La peor de la franquicia. Decepción total. La película sigue los caminos más desgastados del género, mostrando una trama predecible que no ofrece nada nuevo ni emocionante. El director y protagonista Patrick Willson recurre a la fórmula estándar de sustos baratos: puertas que se abren solas, sombras que se mueven inexplicablemente y ruidos de golpe que solo provoca irritación. Los momentos supuestamente de tensión se sienten forzados y no logran generar ni la mínima sensación de miedo. La trama se mueve lentamente, con una primera mitad que se arrastra sin realmente avanzar en la historia. Y la parte final es casi lo mismo de las entregas anteriores. Las actuaciones son flojas (Rose Byrne parece que la obligaron a estar, se le nota el desgano). En última instancia, fue una oportunidad perdida para revitalizar la saga que venía casi acabada. Innecesaria. No merece la pena.

Solamente basta con ver el inicio de la primera para saber que tenía buena pinta. Con esta es todo lo contario, desde el inicio se ve que va a ser inferior. Y lo es. Una segunda parte (¿?) que no aporta nada. Tampoco hay que esperar mucho de Netflix, ya sabemos cómo es.

Si bien está enmarcada en los años 90 dentro de la intrincada problemática social-político-religiosa de Irlanda y a veces su humor es muy local, es lo suficientemente inteligente para que sea disfrutable por un público amplio de cualquier parte (a lo mejor se escapan algunos chistes y apuntes con marcada referencia local), y en su conjunto es más que satisfactoria. Hacen mofa de todo: su idiosincrasia, los ingleses (los británicos en general), la religión católica, la educación, las relaciones padres e hijos, etc. Hace tiempo no me divertía tanto con una serie. Todos los personajes están realmente bien (la monja-directora y el abuelo son de lo mejor). Los capítulos son cortos igual que las temporadas, justo lo necesario. Se ve de un tirón. Totalmente recomendable.

Tengo sentimientos ambivalentes con esta película. No sé si es mala o buena. O empieza bien y por el camino se pierde, y luego termina mal. O siempre fue mala y termina peor. O simplemente es aceptable y ya. Pero luego pienso en la cantidad de inconsistencias, situaciones inverosímiles y cambios de tono drásticos, que finalmente creo que es una película del montón que hubiese podido ser realmente buena (si nos atenemos a la primera parte). Lástima, tenía expectativas altas por las buenas críticas que había leído, pero se quedó en un simplemente “quise, pero no pude”. Con la cantidad de cine de suspenso y terror malo que abunda últimamente, tal vez esté un poco por encima de la medida y logre entretener al público menos exigente.

Son increíbles las críticas negativas que sobre esta película he leído acá. Cosas como que no es fiel a los hechos, que es aburrida, que no cuenta nada nuevo, etc. Vamos a ver, es una película, no un documental. Además de tratar de ser lo más correcta históricamente también debe entretener y para eso debe darse ciertas licencias narrativas. No es algo que no se sepa, se hizo siempre en todas las producciones basadas en hechos reales. Decir que es aburrida son simplemente ganas de parecer intelectualoide. Y por supuesto que no es novedosa, pero tampoco pretende serlo, todo lo contrario: cuenta lo que ya se sabe, pero de una forma vehemente y visceral si se quiere. Y lo peor, que la descalifiquen por ser de Netflix sin haberla visto (que sí, que ya sabemos que saca cada bodrio) pero acá se ve que no metieron mano, o por lo menos no para mal. En fin, a mi me ha encantado, tiene escenas maravillosas, una fotografía estupenda y una más que correcta dirección. A la altura de 1917 y otras similares.