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Críticas de El Tito Mel
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Críticas 474
Críticas ordenadas por utilidad
5
21 de febrero de 2019
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya le pasó con su anterior película, la también sobrevalorada La gran apuesta, y es que Adam McKay parece incapaz de hacer una película sin pensar que lo que está ofreciéndole al espectador es caviar cuando en realidad no llega a sardina.

El vicio del poder vuelve a ser otra sátira política que trata de explicarle a los tontos cómo funciona el mundo según la versión de sus creadores. El problema es que como documentales cortitos a lo Michael Moore, y sabiendo como se sabe que Moore va a lo que va y de qué pies cojea, todavía tienen un pase, pero como pelis de ficción de más de dos horas todo es aburrida y encima ni siquiera da la sensación de que lo que te están contando sea tan bueno como su creador cree.

Vuelvo a lo mismo que en La gran apuesta, sin sus interpretaciones no sería nada, sin los magníficos nombres de su cartel nadie la habría tenido en cuenta y todo el mundo habría pasado de ella porque es una sátira aburrida y que no llega a conectar con el espectador ni en fondo ni en forma, y aquí pasa igual. Geniales las imitaciones de Bale, Rockwell y Carell, pero ya está, sin esas interpretaciones esta peli quizá ni se estrenase en cines. Se deja ver si te interesa la política, como es mi caso, si no fuese así pues ni eso. Eso sí, Bale se merece otro Oscar, esta vez como principal, es un actor de época, quizá el mejor camaleón que he visto desde De Niro.
El Tito Mel
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10
26 de julio de 2019
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a ir por partes porque ventilarte una obra maestra diciendo simplemente que lo es y que mola, me parece insultante. Vamos a dar argumentos para que aquel que no la haya visto sepa por qué tiene que ponerse a verla con el respeto de quien va a visitar a un Dios. Así que nada de verla por partes, ni mirando el whatsapp ni mierdas de esas que son como ir a un museo y escupir en un cuadro de Rembrandt.

La dirección de De Palma da a entender una casi enfermiza obsesión por plasmar el amor por la parte artesanal del cine. Se viene automáticamente a la mente la secuencia del tiroteo en la estación de trenes con ese carrito de bebé cayendo por las escaleras, un homenaje a El Acorazado Potemkin de Eisenstein. Pero es que ese espíritu está presente en muchos más momentos, casi puedes hacer como en las pelis de Tarantino, ponerte a buscar guiños a clásicos, y en el estilo de dirección también se nota con los planos que busca en determinados momentos, a veces pareces estar viendo una película de Orson Welles con esos planos contrapicados, otras a Fritz Lang... Y busca lo icónico en cada frame. Si es que debe ser de las películas con más escenas parodiadas (¿Cuántas veces lo habrán hecho por ejemplo con la escena de la reunión de mafiosos y el bate baseball?) y cuando te pasa eso es que has logrado una estampa inmortal. Está rodada con tal amor por el cine que le da un aspecto iconográfico que la hace mítica por los cuatro costados.

Pero esta película no sería la misma sin su elenco de grandes actores en estado de gracia. Robert de Niro estaba en el momento más camaleónico de su carrera, se veía capaz de ponerse en la piel de cualquiera y consiguió hacer el Capone más carismático que haya dado la gran pantalla. Kevin Costner era una guapa figura en ciernes que aquí se fichó para buscar taquilla con su nombre en el cartel y no desentonó para nada pese a la responsabilidad y la competencia que tenía al lado. Y es que quien brilla aquí con luz propia es un Sean Connery cuya carrera estaba en las últimas, decadente y haciendo papeles cutres en pelis de dudoso gusto, y que aquí le dan un personaje escrito para él, se luce ganando un merecido Oscar y relanza su carrera de tal forma que vive una segunda juventud durante los siguientes 10 años. Les rodeaba un casi debutante Andy Garcia que inmediatamente después se convierte en una superestrella, una también debutante Patricia Clarkson que luego tendría una carrera repleta de premios, un habitual secundario de lujo como Charles Martin Smith y hasta un Billy Drago que sale poco pero lo suficiente para dejar huella y que físicamente recordaba a Paul Muni (el villano habitual del cine negro de los años 30).

Además, todos los personajes están perfectamente desarrollados desde su presentación hasta su destino final tras evolucionar con la propia historia. Está el viejo policía desencantado y amargado que recupera la ilusión y la motivación, el contable cobarde que se hace valiente, el joven prometedor e impulsivo que aprende a usar la cabeza y por supuesto ese Ness que aparece con un palo metido en el culo y que va evolucionando durante toda la película hasta que en esa azotea, diciendo aquello de "¿Era así como gritaba mi amigo?", comprendemos que ha alcanzado el destino de su arco dramático como personaje.

Y es que el guión de David Mamet es absolutamente redondo. Ya no solo el ritmo narrativo, la selección de estampas con que compone el cuadro para mostrarnos toda esta trama. Es que lo grandioso del guión está una vez más en esa búsqueda, que ya comenté con la dirección de De Palma, de cuidar con mimo cinematográfico cada puñetera escena. No hay momento de la película en que no haya una frase mítica, ya sea por agudeza ("No permita que se limpie el culo hasta que haya hablado"), por sentar cátedra ("Con unas palabras amables y una pistola cargada llegarás más lejos que solo con unas palabras amables") o por dramatismo (esas últimas palabras llenas de sangre: "¿Dígame qué piensa hacer usted?"). Si es que hay tanta épica en cada escena que no hay momento que no parezca memorable: "Si cruza esta puerta ahora entrará en un mundo lleno de problemas del que no se puede retroceder".

El diseño de producción también es uno de los puntos fuertes de esta obra magna, tiene un aire de clasicismo que nos recuerda a las grandes producciones de la Paramount de los años 70, década en la que fue la reina de las majors, y me quiere sonar que algunos decorados y localizaciones son reutilizados de otros clásicos. Toda la ambientación está cuidadísima, el trabajo artístico de vestuario... Aún me pregunto cómo es que esta película no obtuvo un saco de nominaciones en los Oscar en todas esas categorías.

Y he dejado para el final el aspecto que considero más insuperable; la banda sonora del maestro Morricone, posiblemente su trabajo más completo en 70 años de carrera. Ha hecho temazos para otras películas, pero en esta se saca la batuta a pasear con una colección de piezas de lo más diversas, todas ellas inolvidables. Desde esos títulos de crédito con sonidos intrigantes que nos hacen pensar desde el primer minuto que vamos a ver una miticada, hasta ese memorable tema central de tintes heroicos que resuella en nuestros pechos con emoción y que nos hace sentir que estamos ante algo épico, pasando por esas piezas secundarias como el precioso tema intimista que va apareciendo aquí y allá a lo largo de la peli en sus momentos más tristes (la escenas familiares, la muerte del compañero...), o ese juguetón y ampuloso tema de Capone que le va como anillo al dedo al personaje. Lo que hace aquí Ennio Morricone es fácilmente uno de los 5-10 mejores trabajos musicales de la historia del cine.

Resumiendo; obra cumbre del cine negro, clase magistral de cinematografía y clásico moderno imprescindible para las retinas de cualquier amante del séptimo arte.
El Tito Mel
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5
26 de agosto de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me interesaba mucho el concepto de partida, un viaje de autoconocimiento y madurez de un joven miembro de una tribu paleolítica y su interacción con ese agreste ecosístema en busca de la supervivencia. El tráiler me pareció visualmente atractivo y me las prometía muy felices...

...Pero el guión no está a la altura de la propuesta antropológica. Para empezar no respeta la menor verosimilitud, con lo fácil que habría sido, por lo que hay continuos momentos en la película que te hacen pensar en lo ridículos que son. Y además se deja llevar por la parte más relamida, culminando de una forma que no puede ser más moña.

Yo deseaba ver una mezcla entre el cine de Annaud y la literatura de Rudyard Kipling y me encontré con algo que parecía hecho por el director de Beethoven después de que su hijo le enseñase a jugar a Far Cry Primal. Vale, quizá he exagerado, quizá no es Annaud ni Kipling pero algo de Jack London sí que tiene.

