La herida

Dirección e interpretación. Muestra de dominio, control y cuidado ante una delicada y caótica protagonista es lo más destacable y plausible en una película cercana y gélida al mismo tiempo. 'La Herida' nos hace partícipes del dolor en planos secuencia cuidados para mostrar la mejor interpretación que podían premiar en San Sebastián. Marian Álvarez guía la película hacia su terreno para conseguir trasmitir con silencios lo que nos se puede relatar con palabras.

Una chocante y atractiva puesta en escena que nos invita a formar parte de Ana para mostrarnos sus terrores e inseguridades, su fragilidad, su intimidad dentro de un trastorno duro y difícil. No consigue hacernos disfrutar, como ya apuntó su director, si no hacernos entrar en el juego y trasmitirnos la crueldad de una persona consigo misma en la incapacidad de tomar las riendas de lo que le ocurre, y mucho menos de lo que que ocurre a su alrededor.

A pesar de la calidad, no puede evitar caer en cierta iteración que puede cansar con una sensación de pasividad sólida en el guión. Quizá el único apunte a lo que puede convertirse en una de las películas españolas mejor elaboradas del año. Por mi parte, la considero como una experiencia recomendable aunque no la alzaría entre vítores como lo mejor de lo mejor. Simplemente su manera de llevar a efecto una historia psicótica la convierte en seductora para un público en busca de experiencias fuertes.

De morboso. Así defino a este crudo y consistente filme. El calificativo no tiene relación alguna con la buena calificación que le he otorgado.Y es que siendo coherente, tengo que decir que el filme logra de forma eficiente su propósito: narrar el episodio de una mente enferma, desequilibrada, mórbida; así para ello tenga que herir susceptibilidades.

Marian Álvarez como la tormentosa y trastornada chica, es lo más interesante de 'La herida'. Sus cambiantes manifestaciones emocionales, sus impulsos frenéticos y sexuales, sus manías auto destructivas, su tendencia al suicidio y demás patologías psicológicas, están retratadas de manera fenomenal. Ella soporta la carga dramática del filme, y lo logra en gran nivel de principio a fin.

Lo más interesante del filme es la ausencia de moraleja. Este solo quiere narrar un episodio más dentro de la vida de la trastornada protagonista. Su director, Fernando Franco, abusa en todas las direcciones de su protagonista, de su muñeca de cera, Ana, la que, en ningún momento, hace esfuerzos por desviarse de la autodestrucción. Este elemento de sinceridad/cordura del director hace que estemos ante un filme tan duro como la realidad. Acá no habrá victoras ni redenciones. Solo dolor, heridas.

Quedan en deuda personajes que pudieron aportar más valor a la historia. ¿Qué rol tenía la madre en el filme? Fácilmente pudo ser cambiada por un perro o un gato, o por una compañera de apartamento drogadicta o hipersexual. El amigo suicida del chat también pudo ser más provechoso.

Película no apta para todo público. Drama lineal, con pocas emociones, ninguna intriga. Y muchas heridas, literal.

Asfixiante película centrada en la atormentada protagonista, depresiva, dolida y autodestructiva. Sin duda alguna de un realismo aplastante por la crisis de identidad que sufre la protagonista y las terribles consecuencias que se derivan de ello. La cámara la acompaña hacia su mundo interior y todo al dolor que la acompaña y desespera.

Es una historia cotidiana de una joven incomprendida, en crisis y atrapada en su mundo de dolor, en el que todo lo que la rodea: su trabajo, la relación con su madre, su pareja va cayendo como un castillo de naipes sin encontrar el fondo.

La interpretación de Marian Alvarez es de las mas sobrecogedoras que he visto en tiempo, y mas pensando la dificultad al estar permanente en pantalla y al tener que reflejar muchísimas sensaciones de fingimiento de la normalidad de su vida de cara a quienes le rodean intentando ocultar su propio infierno. Aun mas increíble pensando que es una actriz novel, supera con creces el reto. Talento a raudales. Al igual, su director que reproduce un mundo oscuro y cotidiano y creando incomodidad de principio a fin, los planos son prolongados y crea una montaña rusa de emoción en busca de luz que nunca parece llegar.

Es una película desagradable, y muy incomoda y de las que dejan poso. Una vez vista no puedes sacarla de la cabeza.

La mejor película española del año.

Muy buena.

La herida de Fernando Franco, es un drama basado en la oscuridad psíquica de una mujer. Dirigida con un ritmo pausado y tranquilo, es original y distinta por ser prácticamente un monólogo de planos hacia la protagonista, siendo por tanto distinta y peculiar. Y está realizada de manera intimista y subjetiva, siendo admirable por su aporte de ideas frescas en la grabación, y con un resultado lúcido y perspicaz, que provoca reacciones diversas en el público.
La fotografía, es humilde y sugerente a la trama, con algunas imágenes impactantes que desconciertan al espectador. Y los sonidos, muestran con naturalidad y acierto los ruidos cotidianos de la calle para no desviar ni manipular los sentimientos del espectador hacia la protagonista, que es en quien se centra el 100% de la trama. Empleando unos vestuarios sencillos y normales para los personajes.
Las actuaciones, o mejor dicho la actuación, es enorme y convincente por parte de Marian Álvarez, interpretando con mucha profundidad psicológica en lo que prácticamente es un soliloquio. Pero podemos mencionar los pequeños papeles de Rosana Pastor, Manolo Solo, Ramón Barea, Luis Callejo, Ramón Agirre y Andrés Gertrudix. Empleando para el papel principal, una narrativa escasa y desesperanzadora, con toques agresivos y violentos.
El guion, es algo convulsivo y estremecedor, llevado a cabo con la intención de incitar a un espectador que asiste con asombro a un visionado violento y turbador, que penetra y produce una tristeza profunda, por la capacidad de autodestrucción de una persona. El cual está argumentado con desilusión y pesimismo, por su propia espiral violenta y desoladora.
Para finalizar, merece la pena resaltar lo que aparte de la interpretación de Marian Álvarez es de lo mejor del film, que son los planos y movimientos de cámara con uso de seguimiento, primeros planos, primerísimos, cámara en movimiento, subjetivos, personales y planos detalles bien trabajados y elaborados con originalidad y astucia en un excelente trabajo técnico.
Pero en líneas generales, aunque la cinta está dotada de un gran talento profesional y de una excelente interpretación principal, es impenetrable como su personaje, y desde luego incomprensible, ya que es básicamente inescrutable y oscuro. Y solo recomendable por su dirección, interpretación, planos y movimientos de cámara que hacen de La herida, un film psicológicamente profundo y provocador.

Esperaba encontrarme una película entretenida, y así ha sido, la he disfrutado desde el principio hasta final, 90 minutos muy entretenidos.
Es sorprendente el gran partido que le ha sacado Fernando Franco al poco presupuesto, es una película barata, (estoy seguro), pero no necesita un presupuesto muy elevado, la película mantiene el ritmo desde el principio, y te atrapa lo suficiente como para terminarla con un buen sabor de boca, el director ha hecho mucho con poco, le felicito.
Además me ha parecido una película muy realista, tiene pequeños detalles que ayudan mucho a la película, (lo que por lo menos a mi me han gustado).
La actuación de la protagonista es perfecta, me he quedado sorprendido durante toda la película con esta chica, no me esperaba una actuación tan buena por parte de ella, desde aquí la aplaudo, ole.
El resto del reparto también muy buenos, Rosana Pastor, Manolo Soto, Ramón Barea, Luis Callejo, algunos me sonaban de otras películas o series, buen reparto, buenas actuaciones.
Un buen ritmo, buen guión, buenas actuaciones, la película te atrapa desde el principio y no te suelta hasta los créditos finales, Fernando Franco le ha sacado el máximo partido al presupuesto, me ha gustado y claramente esperare su próxima película con ganas.
La recomiendo, eso sí, no se la recomendaría a todo el mundo, una buena película española, muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
Buena, sorprendente actuación de Marian Álvarez.