Robert Bresson fue creador de una de una de las filmografías más complejas de la historia del cine. Un cineasta que trató de hacer del arte cinematográfico un arte puro, lejos de la influencia de las otras artes. Su forma de concebir el cine puede gustar o no, pero sería injusto negar la grandeza de este director. Un condenado a muerte se ha escapado es quizá el filme más hermoso de su filmografía. Narra la historia del Teniente Fontaine, que tras un frustrado intento fuga y, luego, al ser condenado a muerte, toma la decisión de escapar. Con enorme minuciosidad se nos muestra como Fontaine realiza su plan de escape. En el cine de Bresson, en mi opinión, sus personajes no están alienados con el mundo en que viven. Son personajes que buscan transcender a un "nuevo estado". En el caso de Fontaine: la libertad. El espectador es testigo, detalle a detalle, de la búsqueda de Fontaine por la ansiada libertad, hasta llegar al punto de unirnos en su anhelo. El filme está realizado con riguroso pulso narrativo. El final es maravilloso. Un filme donde la palabras se quedan cortas.
La música cumple una función mínima, pero importante, y las actuaciones son funcionales. El cine de Robert Bresson es sobrio y directo. Bresson rompe con los paradigmas del cine, y crea su propio estilo. Ingresar a su universo cinematográfico es decisión nuestra, pero si aceptamos esa invitación, el concepto que teníamos del cine, sin duda, va a cambiar.

El proceso es quizás de los filmes menos conocidos del siempre discutido Orson Welles. Este director transporta a la gran pantalla el complejo universo Kafkiano. El manejo técnico y la excelente fotografía en blanco y negro logran recrear el mundo de desasosiego y confusión en el que se ve sometido Josef K. No es totalmente fiel a la novela de Kafka. Una obra cinematografía basada en una obra literaria va a incluir la visión del director que la creó, pero mantiene la esencia, que creo yo, es lo importante. Filme de Orson Welles que vale la pena ver.

"Ensayo de un crimen" es un filme que pertenece a la etapa mexicana de Luis Buñuel. Nos presenta la historia del burgués Archibaldo de la Cruz quién después de encontrar una cajita de música perteneciente a su infancia y que le recuerda cierto suceso relacionado a ella, empieza a tener ideas homicidas. Aunque no tiene la fuerza de otros de sus filmes, está bien realizado. La narración está bien llevada y cuenta con una gran dirección de Luis Buñuel. Confieso, que, de entre los filmes que he visto de este director (todavía me quedan más por ver), este es el que menos me ha gustado, pero valió la pena verlo.

Vivimos en la cultura del dinero. Dependemos del dinero para sobrevivir, pero también lo adoramos, y matamos por él. Stroheim creó uno de los mayores filmes que se ha realizado en la historia del cine. La primera vez que vi este filme fue con el corte de estudio de hora y media de duración, pero me decidí a ver el corte de cuatro horas, y la que más se acerca a las intenciones de Stroheim. Desde el inicio me di cuenta que estaba ante un obra mayor. Cuesta creer donde la codicia puede conducir al ser humano. En esta historia, magníficamente narrada, somos testigos de la transformación que sufre un matrimonio tras ganar la lotería. Ellos van gradualmente camino a la destrucción por el afán al dinero. También en el filme se muestra dos sub-tramas. Las actuaciones contienen un naturalismo poco usual para la época, y el final es de los más demoledores que haya visto. La mutilación de las más de nueve horas de duración fue un gran desgracia, pero afortunadamente este filme ha logrado la reivindicación que merece.

Hermoso filme. Describir este filme en una sola palabra es difícil. Uno se siente como un niño ante la obra que se está contemplado. John Ford nos muestra, una vez mas, el maestro que fue. Nos transportamos a esa Irlanda ya alejada. Impresionantes ver los parajes irlandeses. Hay que mencionar los diversos y peculiares personajes que componen este filme, todos ellos se ganan la simpatía del espectador. Las actuaciones son excelentes, destacando a Barry Fitzgerald, a John Wayne, y a la encantadora Maureen O'Hara. Estos últimos forman la pareja perfecta. También destaco la fotografía. ¡Magnífica! Un hurra por John Ford.