Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de VíctorVirgos
<< 1 2 3 4 10 17 >>
Críticas 82
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
3
3 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mena Suvari, cubierta de pétalos de rosas en la inolvidable “American Beauty”, donde enamoriscaba a un maduro con tintes bobalicones encarnado por Kevin Spacey, se nos convierte en “Atrapada en el engaño” “(No surrender)” en una mujer sofisticada y atractiva que se ha granjeado un glorioso porvenir como escritora columnista a base de recetas milagrosas para vivir sin miedo y sin la onerosa sensación de la soledad como aliada con contrato perpetuo.

En uno de sus proclamados discursos ante las masas entregadas conocerá a una admiradora secreta, que siempre firma sus emotivas misivas, de pura tribulación y angustia, bajo el alias “avergonzada”.

Admiradora y escritora-terapeuta-conductista forjarán una sólida amistad casi de cuento de hadas, pero el ex-marido de Amelia Davis (Mena Suvari), nuestra contemporánea heroína y paladín del movimiento femenino para retomar el control de sus azarosas vidas, acaba de salir del talego en libertad condicional, arrastrando un pasado mancillado por la violencia de género y su predisposición a subsanarlo todo a base de zurras y mucha trapisonda.

El violento Darryl (Marizio Terrazzano) comienza a coaccionar a su flamante ex-mujer y trata de aparecer en los medios como poco menos que un angelito redimido. En esto, Amelia tiene tiempo para trabar amistad y algo más con un guapo arquitecto italiano, Carlo Rossi. Parece su príncipe azul, pero Amelia sufre una agresión en su domicilio y el príncipe no tarda en caer de su castillo de oro.

El hecho no tiene gran trascendencia en cuanto al interés de la película, que es prácticamente nulo.

Si la reputación del conquistador italiano ya estaba por las alcantarillas, poco ayuda que lo sorprenda Amelia en compañía de su ex, el perdonavidas Darryl. El arquitecto, además, “esconde bajo la manga” secretos que le vinculan con la extorsión y el fraude, amén de un cambio de identidad que lo convierte de Carlo Mancini a Carlo Rossi.

Lo más impactante de la película, y no es gran cosa, deviene con el desenmascaramiento de “avergonzada”, la amiga ideal que resulta acreedora de una naturaleza mucho más vil y lunática de lo que nos cuenta su carita de ninfa de los bosques, cándida y digna de confianza.

Darryl acaba con un tiro entre ceja y ceja, y “avergonzada” confesando que más que amistad y orgullo siente por Amelia Davis una animadversión deforme y pútrida.

Es poco sorpresiva la mitosis que convierte a la amiga de confidencias en sicópata fuera de control.

Los primeros fotogramas de “Atrapada en el engaño” muestran a una “avergonzada” bastante pacata y medrosa, pero al final de la cinta, como adivinarán la mayoría, aquello no era sino una careta de mentiras y fingimiento.

VÍCTOR VIRGÓS. ESCRITOR. WWW.EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM
VíctorVirgos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
3 de junio de 2014
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Series y películas sobres resucitados, muertos vivientes, zombies, seres extraños e inclasificables las hay por doquier. Por ello, es como poco laudatorio cuando uno de estos productos trillados invoca en nosotros el encomio y la algarabía de la emoción ante una novedad que ha logrado sobrevivir al escollo del aburrimiento y el “deja-vu”.

Este es el caso de la fabulosa serie francesa “Les Revenants”. Con un ambiente de lo más inquietante, una cabecera siniestra, donde animales y enseres de la más dispar naturaleza subyacen bajo el agua, “Les Revenants” cautiva desde el primer segundo.

Uno ya se imagina, en ese preámbulo previo al inicio del capítulo, toda suerte de misterios de abstrusa exégesis. Y no desmerecen ni falsean lo pronosticado. Tiene elementos de sobra para mantenernos pegados a la butaca, como si fuésemos ya parte del tejido vetusto que la recubre. ¿Qué diantres está pasando con esa presa, que pierde caudal de agua día a día?

La serie arranca de la manera más inocente con una cotidiana excursión escolar. El autobús acaba despeñándose por un barranco y a partir de ahí, ya nada volverá a ser como antes.

