Thriller dramáticamente espelúznate, que te sumergirá en una trama envolvente y cruda, a través de diálogos brutales y directos sobre un grupo de sacerdotes, confinados a una casa costera como resultado de una vida de pecado. Hogar que se verá perturbado con la llegada de un nuevo cura, que no vendrá solo y que traerá consigo una carga culposa que afectará a todos, siendo ésta personificada magistralmente por “Sandokan”, quien a su vez infringirá el miedo en estos hombres, deambulando y vigilándolos como un alma en pena, siendo a ratos casi un fantasma que no los dejará descansar. Curas que por cierto parecen no conocer la palabra arrepentimiento y que encubrirán sus crímenes mediante discursos distorsionados sobres sus vidas. Relato que es acompañado de forma extraordinaria, por el ruido incesante de un mar intranquilo y observante, además de paisajes que trasmiten el frío y la lejanía como reflejo de la necesidad de querer escapar del pasado.

Largometraje que inicia con la historia de Albert, enfermo terminal, que convoca a sus antiguos compañeros de guerra Frank y Harry a su cama en un hospital con una petición extraña, que cuando él falleciera robaran su cuerpo y lo llevaran desde Inglaterra a Alemania. De aquí en adelante comienzan una odisea que se teñirá de dulce y agraz, ya que por momentos te hará reír con las peripecias para trasladar el cuerpo, pero que por otro lado te conmoverá, haciéndote parte de una culpa que estremece las almas de estos tres amigos y que por medio de esta travesía tendrán la oportunidad para redimirse y quizás hasta obtener una absolución.

Un telefilm británico sin lugar a dudas entrañable, que transita hábilmente entre el drama emotivo y los momentos divertidos, acompañado de un escenario en movimiento que nos muestra paisajes conmovedores, a partir de una fotografía nostálgica que parece añorar la posibilidad de volver y rehacer el pasado. Además de estremecedores diálogos que harán emocionarse hasta el más fuerte.

Película que lleva la tensión a su máxima expresión, atrapándote en una gran red que te hace sentir protagonista en un escenario brutal y desolador, acompañado en todo momento de un soundtrack que no te da descanso y que intensifica la angustia y el nerviosismo, de una forma excepcional. Con diálogos precisos que no hacen perder la vista de la inmensidad que transmite constantemente una fotografía sublime, en donde los soldados se muestran indefensos y reducidos frente a un paisaje abrumador. Además se presenta a un enemigo que parece no tener alma ni rostro, agudizando aún más la sensación de estar asediado y vulnerable.