De lo mejor que ha salido de éste lado del mundo. Violenta, estremecedora y brillantemente filmada e interpretada.

La historia por increíble y sensacionalista que la tachen no es muy distinta de lo que uno ve todos los días en los noticieros: pandillas, drogas, crímenes y corrupción. El mundo real para empezar es peor y segundo nosotros afortunados de tener una PC con Internet no podemos ni imaginar como es crecer entre disparos y delincuencia (evidentemente ésta no es la primera película que trata el tema, ni la más cruda).

Si solo por la forma en que se ha tratado la historia ya es una obra maestra entonces no hay halagos suficientes para lo que resulta al añadirle una calidad técnica impecable. Excelente narración, excelente fotografía, muy buena música, magistral ambientación, etc.

No sé que más añadir, solo decir que desde ya se le puede considerar un clásico del nuevo siglo y una de las mejores películas de la historia.

Bastante floja en comparación a las otras de la saga, incluso “Hannibal” de Ridley Scott logra mantener por un momento el interés del espectador (tal vez solo por la presencia de Anthony Hopkins). Lo único destacable de ésta película es la construcción interna del joven Hannibal, la excelente interpretación de Gaspard Ulliel recrea perfectamente la personalidad y mentalidad del asesino algo que yo no creía posible antes de ver ésta película.

A eso se debe sumar la correcta ambientación y nada más, el resto del metraje se mueve entre el sopor y no produce la más mínima emoción (no hablemos de suspenso). La historia en general es mala, sobran muchísimas escenas y el resto de los personajes son muy planos.

Por lo menos no pretende igualar la asfixiante atmósfera de la obligatoria “The Silence of the Lambs” como intentaron Scott y Rattner. Eso si lo veo absolutamente imposible.

Una vez más Edgar Wright y Simon Pegg agarran un género cinematográfico “friki” (primero zombies y ahora “buddy movies” de acción) y lo parodian con inteligencia. El resultado no solo es una joya de su género (por que acción e intriga no faltan), también tiene un profundo mensaje y crítica a la sociedad contemporánea.

Simon Pegg y Nick Frost una vez más dan la talla como compañeros (el primero excelente, el segundo imprescindible), Wright vuelve a demostrar su estilo en la dirección y no se olvida de incluir las infaltables referencias a otros films incluyendo varios guiños a su propia “Shaun of the Dead”.

La historia es excelente, ¿por qué no pueden ser todas las comedias así?

No se como le pudieron dar luz verde a tan estúpida historia. Si bien el comienzo no está nada mal; una vez que nos transportamos a un insufrible, hortera y absurdo futuro (cuyo concepto es un verdadero insulto a la inteligencia del espectador) no dejan de suceder incoherencias y tópicos que en el peor de los casos intentan ser graciosos fracasando miserablemente (la escena de “sexo” entre Sly y Bullock).

De la mediocridad de los actores no hay mucho que comentar (Snipes ridículo, Bullock de pena y Sly como siempre). Por lo demás es absolutamente prescindible.

Pasaron muchos años desde la última vez que se hizo una película de aventuras como se debe y aunque la sombra de Indy (el clásico, nada de insufribles calaveras de cristal) es muy grande; ésta Momia del infame Stephen Sommers logra alzarse como referente entre los blockbusters de los últimos años.

El reparto encabezado por Brendan Fraser cumple con unas convincentes (aunque no especialmente destacables) interpretaciones, los estereotipados papeles que hacen John Hannah y Kevin J. O’Connor lejos de producir la ira del espectador (como siempre suelen hacer estos personajes) aportan con humor a la historia. El guión no es una excusa para mostrar los sorprendentes efectos especiales y por una vez estos se usan correctamente y con medida.

Y pensar que ya casi han pasado 10 años desde su estreno, tal vez con el tiempo se la sepa apreciar como un pequeño clásico del género. Hoy ya casi no se hacen películas así.