Domenico De Feudos se atreve con el terror Netflix y demuestra cuáles son sus referentes, bien alejado de las etapas del terror italiano, en una más qué interesante película de baja producción y altísimo rendimiento, con la que nos cuenta esa tradición no solo del sur de Italia sino de medio país que es la Fascinación, enganche místico brujeril con el que un espíritu puede encadenar de por vida a un ser humano, o sea, el reverso del vudú tan visto y disfrutado al menos por servidor en clásicos como La serpiente y el arcoiris o la reciente franco haitiana Zombi Child, obra magna y recomendable por completo. Il légamo no llega a esas alturas y está protagonizado por una niña repelente, una madre aún más y un padrastro bobo que acuden a casa de la madre de éste,una estupenda actriz,al igual que la que interpreta a su doncella y que son lo mejor de la cinta.
Somos muy poco indulgentes con el trabajo en serie baja de muchos países, pues la cinta es cuando menos, notable, bien dirigida, con metáforas cinéfilas clave y más que decentes resultados.
La fascinación, amigos, y les habla un medio italiano, es un hecho tan poco explotado como el mal de ojo español, atávico igualmente y aplaudible en su llegada al cine.
A destacar ambas actrices mencionadas y el mágico lugar de la ambientación, al pie de la cordillera sur italiana. Buen trabajo, poca pasta, más que bien invertida. Terror, costumbrismo y localización de 10.

Flanagan, que lo petó con The haunting of Hill House, adaptando una obrita menor sobrevalorada de Shirley Jackson, vuelve a demostrar que en lo que se refiere a terror televisivo no está todo escrito, y eso para un fan total de AHS y Murphy ya es mucho decir.
Vuelve además adaptando lo que para servidor es la novela/historia de fantasmas definitiva, mi adorada Otra vuelta de tuerca de Henry James, llevada al cine en varias ocasiones, algunas más que acertadas y con clara influencia en peliculones a la altura de Los otros.
Es otra vuelta de tuerca, sí, y es James, sin duda, pero con giros más que destacables y en este caso una dirección artística aún superior al anterior trabajo de Mike Flanagan. Con actores repitiendo al más puro estilo Murphy, Bly Manor comienza bien, muy bien, pero enseguida parece estancarse y ser un remedo de lo que ya funcionó hace meses, acusando la utilización del drama inmenso, el lagrimón inevitable y el rollo fantasmagórico de fondo.
Pero llega el capítulo 5, El altar de los muertos, y logra que nuestras cabezas exploten, las mandíbulas se desencajen y los ojos se nos salgan de las cuencas con una edición, montaje e interpretaciones SUBLIMES. A partir de ahí sólo puede uno rendirse lleno de amor cinéfilo y sucumbir a los encantos de la que desde ya es una de las series de TV más espectaculares en mi opinión.
Actores en estado de gracia (espectacular en especial el niño que interpreta a Milles), tensión y dimensiones múltiples y adorables rematan un trabajo que es pura filigrana.
Me encanta el toque oriental de los entes sin ojos, la imagen atemporal que refleja tán bien lo que es la novela y la elección del reparto.
Pues lo dicho,un DIEZ.

Tuve la fortuna de verla en su estreno, como cuatro gatos freaks... Y a tres años vista no sólo es que haya mejorado, es que se ha ENGRANDECIDO. Puesta de largo de los directores austriacos, la cinta, una muestra atípica del género, se convierte en un dramón PRECIOSO, una de las metáforas más románticas que servidor recuerda, y una patada en los cojones a los que dicen que ya no se hace terror como antes, que todo está hecho y demás pamplinas...
La peli empieza con un señor parando en una gasolinera perdida en el monte. Resulta ser un asesino en serie pederasta, y acaba pinchando junto a una casa abandonada... O eso parece hasta que llega Mina. No destriparé nada más. Ya en la descripción bastante se cuenta.
El amor mueve montañas.
La soledad, y en estos tiempos viene al pelo, mata.
Magnifica.
Lo mejor: Ufff... TODO
Lo peor: Nada

Sí hasta en la BSO están los Blonde Redheads con For the damaged....

Una obra maestra.

OBLIGATORIA

Película de bajo presupuesto, aprovechado requetebién.
Historia triste, muy triste, de fantasmas de la guerra, en la que una protagonista, preciosa, recientemente viuda, va con su hijo a vivir a una casa frente al mar, que perteneció a una mujer de su edad que murió en la IIGM y cuya hermana (ESTUPENDA, LO MEJOR DE LA CINTA), anciana ya, es su vecina.
Hombre sospechoso, apariciones bien llevadas-menos una, y fotografía y sonido deliciosos hacen de la cinta algo muy superior a lo esperable.
Giro final no por esperable, desdeñable en absoluto.
Más que recomendable...
Lo mejor: Virginia McKenna, a sus 88 años, de Oscar...
Lo peor: Algunos FX, muy de telefilm protagonizado por Shannen Doherty.
Qué guapa es Miranda Raison...

La película es una chuminada, vamos, una mezcla de terror y comedia patrios que roza el mal gusto por momentos. Lo que no quita para que los empeños de director, guionista y reparto no merezcan al menos un visionado. Clara burlilla a Iker y sus milenios, por ahí me ha ganado. Pero sobre todo, a destacar, y mucho, la TREMENDA Alba Messa, la versión cañón de Manuela Velasco, y la única que entendió, o eso parece, las intenciones de la peli.
Lo dicho, interesante y divertida. Y ya es bastante...