Comienzan a “germinar” los “resucitados”, esos escolares infaustos, que regresan a casa muchos años después, aunque para ellos la concepción del tiempo es bien distinta y en su recuerdo, claramente deformado, acaban de marcharse y retornan tan panchos…

Estos especímenes inclasificables no supuran vísceras ni bilis, no hablan como si en el esófago tuvieran incrustada una radio averiada, no apestan a muerte ni caminan patizambos. Aparentemente están vivitos y coleando, en plena forma, salvo por dos detalles que atormentan al más pintado: no duermen nunca y tienen un hambre canina insaciable.

Los personajes están sobresalientes, mayúsculos. Excelentes interpretaciones, personajes verosímiles, gente corriente de la calle que enfatiza el matiz de la cercanía con el espectador.

“Les Revenants” está totalmente desprendida de los arquetipos norteamericanos de atrocidad, vísceras chorreando, sangre a mansalva. Su acicate principal es el clima de tensión inherente que envuelve cada capítulo como un sudario: misterio, emoción, intriga…

Quizá concite todos esos ingredientes un extraño niño solitario que lo único que hace es quedarse mirando a su “madre postiza” y comer de manera impenitente. Sin parafernalias ni efectos especiales, Simón, Adele, Víctor, Camille forman un ramillete protagonista de merecidísima preconización.

Es bastante aterrador ese túnel subterráneo recurrente, lóbrego, sórdido, donde se producen constantes ataques a mujeres imprudentes que lo cruzan a altas horas de la madrugada. El desenlace fatal, nada más verlo, ya tiene adosada a la grupa una banda sonora luctuosa.
VÍCTOR VIRGÓS. ESCRITOR. WWW-EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM
VíctorVirgos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
3 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Natasha Henstridge (Species) se enfunda en el inverosímil rol de una profesora de derecho, y digo inverosímil porque resulta extremadamente sexy y neumática como para bordar la caracterización. Algo parecido le sucede a su homóloga Josie Davis(Tara).

Nicole Johnson (Natasha Henstridge), como digo, resulta demasiado llamativa, pese a que los años han hecho mella en ese cuerpo de efigie que ya mostrara, mucho más lozano, en aquella entretenida “Species”.

La señorita Johnson en cuestión, lejos ya de aquellos páramos extraterrestres, se vuelve ahora mucho más terrenal y se alía con una estudiante a la que le han cargado el muerto, y nunca mejor dicho, del asesinato de otra alumna. La interfecta (Carlson Young) es una rubia atómica que no tiene mejor ocurrencia que atravesar un estadio vacío en plena noche y medio desnuda. Como no podía ser de otra manera, oculto hay un mirón con muy malas intenciones…

Jordan White (Brea Grant), lloriquea desde el calabozo su inocencia. Nicole, esa profesora denodada y preocupada por su alumnado, investiga e investiga, pero sus pesquisas no logran cautivar al espectador. A esta película le falta sangre en las venas, está abúlica perdida; discurre tan lenta que parece que no vaya a pasar de la primera marcha. Surge a medio camino un acosador y unos mensajes que coaccionan a Nicole para que deje de fisgonear.

Finalmente este solitario mirón será detenido y Jordan queda libre de toda sospecha. Pero su rostro, cuando abandona la comisaría y monta en el ascensor que la conducirá al santuario aséptico de su hogar, es el semblante inequívoco de una persona que poco tiene que ver con la abatida plañidera víctima de una injusticia judicial.
VÍCTOR VIRGÓS. ESCRITOR.
WWW.EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM
VíctorVirgos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
2 de junio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
CRÍTICA EN FILM AFFINITY DE LA PELÍCULA “UNA MALA INFLUENCIA (SHE MADE THEM DO IT)”

Una típica fiesta de jóvenes más o menos apolíneos, alcohol, drogas e indecencia, deriva en el encarcelamiento de Sarah Pender, por mucho que ella lloriquee y proclame su inocencia, culpando del marrón a su novio. Bien, el marrón en cuestión es nada menos que un doble asesinato: las víctimas, dos de los asistentes a la funesta reunión de amigos. Todo está en contra de Sarah (Jenna Dewan Tatum).

