nipona era minimalista por aquella época, esta casa no tiene ni tan siquiera un una silla. La casa es propiedad de un matrimonio que alberga lo peor del ser humano en sus podridos corazones y sus inquilinos son un rebaño de ovejas descarriadas. Dentro del elenco tenemos a un joven ladrón, a un ex actor alcohólico y acabado, a una prostituta soñadora, a un artesano y a su mujer moribunda, un ex luchador, un supuesto ex samurái, a un jugador empedernido, a una confitera deslenguada, a un loco y a un hombre que perdió su negocio por la bebida.

Todos los personajes, venidos a menos por su mala cabeza, conviven en la casa de manera ociosa sin intención real de cambiar, hasta que un día se aloja un nuevo huésped. El nuevo huésped es un anciano peregrino, un viajero que dice buscar su lugar y pronto se hace hueco en cada uno de los hastiados corazones de los inquilinos. Porque si hay dos personajes que dan lecciones sobre la vida, son la mujer del artesano y el anciano, curiosamente, los dos que por naturales más cerca están de la muerte, una por su enfermedad y el otro por la edad.

El sabio anciano explica muy bien que ni todas las mentiras son malas, ni todas las verdades son buenas, pues es estúpido morir por verdades, así que da esperanzas de poder cambiar a cada uno de los miembros de este grupo caído en desgracia, teniendo palabras directas, adecuadas y amables para cada momento y personaje. Aunque este sabio anciano también oculta algo.

La película habla sobre todo de los placeres de la pobreza, cuyo mayor exponente es el de beber para olvidar la cruda realidad. También narra a la perfección lo difícil que es cambiar cuando uno está en los bajos fondos y desesperanzado, cuya única salida a veces es la muerte.

En esencia, es Kurosawa en estado puro. Las actuaciones son un poco teatrales, sin llegar a molestar. Los encuadres están muy bien logrados teniendo en cuenta que se ha rodado casi por completo dentro de una habitación, aprovechando los escasos momentos en los que salen al exterior para lucirse con encuadres mucho más potentes. La historia que nos presenta es sencilla, pero profunda. En un principio confusa por el alto contenido de personajes, pero según se desarrolla la película nos hace una muy buena presentación de cada uno de ellos sin perderse en trivialidades, siempre al grano con la esencia de cada uno. Y como siempre, grandes frases y película con gran moraleja, con un final desgarrador.

Un 8,5 para una gran película del maestro, imprescindible para posteriormente desarrollar una trama más compleja y elaborada en su mejor film, Barbarroja.

P.D. El anciano le dice al ex actor alcohólico "uno vive por lo que ama". Kurosawa amaba el cine y vivió lo suficiente como para vivir por ello. Gracias, Maestro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jab
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 27 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow