Nuevamente adaptación al cine de una novela que no he leído; tengo que leer más. He leído algunas críticas "profesionales" que hacían aclaración de determinados aspectos del libro, reprochando al Sr. Jackson ciertas licencias en la adaptación, pero que no me han aclarado hay quién hay que demandar por el fallido final. De todos modos, si el material argumental era así de blandito en su génesis, también podemos acusar a Jackson de elegir tan meloso material en lugar de conmovernos con un remake de "A sangre fría".
La película que, pese a todo, se deja ver, se resiente de navegar (seguramente a la deriva) por la parte menos interesante de la historia: ese mundo judeo cristiano casi calcado con el que Vincent Ward ya me aburrió en su lacrimógena "Más allá de los sueños". Ello provoca que no haya demasiado tiempo para revestir de carne a muchos personajes y que acaben por resbalarnos muchas de las escenas.
Sin embargo, además de las interpretaciones de Tucci (grande casi siempre) y Ronan, me ha sorprendido Rose McIver, en el papel de la hermana de la protagonista, en un papel que va adquiriendo peso a lo largo de la película y que protagoniza el momento más tenso, asesinato al margen.
En definitiva, una mala elección de guión que no salva Peter Jackson. O un mal Peter Jackson hundiendo una novela... vaya usted a saber.

Melodrama romántico, más convencional de lo que la primera impresión nos pudiera ofrecen al enfrentarnos a una cinematografía tan poco conocida como la turca. El film nos presenta una historia de amor entre un díscolo y complejo cheff (curioso el protagonismo de esta profesión en el cine de los últimos tiempos) y una diáfana chica que le intentará enseñar a vivir de un modo distinto. Su esquema, modelo narrativo y tempo, no difieren mucho de cualquier filme europeo (mediterráneo) o latino americano, ni el sisteme social, ni el comportamiento, ni las actitudes nos van a resultar extrañas, reconoceremos comportamientos y nos podremos identificar con las actitudes de los protagonistas. En su debe, su exceso de convencionalismo y una impostura un poco blanda destinada al gran público.
Sin embargo la película se beneficia de un acertado final que prolonga el sabor del filme en nuestros paladares. Recomendable para seguidores de historias de amor tortuosas que quieran ampliar horizontes.

Mark y Brian jugaban un día al "Call of Dutty" con unas cervezas.
- Colega, ¿te imaginas si los tios estos fueran de verdad? Joe, tío que caña, mira el mio está reventao jajaja.
- Uyyys, lo tengo, lo tengo. Tenemos la peli del año. Apunta en la caja de las pizzas. Personas controladas con mando de consola dándose tiros.
- ¡Genial, de ésta nos forramos! Joe, Mark, somos geniales. Claro que si se pudiera hacer... yo me metía en los Sims y me calzaba a una rubia.
Ambos se ríen estruendosamente, se miran...
- Tiooooo, tenemos para otra peli. ¡Somos la leche!
- ¿Y que ponemos en medio de las escenas de acción?
- Eso que lo piense otro, colega, que tu y yo ya estamos saturaos... y pásate otra birra.
- Brian... ¿y una peli con la maciza de Tom Raider? No, Mark eso ya está hecho.
- ¿No fastidies? ¿Y como le pusieron?
- Tom Raider
- Joe que cabrones, hay gente con cabeza. ¿Y que tal está?
- No sé, yo no veo cine clásico, me aburre. Sólo me la casqué con el poster.

Por esos azares, es la segunda peli de "venganzas" que veo el mismo fin de semana. La vi justo antes de "El secreto de tus ojos" y ambas son la cara y la cruz de una moneda extraña. Esta película es plana, facilona, con acción gratuita, diálogos de relleno, trama increíble, desarrollo de manual de filme de acción y resolución precipitada (si cambian los adjetivos utilizados por su antónimo tendrán la crítica de "El secreto de sus ojos").
F. Gary Gray no se complica la vida, no ha corrido peligro de recalentamiento neuronal. Se ha limitado a hacer una película de género, pueril y prescindible. Para entrar en la trama hay que ser muy crédulos con cientos de endebleces de guión, tener unas grandes tragaderas, porque si no, el personaje de Butler es difícilmente digerible.
Película olvidable que proporcionará diversión a espectadores poco exigentes y que se dejen engañar con facilidad.

Definitivamente, no sabemos hacer películas como los norteamericanos; sencillamente no nos salen. No podemos ceñirnos a la acción de películas de género, olvidarnos del por qué lleva a un hombre a perseguir un imposible, no sabemos dar soluciones sencillas y sin venir a cuento, sólo por que son espectaculares. Somos incapaces de crear personajes planos que no necesiten hablar para explicarnos sus actitudes. Somos lerdos totales para generar finales estúpidos que dejen al espectador con una forzada tranquilidad.
Pero lo que sí sabemos hacer es cine; sabemos conmover, disfrutar con la belleza de la imagen, degustar diálogos brillantes, emocionarnos con personas que sólo son personajes porque forman parte de una ficción. Eso, gracias a películas como ésta, demostramos que sabemos hacerlo muy bien.
Gracias Juan José por dos horas de emociones y diversión incontenible, gracías por la sensibilidad con la que dignificas el oficio de narrador.
Desde el primer plano del filme, desde que la primera nota de una inspiradísima partitura resuena en nuestros oidos, asistimos al placer de dejarnos envolver por Cine, con mayúsculas.