Definitivamente algo falla en la sociedad ... si se le otorga un notable alto a esta película. Como crítica al sistema es banal, tópica e increíble. La alternativa de vida que se propone ha sido otras veces predicada con bastante más acierto. Hay bastantes escenas que resultan pueriles y otras tantas inverosímiles, especialmente al final. No llego a saber si todo ello hecho con intención o cuestión de simple incapacidad narradora. Si se examina desde el lado sensitivo, en ningún momento llega a emocionar. Una buena actuación de Viggo y una imagen atractiva en ocasiones es lo que puedo destacar.

Una película flojilla, que a mi entender no logra ninguno de los propósitos que aborda. Un tema muy manoseado ya por los propios medios de comunicación, que nos lo enseña a diario con más gancho si cabe. Los momentos que se supone deberían imprimir tensión, son casi de risa. Las escenas policiales patéticas. Los actores no se creen su papel. El intento de "feeling" hacia el secuestrador no existe.
No llega a ser una película nefasta a la que se puedan achacar grandes errores, pero se queda en una película rutinaria y banal en la que no logro descubrir ningún acierto.

Dentro de 10 años tengo que volver a verla para ver si me entero donde está el interés de esta película, porque en esta ocasión ni siquiera he podido terminarla.
Por encima de todas sus posibles virtudes me parece aburrida. Eso significa que ya no me interesa. La palabra más fina para definirla sería "anodina". Llevo una media hora de visualización, que se me ha hecho eterna, y me afano en pillarle la gracia. Pero no hay manera.
Quizás pasado un tiempo, cuando yo esté mas cultivado en el arte del cine pueda volver a verla y entonces me parezca interesante, como dicen la mayoría de las críticas. Al día de hoy le doy un 3 por lo bien hechos que están los muñequitos.

La película me parece entretenida y correctamente ambientada. Contribuye a ello el hecho de presentar a unos personajes que se hacen querer, independientemente del bando al que pertenecen, mérito atribuible sobretodo a Eslava Galán, que así los pinta en su novela.
El mayor inconveniente que he encontrado ha sido la dificultad para entender los diálogos, algo que por desgracia no es infrecuente, pues a esa moda internacional actual de ocultar los diálogos bajo el atronador y excesivo sonido ambiente o musical, se suma aquí la penosa vocalización de la mayoría de actores, empeñados en hacer valer un cerrado acento andaluz, en un afán de dar realismo al personaje supongo. Y lo consiguen, pues les entiendo exactamente igual que a un campesino de la serranía jienense. Es decir, casi nada.

Después de leer la fantástica novela de Domingo Villar estaba impaciente por ver como había quedado en película. Las críticas más bien negativas que recibió me desilusionaron en cierto modo, pero no me quitaron la ilusión por verla. Y en mi opinión si merece la pena pasar por taquilla.
Indudablemente no se recrea el ambiente como en el libro y quizás un entorno un poco más misterioso y desasosegado no le hubiese venido mal. Pero los actores creo que están correctos, la trama bien llevada, el ritmo constante y en ningún momento flaquea. Desde luego el punto fuerte es la trama, y el más flojo la fotografía, a la cual yo hubiese dotado de menos nitidez y contraste, procurando una luz más difuminada y nebulosa.