En la cárcel, Sarah se mueve como pez en el agua y sus compañeras de prisión son un encanto: marchosas, buenas amigas, eso parece más un campamento de verano que un presidiario. Sarah enseguida hace amigos, es poseedora de un talento innato para influir en los demás y conseguir de ellos lo que se le antoje. Además, está dispuesta a todo, pero todo todo, con tal de salir de una pieza del talego.

Es una mujer atractiva y con recursos y así, con esa belleza congénita y facilidad para embaír al más pintado, se fuga con un plan perfecto.

Sarah sabe muy bien cómo domeñar a las marionetas que son aquellos que se cruzan en su camino. No cabe duda de que es una superviviente nata, y desde luego, de santa tiene lo mismo que Al Capone. Pese a los ingredientes, la película no pasa de pasable.

Un típico producto de la tarde de los sábados…

VÍCTOR VIRGÓS. ESCRITOR
WWW.EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM
VíctorVirgos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
1 de junio de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya en la magistral serie de televisión ""24" Jack Bauer (Kiefer Sutherland), en el mejor papel de toda su prolífica carrera cinematográfica, tenía que cargar capítulo tras capítulo con las amonestaciones de sus superiores, porque Bauer iba a su aire. Por mucho que fuera un superhéroe de hogaño y el único capaz de intimidar y aprehender a terroristas del más alto y protervo escalafón, la admonición estaba garantizada. En Homeland su homólogo es la escuálida y sobrenatural actriz Claire Danes (Carrie Mathison), la única que hace algo útil para detener a células terroristas de Oriente medio y desenmascarar al "binomial" Brody. La pobre Carrie acaba en el psiquiátrico y la someten a torturas de la época de Freud. En vez de medallas, la inflan a pastillas y tranquilizantes.

En "The Following" pagará los platos rotos Ryan Hardy (Kevin Bacon).

El denodado policía está más solo que la una ante una pandilla de descerebrados que asesinan a diestro y siniestro por prescripción del no menos alunado "Mesías" Joe Carroll. Influidos por su figura y su pseudo-romántica-épica novela, en la cual incide sobre la belleza de la muerte y del acto de regalarla, se convierten en una abominable secta genuflexa ante su líder y predicador. La singular familia de irredentos tarados está perfectamente organizada; son extremadamente arteros y como las cucarachas, están en todas partes, infiltrados en despachos de abogados, comisarías y hasta el mismo clero si fuera menester. Además, como adolecen de inmoralidad, falta de escrúpulos y prejuicios, asesinan a sangre fría, ungidos en el credo de una especie de "Guerra Santa", sin importarles si viven o mueren en el intento... todo sea por Joe Carroll.

Su fanatismo y paroxismo tiene mucho de “ceguedad talibán”, y por ello prefieren ser torturados hasta la repulsión antes que delatar a su Mesías. Salvo Ryan, el resto de los policías son una aleación vergonzosa de pazguatos que no dan ni palo. Son gandules, incompetentes y refunfuñones, que lo único que hacen es reconvenir al sufrido Ryan Hardy y ponerse en contacto con los servicios funerarios y el médico forense. Son tan estultos que, obviamente, la secta de Carroll siempre les lleva una ventaja de proporciones siderales.

Para mayor remoque, esta impresentable congregación de agentes uniformados jamás aprende de los errores, que son innumerables, y en la segunda temporada aún no se han dado cuenta de que para detener a Carroll no pueden enviar a un único policía, pues aunque a veces le acompañan a Ryan Hardy dos o tres más, éstos son tan respetuosos, bisoños y cándidos que ya sabes de antemano que acabarán con un epitafio entre ceja y ceja.

Asesinatos a granel, la policía más cegata que Rompetechos y sobre todo, una segunda temporada bastante entretenida. Al final, uno no tiene más remedio que aplaudir la destreza de los acólitos del chalado Carroll, pues están tan bien organizados como un ejército de mercenarios profesionales, y frente a éstos, poco pueden hacer los chapuceros homólogos de Mortadelo y Filemón.

VÍCTOR VIRGÓS. ESCRITOR. WWW.EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM
VíctorVirgos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 17 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow