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España España · Asturias - Madrid
Críticas de david
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Críticas 91
Críticas ordenadas por utilidad
6
28 de diciembre de 2013
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si se quiere disfrutar de Al encuentro de Mr Banks hay que ir a la sala de cine con buenas intenciones y dejarse engañar un poco. Si acudimos con el ceño fruncido y con pocas ganas de emocionarnos, es mejor pasar. Esta película es puro Disney: todos los personajes tienen un gran corazón, aunque sean cascarrabias, alcohólicos o antisemitas.

Dicen que Walt Disney se repetía el siguiente discurso al levantarse de la cama: "Soy un líder, un pionero, soy uno de los grandes hombres de mi tiempo. Muchas más personas en el mundo conocen mi nombre que el de Jesucristo. He creado un universo. Mi fama sobrevivirá al tiempo". Alrededor del creador del imperio Disney siempre han circulado muchos rumores, unos más infundados que otros. No obstante, no parece que fuese un ejemplo en muchas de sus facetas. Pero quien esté libre de pecado, etc.

(...)

En nuestro caso, ni siquiera hemos visto Mary Poppins ni leído sus libros. Tampoco nos hemos sentido nunca demasiado cercanos al mundo Disney. Ni cuando éramos niños. Por lo tanto, llegamos a esta película sin ninguna predisposición emocional. Y una vez vista, podemos afirmar que nos hemos dejado engañar un poco…

Al encuentro de Mr. Banks tiene un aroma a clásico bienintencionado que se disfruta con facilidad. A ello ayuda un guión que no esconde en ningún momento sus objetivos: quiere emocionarnos, hacernos soñar y repescar ese niño que, dicen, todos llevamos dentro. (Por cierto, una de las guionistas de esta película se encarga de Cincuenta Sombras de Grey). Es una película honesta que desde el inicio muestra sus cartas. Si quieres entrar en ella, sabes que tienes que dejar a un lado los ceños fruncidos y olvidarte que la vida siempre tiene dos caras. Aquí, solo veremos una. La amable. La del Disney creador de un imperio que hizo soñar a millones de niños y adultos. O algo.

La película gira en torno a un recurso trilladísimo en el cine familiar: el corazón herido de una persona cascarrabias que esconde un pasado triste deberá ser ablandado por toda una corte de personajes bienintencionados. Aquí el cascarrabias es P.L. Travers, una escritora célebre por ser la creadora de Mary Poppins cuyas finanzas flaquean a principios de los 60 y da una oportunidad a Walt Disney para trasladar su personaje al cine.

El chófer, el abogado, los guionistas, los músicos, las secretarias, y el presidente del imperio Disney dedicarán todo el metraje a ablandar y redimir el corazón de Miss Travers. El recurso narrativo es tan insistente que asfixia la película. Este es el aspecto más negativo de Esperando a Mr. Banks.

No obstante, la cinta consigue algunos de sus objetivos. Y aunque no somos nada aficionados al uso de flashbacks en el cine, la infancia de la protagonista, gestionada narrativamente de forma certera, es la mejor parte de la historia a nuestro juicio. Esperando a Mr. Banks gana empaque a través de esta historia paralela y se nos hace más llevadero el cansino proceso de ablandamiento y camelo al que nos hemos referido más arriba.

Nos gusta el cine dentro cine, sí. Y esta película tiene mucho eso. Muchos críticos señalan esta parte como la más positiva de la película pero a nosotros nos resulta demasiado artificiosa, aunque esté basada en una historia verídica.

El trío de actores principales cumple con sus respectivos papeles. Emma Thompson está notable como P.L. Travers, Tom Hanks tira de oficio y ofrece algunos golpes de humor y un borracho soñador es un personaje que le viene como anillo al dedo a Colin Farrel.

Esperando a Mr. Banks requiere un importante esfuerzo del espectador, el esfuerzo de no esforzarse. Simplemente dejarse llevar. Y luego, probablemente, olvidar.

Lo Mejor: Aroma a buen clásico familiar. La historia de P.L. Travers niña en Australia.

Lo Peor: Exceso sentimental. El recurso narrativo de cascarrabias en proceso de ablandamiento emocional llega a irritar.

