Esto que voy a escribir quizás moleste a los seguidores de Clint Eastwood como director, pero aquí ha pinchado, este largometraje me deja frío, se me antoja largo y el final no lo entiendo. Vale que en un principio resulta entretenido ver a la variedad de personajes que nos presentan, por sus extravagancias y sus rarezas. Pero luego el argumento, lo que es la columna vertebral de la historia no nos lleva a ninguna parte, seguramente esa sea la intención, que cada cual saque sus conclusiones, pero para eso no hace falta tenernos ciento cincuenta minutos mareando la perdiz.
Hay fallos que al día que escribo que estas líneas son imperdonables, por ejemplo en la escena del bar que aparece el señor de las moscas, si os fijáis se ven los alambres que mueven las moscas. El resto está realizado con un clasicismo y una técnica como ya nos tiene acostumbrados el director. Pero insisto, que para mostrarnos a unos personajes variopintos, para mostrarnos los prejuicios y supersticiones de un parte de la sociedad norteamericana no hace falta tanto metraje.
Es del tipo de películas que si te pilla cansado te duermes a la primera hora. Hay que ser seguidor muy entusiasta del director para disfrutar de este largometraje.

A un amigo mío su novia le había engañado, el fue a pedirle explicaciones, ella sin pensárselo dos veces le respondió diciéndole que echase un vistazo al largometraje "Los puentes de Madison". Cuando acabo de verla, mi amigo se sintió doblemente engañado, primero por los cuernos que le había puesto su novia, y segundo porque en esta película Clint Eastwood ni era duro, ni era letal, ni pegaba un solo puñetazo, ni disparaba ninguna arma (eso si no contamos su entrepierna como arma), ni hacia volar ningún puente para luego reconstruirlo. Se sentía doblemente traicionado, por su novia y por su ídolo de películas de acción.
Cuando me lo contó, yo le dije: tío ¿tú sabes lo que es el amor?¿los sentimientos?¿el querer y no poder? no, pues yo tampoco. Pero si tu quieres a tu novia, o la haces feliz o búscate a alguien que la haga feliz. Que tú seas un cornudo, eso es de segundo plano. Confórmate con ser un segundón, no tienes el carisma de Clint y no eres fotógrafo de ninguna revista de prestigio, no has salido de tu comarca y haces las fotos con el móvil. Y además piensa en el ejemplo que le estas dando a tus hijos, fuiste el hombre que dejo que su novia fuese feliz, al menos por unos días. Todo esto se lo contaba mientras le hacia oír música new age y le enseñaba unas bonitas fotos de atardeceres.
Y así fue como me libre de que me diera un par de ostias merecidas por haberme acostado con su novia. Y es que certezas como estas solo se tienen una vez en la vida

Nunca me cayó tan bien un delincuente, y nunca sentí tanto su perdida. Kevin Costner se luce en este personaje que es un auténtico regalo para cualquier actor. Y realiza según mi opinión personal el mejor personaje de su carrera. Y Clint Eastwood detrás de las cámaras nos da una lección de cine, donde hay planos y escenas que son autenticas obras de arte, dándole a cada momento su profundidad de campo, o mostrando unos primeros planos que llegan a intimidar al más valiente. Una de esas joyas que te llegan al corazón cada vez que las ves. Todos los personajes guardan relación, todos tienen su peso en la historia, no hay nada al azar.
Una gran historia que nos demuestra un mundo injusto, donde nadie es perfecto al cien por cien, donde nadie puede escapar de su destino, ni del sitio en que nos coloca la sociedad. Y que al final acaba golpeándote (la historia) con fuerza al corazón. Dos horas de tiempo bien invertidas, si no la habéis visto (cosa que me extraña), no dejéis de verla. Os la recomiendo

Nos encontramos con Clint Eastwood en un estereotipo de personaje visto muchas veces en pantalla, el hombre a servicio de la ley, veterano, abandonado por su mujer y con problemas con algún tipo de adicción. Por otro lado, tenemos a John Malkovich, en otro personaje estereotipado, el típico exmiembro de una organización que fue entrenado para ser letal y que al ser abandonado pretende tomarse la justicia por su mano. También tenemos al principiante, lleno de dudas y errores, a un superior joven y prepotente, a un jefe de seguridad que nos cae como una patada en el culo y a la mujer florero. Si cogemos todos estos personajes y los ponemos en una historia para salvar por enésima vez al presidente de EE. UU., ya tenemos una historia comercial y entretenida, que con el nombre de los dos protagonistas ya atrae a la gente. A todo esto le añadimos el toque psicológico del juego del gato y el ratón, para darle profundidad, lo sazonamos con algún dilema patriótico y moral, y ya tenemos entretenido al personal.
Pues eso, esto va de perfiles y estereotipos. Entretenida.

Carreras, disparos, persecuciones, peleas, explosiones, humor y Clint Eastwood, ¿qué más se puede pedir para pasar una tarde de domingo en el salón de tu casa?, y encima tiene a Charlie Sheen cuando nos caía bien.
Largometraje entretenido, donde ya se va perfilando la mano de un maestro en la dirección que posteriormente nos traería obras maestras. El argumento es de lo más simple, dos policías uno novato y otro veterano se enfrentan a un peligroso traficante de vehículos de lujo. En su quehacer cotidiano pasan por tipo de situaciones y adversidades.
La película ofrece espectáculo, con escenas espectaculares y algunos diálogos ingeniosos, y con una especia de visión satírica del que fuera un icono en sus tiempos, el duro Harry el sucio.