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México México · México Distrito Federal
Críticas de Coleccionista Visual
Críticas 1.016
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
23 de septiembre de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demi More, uno de los rostros perfectos del cine estadounidense, se encarga de protagonizar está ficción terrorífica con toques de humor negro, sobre el culto a la juventud y la impecabilidad de la imagen proyectada mediáticamente, que el servicio del consumo manipula el subconsciente de la masa acentúa prejuicios y la discriminación cuando los cánones no son los que establecen para ese sentido de pertenecer y ser socialmente admirado.

Elisabeth Sparkle es una actriz y conductora de una sección de aerobics de algún matutino televisivo, que en su cumpleaños precisamente es enterada que será relevada de su programa. Por cuestiones de un rating bajo relacionado con su edad, la vorágine machista y sexista hace tacita sus motivaciones sobre estímulos visuales y feromonas entre los televidentes, quienes dan ese poder con la sintonización y son clave para los anunciantes. Así la actriz se verá a un resquebrajamiento de su propia imagen, con una perdurabilidad caduca que la orillan a probar un método nuevo en la creación de una versión nueva de si misma, con la vitalidad y estética que le permita permanecer en la emisión una vez más.

La película cuenta con 140 minutos, de los cuales 120 son altamente dinámicos y efectivos, con referencias directas a los recursos empleados en la actualidad para evitar el envejecimiento, sin olvidar el engolosinamiento humano y las consecuencias físicas del abuso de este tipo de aplicaciones que conllevan resultados satisfactorios temporales, pero que a largo plazo dejarán estragos irreversibles y nuevas críticas.

Demi More haciendo un papel magnífico y apegado a las necesidades de su personaje.

Interesante ejercicio hipotético sobre el culto a la juventud y la belleza, y por ende a la aversión que se tiene hacia la senectud y todo lo que la representa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Coleccionista Visual
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1
16 de septiembre de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La incursión de Netflix como productora de contenidos evidencia que las exigencias de la trasnacional cada vez han quedado en el pasado, ya que para el caso de México escasas son las series que alcanzan lo interesante en sus argumentos sin caer el melodrama ramplón que se empeñan en trasladar y conservar de la televisión abierta. Así el «Accidente» se une e incluso supera lo deleznable de productos como «¿Quién mató a Sara?», «Pálpito», «Perfil falso», «Diablero», «Diario de un gigoló», «Madre de alquiler», entre otras tantas inútiles que ocupan muchos terabytes de la plataforma en cuestión.

La trama parte de un suceso que puede resultar hasta cierto punto exagerado —con cierto beneficio de la duda—, pero lo que se pretende desarrollar a posteriori no resulta ni creíble y por ende eficaz entre los televidentes. Con historias típicas exacerbadas sobre infidelidad, adicciones, violencia intrafamiliar y de duelo insulso que jamás se acaba uno por creer.

Sus personajes se sustentan en estereotipos superficiales de la sociedad, sin algún desarrollo psicológico con detenimiento, extraídos y colocados en la historia a modo fórmula y sin alcances. Ni nos tragamos una policía que pertenece a las altas élites, ni a niños elevados por el viento llevados a kilómetros del suceso.

Todo el reparto se percibe exagerado, sobre todo Alberto Guerra, quien resulta una caricatura de la misoginia regia, con parlamentos zoeces y limitados a la gratuidad, bajo el intento de ejemplificar lo más reprobable del machismo con un efecto de vergüenza ajena (aún cuando la he visto en solitario) de principio a fin. Y para el resto de actores, sus personajes son un irrisorio de trazos en los que no te convence una poli de clase acomodada o una mujer que trata de sustituir la perdida de un hijo engendrando otro de forma inmediata.

En conclusión y como en el cine, antecedentes del o los directores antes de comenzar de invertir tiempo en productos que debieron quedarse de lleno en TV Azteca o Televisa. Así de fácil.
Coleccionista Visual
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10
15 de septiembre de 2024
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«Top Boy» es la serie de origen británico que hace tácita su calidad argumental a través de una historia basada en el ámbito pandillero de la periferia londinense, que evidencia la fragmentación y disfuncionalidad familiar y su coacción en los jóvenes para encaminarse hacia el delito como actividad y recurso para subsistir en el lugar.

Con una gran variedad de personajes a lo largo de tres temporadas, son tres los cabecillas quienes llevan la batuta del serial y aspiran a la cima del poder de las organizaciones que les permita el control y distribución de la droga en la región al costo que fuere, aventajando en muchas de las historias la hermandad forjada en el tiempo.

Dushane, Sully y Jamie en su transcurrir se encuentran pérdidos en una vorágine de estructuras letales por la supremacía en la selva de asfalto, que los doblega a perder escrúpulos y encontrar en el crímen la forma de ascender en los escalafones de sus pandillas. Sin embargo, los complejos de inferioridad y la ambición les jugarán en contra para mantenerse en una posición pacífica entre ellos que detonará en caos más tarde que temprano.