[crítica extraída de alucine.es]
david
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6
25 de julio de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recomiendo a todo el mundo que, si puede, vea la película, también, con los comentarios del director y del coguionista. De esta manera se eliminan muchos de los tópicos sobre la misma. La falta de escrúpulos con la que ambos juzgan su propio trabajo de juventud demuestra hasta qué punto los cinéfilos de salón se equivocan en sus manidos juicios. No hay pedantería, que sí la habrá, y mucho, en buena parte de su filmografía posterior. Lo que hay es un millón de coronas danesas (muy poco dinero), mucho tiempo y poca inspiración. Es simplemente un experimento rodado con poca pericia, algo de humor y mucha falta de planificación.

Algunas escenas son particularmente vergonzantes y la incapacidad de Niels para aguantar la sonrisa puede llegar a ser muy molesta. Pero algo interesante se percibe tras tanta incompetencia. Y ese interés explota en uno de los finales más sobrecogedores que he visto en una película. Absurdo también, pero sobrecogedor. Solo por eso, merece la pena echarle un vistazo.

¿Es constitucionalmente obligatorio utilizar la palabra fallida en una crítica de cine moderadamente negativa de una película de un director de renombre? ¿Sí? Bien, fallida. No quiero que mis huesos acaben en la cárcel.
david
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3
4 de marzo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
(...)

Según ha confesado Kherici en alguna entrevista ella misma vivió una situación parecida cuando aterrizó en Túnez para pasar unos días. El choque cultural la impresionó. Y su padre tampoco se siente muy orgulloso de su trabajo como actriz… Ahí nace París a toda costa, sustituyendo Túnez por Marruecos.

“La vida me enseña que lo real es mejor que lo falso y lo artificial“, ha dicho Reem Kherici en su paso por España para promocionar la peli. Pues querida Reem, París a toda costa no es vida… Es una adaptación de esa saga de películas tipo Bienvenidos al Sur (o al Norte) y de otras más clásicas. La idea es la misma: una persona cosmopolita se ve obligada a regañadientes a pasar una temporada en un “infierno”… El final con moraleja de estas historias ya lo conocemos. Nada nuevo bajo el sol de Marrakech.

París a toda costa, no obstante, incluye un leve mensaje social. Maya es una parisina que no quiere saber nada de sus raíces culturales, que vive solo para su trabajo. Ni siquiera pisa los suburbios por miedo a encontrarse con inmigrantes… Inmigrantes como ella, pero con menos dinero. Menos fashion. Gracias a su deportación Maya se reencontrará con su cultura…

Kherici demuestra con este guión dominar los parámetros del cine comercial. París a toda costa incorpora bastantes momentos de humor: la pareja amiga de Maya, las superficiales diseñadoras del estudio, la vida en Marruecos, el taxista… Y luego, el drama ligero: la relación de la protagonista con su familia y los dolorosos recuerdos… Pero Kherici no muestra ninguna ambición. Sus referencias son obvias. Maya es un personaje de Sexo en Nueva York. Y las situaciones humorísticas están tomadas de aquí y de allá. No hay ni un solo elemento original en París a toda costa.

La corta duración de la película tampoco ayuda, hasta el punto de que el conflicto se solventa de un plumazo de forma un tanto absurda. Pero no vamos a pedir peras al olmo… Las intenciones de Reem Kherici eran claras: una comedia ligera de tintes sociales con moraleja. Y ya.

Lo mejor: El taxista. Reem Kherici es… magnética.

Lo peor: Ligerísima. Olvidable.

[crítica publicada en alucine.es]
david
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6
30 de enero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a hacer un experimento. Pensad en vuestras películas preferidas. Ahora decidme si con alguna de ellas podéis afirmar lo siguiente: “visualmente es maravillosa pero… el guión no es gran cosa”. No, ¿verdad? Si al final el guión va a tener ‘cierta’ importancia en el cine…

Nos gustan las películas que cuentan una historia impactante, subyugante, que emocionan por sus diálogos, por la evolución del personaje, porque plantean un conflicto moral, porque nos hacen reír, porque nos permiten soñar, etc. No se trata de que la historia sea siempre extraordinariamente original, sino de que esa historia, al menos, proponga nuevos puntos de vista en los que asome la personalidad del creador.

El otro día alguien me comentó la típica afirmación del escritor resignado: “todas las historias ya están contadas”. Y yo le respondí: “tal vez… pero no contadas por ti”.

Y no era un congreso de autoayuda, es una realidad incontrovertible: puedes hablar de amor, puedes hablar de muerte, o de venganza, puedes escribir la historia de siempre, pero con un poco de talento y ambición, tendrás la capacidad de que esa historia sea única, simplemente porque no hay nadie como tú. Tan fácil (y ridículo) como eso.