En resumen, es una película muy poco inteligente, que lo poco que cuenta no tiene interes, pero que se dejará ver para aquellos que podemos llegar a disfrutar una película solo por su ambientación.
El Tito Mel
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7
12 de abril de 2018
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empecé esta serie en su momento por las buenas referencias. La verdad es que la producción debe ser de lo mejor que se ha hecho en la televisión europea. En producción alcanza los estándares de las series americanas. Algo pocas veces visto a este lado del charco, sobre todo si no contamos Reino Unido.

También es aquí donde empecé a prestar especial atención a la carrera de Stefano Sollima, que se convirtió en uno de mis cineastas favoritos de la actualidad. La primera temporada me gustó aunque no me enamoró. En un segundo revisionado sí supe apreciarla mejor. Pero fue la segunda temporada la que me encandiló. La serie pasaba a convertirse en un Juego de tronos, mucho más coral, con un mapa más diverso de personajes carismáticos cada uno a su manera. Lo cual solucionaba un poco el hecho de que el padre patrón original nunca llegase a convencerme, no se si por el personaje o por el actor, que me resultaba muy impostado (aunque de esto pecan varios de la serie y conforme pasan las temporadas cada vez más y peor).

Es cierto que desde el principio hay que concederle licencias en lo forzada que resultan algunas situaciones y diálogos, pero se compensa con los grandes momentos y, sobre todo en la segunda temporada, con lo mucho que engancha. El problema viene cuando a partir de la tercera temporada, la serie va perdiendo rápidamente sus mejores bazas y por contra evidencia cada vez más sus defectos. Acaba convirtiéndose en una serie de diálogos ridículos, interpretaciones malas y tramas tan cutres y rocambolescas que llegan a dar hasta vergüenza ajena en la quinta y última temporada. Y todo innecesariamente ya que tras la segunda temporada quedaba bastante cerrado todo, a partir de ahí es querer volver al punto cero una y otra vez y cada vez peor.

Es una pena que haya acabado de esa manera tan poco digna (y también tiene uno de los peores finales de serie que recuerdo, tosco y estúpido para ir a juego con lo que viene siendo los últimos tiempos de la serie). Pero no se puedo olvidar tampoco que durante dos temporadas fue de lo mejor que se ha hecho en televisión europea. Y solo por eso me parece imprescindible y recomendable. Eso sí, dejad de verla tras la segunda temporada para no estropearlo. Y, por cierto, no soy talibán antidoblaje ni mucho menos, pero en esta serie es vital verla en italiano.

Notas por temporadas:
Temporada 1: 8
Temporada 2: 8,5
Temporada 3: 6
Temporada 4: 4
Temporada 5: 2,5
El Tito Mel
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2
31 de octubre de 2021
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Caí porque leí el reparto con Leo Harlem, Florentino Fernández, Joaquín Reyes... Todos cómicos que me hacen mucha gracia. Y luego Santiago Segura, que me hace menos pero puedo aceptarlo. Esperaba una comedieta cutrecilla pero que al menos me hiciera gracia. Y cutre es, una reinterpretación de "Solo en casa" en un tren (que como concepto a priori no me parece malo, podría haber dado para una peli mucho mejor) pero que no funciona porque los niños son repelentes y antinaturales (diálogos muy acartonados) y nada de lo que hacen resulta mínimamente divertido. En "Solo en casa" ibas con Macaulay Culkin, en esta vas con el revisor.

Pero es que encima la trama paralela de los adultos tampoco tiene la menor gracia, la mayoría de diálogos provocan entre bochorno y pena, con momentos rancios pero rancio mal (me explico, algo puede ser rancio con gracia o rancio de vergüenza ajena, pues esta peli es lo segundo). Y la culpa es mía porque ahora que me pongo a mirar las puntuaciones que le tengo dadas al resto de pelis dirigidas por Segura no hay ni una que suba del 3. Ya va siendo hora de dejar de ver sus atrocidades.

Nota: 2
El Tito Mel
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