Con una fotografía gélida del Londres menos postálico y mucho más violento, se enmarca en Summerhouse, un condominio habitado por la comunidad negra, en el que todos interactúan lo más normalmente posible, con personas de todo tipo que van desde inmigrantes en busca de continuar una estancia dentro del país con honestidad, gente redimida, familias que hacen lo imposible por mantenerse al margen, hasta los jóvenes con decisiones arrebatadas que deslumbrados por los beneficios inmediatos del tráfico de drogas caen tendidos entre balaceras una y otra vez.

El reparto es formidable, todos en personaje cumplen a cabalidad con lo requerido —gestos, posturas, lenguaje corporal—, y a la cosecha del interés del televidente en sus 24 episodios, reiterando el detenimiento de los contenidos ingleses en pro de un análisis de las realidades más incómodas del británico de a pie.
Coleccionista Visual
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10
5 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo el título «El maestro y la música azul» Netflix pone a nuestro alcance esta serie discreta, pero de una contundencia argumental enorme al momento de retomar los temas universales de actualidad, que vistos desde la perspectiva que envuelve a la provincia, se conciben como tragedias, siendo la homosexualidad la que provoque un desequilibrio en las frágiles relaciones de los involucrados.

Ubicada en Paxos, una isla mediterránea turística en la que sus habitantes externan ese gusto e inclinación por el arte y la cultura para atenuar la separación familiar —latente en todos los casos—, dada la disfuncionalidad al interior de cada hogar, sin posibilidades para abandonar los prejuicios de una sociedad ensimismada por sus reglas.

Sin importar el lugar origen, los personajes se someten al señalamiento y a la intolerancia, ya sea por condición de género, edad, preferencias sexuales, infidelidad o estrato social. Esos temas que hoy aterrizados en la Grecia provincial, vuelven a refrescarse en este producto que transmite en demasía la infelicidad aceptada.

Con un pequeño universo conformado por dos familias, un médico y un profesor que sin proponérselo traslada a gente de su pasado a esa isla, la serie ofrece suficiente para un goce no sólo de pensamientos y debates, sino sobretodo visual y auditivo.

Orestes, es un profesor forajido que ha llegado al pueblo con el fin de organizar un festival de música. Con sus propios demonios y vivencias, interactúa con los oriundos de forma natural sin que le escandalicen las problemáticas ajenas, sin embargo la empatía que muestra con algunos, les proporcionará indicios para un intento de salir de la opresión familiar que ocasionará el descontento entre los patriarcas.

Al momento el proyecto cuenta con dos temporadas y con un claro final abierto, continuará con el trabajo detectivesco que ha pautado la segunda temporada, sin olvidar a los personajes que la engalanan.
Coleccionista Visual
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7
4 de agosto de 2024
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Es notorio quien retoma la continuación del fenómeno «Muñecas de la mafia», Netflix, el éxito narcotelevisivo de hace quince años, para ciertamente llevarlo a un nivel visio-argumental mucho mayor, en un tono más áspero y de rudeza requerida por el contexto, nulificando por completo ese sentido pintoresco con que dotaron a su antecesora, la cual da una idea de tratarse de un chiste pesadillezco.

El guión dispone que de chicas inmaduras provincianas, nos trasladan en el tiempo —8 años reales, para ser exacto—, a las nuevas circunstancias de tres de ellas. Maduras separadas en facetas de una madre, otra exconvicta y la tercera como hampona, a las que se les mezcla incidentalmente una abogada, y otra de profesión actriz, ambas citadinas, que convencidas u obligadas deberán obedecer las exigencias del nuevo grupo delictivo que domina el país.

Sin demeritar el guión de su antecesora, éste le hace justicia al papel de Grisales, quien pasa de concebirse como objeto sexornamental y alcohólico, la muñeca mayor, tropieza en su rol y debe reinventarse, aunque eso conlleve un desenvolvimiento despiadado y calculador para encontrar el momento propicio para vengarse y recuperar su estilo de vida arrebatado abruptamente. De ahí que la evolución del personaje sea un hecho, al que incluso la musicalización colocada en cada una de sus apariciones durante la precuela haya sido desplazada drásticamente para esta segunda parte.

A nivel interpretativo todos se encuentran con mejores registros, siendo nuevamente la contraparte masculina, ahora con Edwin Maya y Juan Carlos Messier, los que destaquen en la escena, tal y como lo realizado por Diego Vázquez y Julián Roman años atrás.

El estigma para este tipo de producciones corren, bajo el mote de narconovelas y prevalece como un calificativo peyorativo, pero sin duda el mensaje sigue siendo el mismo, claro y contundente, los alcances y consecuencias del involucramiento sexo-afectivo es devastador sin olvidar la minimización de género a nivel verbal, física y de actitud ejercida por los individuos desbordados por una condición de impunidad y poderío conseguidos con fusca y billete.

Con un mayor presupuesto, la producción lo hace evidente en todos sus aspectos: fotografía, musicalización, dirección de arte, vestuario, maquillaje, montaje e iluminación.
Coleccionista Visual
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