Iñárritu posee una destreza técnica pocas veces vista en el cine de las dos últimas décadas, pero no tiene ni talento ni ambición… narrativa. Lo ha demostrado película tras película.

Solo en Birdman trató de hacer algo diferente y a la hora se cansó, porque lo que le gusta es trastear con los cacharros y demostrar su enorme capacidad técnica. Bien por ti, Alejandro, pero así nunca serás uno de los grandes, por muchos Oscar que colecciones.

Buena parte de las críticas positivas que he leído de El Renacido coinciden en que la historia que cuenta no es nada del otro mundo. Hay quien la resume en un par de líneas.

El Renacido se entrega por completo al virtuosismo de sus planos secuencia y a la belleza del paisaje. Impacta la forma, es una delicia visual, desde la primera parte con el ataque de los indios, pasando por la famosa escena del oso, o todo del proceso de recuperación del personaje de Di Caprio.

Bellísima, impresionante, pero nada más… Sin un buen guión, una película nunca anida en nuestro cerebro, pasa ante nuestra mirada y se pierde en el horizonte. “¿Te acuerdas de El Renacido?” “Ah sí, aquella de Di Caprio, impresionante la escena del oso, pero ¿de qué iba? Es verdad, al final ganó el Oscar”.

En cuanto a la actuación de Di Caprio, pues no sé, que le den el Oscar por favor, que si no este chaval se nos transforma en Birdman y se (*spoiler)

Pero, ¿desde cuándo una buena interpretación se mide por el grado de sufrimiento que exige el personaje? No sé, ahí lo dejo.

Lo Mejor: la parte técnica es más que brillante.

Lo Peor: el guión es poco menos que vulgar.

[escrito por david rubio para bolsamania.com/cine]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
david
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7
9 de enero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Macbeth siempre me ha puesto bastante cachondo, es mi tragedia preferida de Shakespeare, y es una de las historias que mejor define la codicia, la ambición y la sed mortal. Creo que de alguna manera todos estamos sedientos, como Macbeth, y la vida es también una forma de descifrar cuál es, entre todos los disponibles, el líquido que nos seca la boca.

Cuando me enteré de que otro Macbeth venía en camino, no dudé en prepararme para la sala de cine. Muy mala tenía que ser para que no ser buena. Y no me equivoqué. Macbeth de Kurzel es buena pero podría ser mucho mejor.

(...)

Pero tras la batalla, Macbeth se encuentra con las brujas y todo nos empieza a sonar un poco más. Y aquí es donde tal vez, se encuentre el problema de esta película. Un problema difícil de solucionar cuando uno se enfrenta a una adaptación de Shakespeare. ¿Acudimos al texto original del autor inglés o nos olvidamos de él tratando de inspirarnos solo en la esencia de la historia? Cualquiera de las dos opciones tiene sus pros y sus contras.

Si se incluye buena parte del texto original y no fallas con la ambientación, el ritmo y la dirección de actores, la película nunca va a ser mala, como es el caso de la Macbeth de Kurzel, pero nunca será mejor que la obra original. Si optas por la segunda vertiente, mucho más arriesgada, te puede salir un truño pretencioso (“¿te has creído mejor que Shakespeare para eliminar su texto?”), o puedes filmar una obra maestra.

¿Por qué la Macbeth de Kurzel no pasa de buena película (que tampoco está nada mal)? Porque no logra ofrecer muchos elementos novedosos a la historia conocida por todos. Porque buena parte de los diálogos made in Shakespeare son oro puro, pero siguen sonando demasiado ampulosos, en la mayor parte de ocasiones, cuando los declama un actor en una película.

Por eso lo mejor de Macbeth de Kurzel (autor australiano con poca experiencia que se encarga del Assassin’s Creed también con Fassbender) es la ambientación, los tiempos muertos sin diálogo, y la dirección de actores. Una Macbeth poco ambiciosa pero eficaz y por momentos brillante.

Lo Mejor: Fassbender y Cotillard, sobre todo el alemán. La ambientación. La pelea entre Macduff y Macbeth y el cierre con Malcom y Fleance que sí aporta algo diferente y muy enjundioso a la obra original.

Lo Peor: A mi juicio, el personaje de Lady Macbeth no tiene el suficiente peso en este guión. Falta de ambición en el planteamiento de la película. Algunos diálogos imposibles y puramente teatrales no mezclan bien con una película. Otros, por el contrario, siguen poniendo la piel de gallina hasta declamados en la cola del supermercado…

[escrito por david rubio para bolsamania.com/cine/]
david
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