Y es que a veces las neuronas vale más guardarlas para otros momentos.
Esta peli, superproducción si atendemos a sus casi 150 millones de pavos de presupuesto, no es más que un producto de consumo perfectamente construido para no parecer otra cosa.
La pareja tiene química, el guión a ratos es gracioso y es espectacular a rabiar. Y Dios sabe que en 150 minutos caben muchos fuegos de artificio. Y Michael Bay sabe de eso un rato largo. Y chicos esto es lo que hay, acción y a tomar por culo la bicicleta, eso sí, lujosamente producida y mareada con el copyright de este director.
A partir de ahí, si la adrenalina no es lo tuyo pasa, si los guiones para cenutrios no te van, pues vuelve a pasar, si eres feminista casi que déjalo y si has visto cualquiera de Bay anterior y no te ha gustado casi que mira para otro lado, ya que están todas cortadas por el mismo patrón, y es de tiro corto (que no hay que profundizar mucho...).
Si no pones una mirada quisquillosa (que si la historia no se la cree ni el gato, que si fantasmadas, na na na na) y no tienes demasiados prejuicios te lo pasas chupi, y eso que es larga la condenada.

Ahí vamos con una de ciencia-ficción, acción y con moraleja, bueno más bien con su trasfondo crítico-apocalíptico de sociedad de borregos a los que hay que llevar por el camino adecuado para que sigan siendo estúpidos a la vez que lucrativos.
Un tema recurrente aunque interesante para la época, en el cual el director no ahonda demasiado para llevarnos más al terreno de la adrenalina sin límites, hasta llegar a ser cruel.
Interesante de ver, aunque algo larga para mi gusto.

Entretenida a ratos, demasiado típica en algunos aspectos, se sostiene por la viveza y la naturalidad de la preciosa Pilar López de Ayala; se los come a todos.
Algo pretenciosa se ahoga en tópicos y un desarrollo excesivamente convencional. Te arranca alguna sonrisa y tiene alguna escena particularmente buena, como la de la cena en la que Sami presenta sus compañeros de trabajo a su estupefacta novia.
Nada nuevo bajo el sol.

Esta peli la vi prácticamente al estreno, a mis tiernas 13 primaveras, y ese año le pedí a mis papis la BSO...la verdad es que en ese momento no me quedé con mucho más, a parte de la escena final que me impactó bastante.
En visionados posteriores acabé por considerarla mi película de aventuras favoritas. Buen argumento, dramático y con buenas dosis de romance y un Daniel Day-Lewis espectacular.
En cuando a la BSO simplemente TREMEBUNDA. Las composiciones de Randy Edelman son de lo mejor de la historia del cine, de hecho sino recuerdo mal, le valió una nominación a los Óscar.
Bien dirigida por el maestro Michael Mann (uno hombre que elige cuidadosamente sus guiones, de ahí que que no sea muy prolífico), para mi una de sus grandes obras, aunque más de uno considere a "The Last of the Mohicans" un tachón en su filmografía.

Una de aquellas que sin haberla oido nunca y de casualidad pude visionar. Y qué acierto. Me removió las tripas hasta que se me cristalizaron los ojos, y no pasó de ahí para no tener que aguantar las coñas de más de uno de los presentes durante un tiempo.
Drama, bueno, dramón sobre dos discapacitados que buscan su propia vida, libres como cualquier persona.
Los actores están muy bien, pero hay que hacer mención especial a Steven Robertson en el papel de Michael, una de las caracterizaciones más bestiales y complicadas que he visto en mucho tiempo. Si hubiera sido un Dustin Hoffman cualquiera se lleva un Óscar...
La verdad es que la película por naturaleza y temática se presta a cierta sensiblería, pero todo está resuelto con la soltura necesaria para que no sea excesiva, eso sí, conmueve de verdad, y si alguien lo niega es que no le corre sangre por las venas.
Vuelvo a incidir en el papel de Michael, pero es que es media película, y produce una simbiosis con el espectador pocas veces vista. Tremendo.