Nación asesina

Esta película toma la historia de el Crisol, pero en lugar de brujería se persiguen escándalos. La verdad es que resulta una propuesta interesante, y te hace reflexionar sobre la privacidad, los prejuicios, el sexo, la pedofilia, …

Lamentablemente podría haber tirado más de la cuerda, y no lo hace, en pro de convertirse en una de esas películas a lo “Scream” que tanto triunfaron en los noventa.

Sin embargo, no hay que quitarle mérito, y me parece una película que merece la pena.

Esta película, que recuerda a las de The Purgue, Escuela de jóvenes asesinos o incluso Asesinos natos es toda una crónica de nuestra sociedad.

Perversión, maldad, falsedad... (no piensen que soy un conservador porque en absoluto lo soy) y sobre todo mucha, mucha hipocresía es lo que hay en esta sociedad. Se señalan los deslices de los demás, pero no se miran los de uno/a mismo/a. Y qué decir del machismo... existe, y por muchas oleadas feministas que estemos viviendo ahí sigue un machismo normalizado. ¿Por qué una adolescente es vista como una destrozahogares por flirtear con un padre de familia y él no cuando fue el que empezó el tema? Los que más señalan la "inmoralidad", al colectivo LGTBI, al extranjero (la película no toca el tema de la inmigración pero quería citarlo) son los menos adecuados para ello.

A alguien se le ocurrió hackear las vidas de la gente de Salem y pasó lo que pasó: venganzas, violencia, difamación y sobre todo indignación por parte de los "patriotas" de bandera a quienes les molestó más la violación de la intimidad que los comportamientos digamos inadecuados.

Seguramente no tenga el guión más brillante que se pueda ver, pero es cierto que transmite un mensaje claro y contundente, estamos atrapados entre la conciencia moral y nuestros propios demonios. Cada vez más difundidos y controlados en la red. Sabe hacer reflexionar a la par que pierde fuerza por momentos. Lo que esta claro es que no te dejara indiferente.

Puesta al día de la célebre persecución de las brujas de Salem en el mundo de los smartphones, las redes sociales y los millenials. Tranquilos, no es un espoiler. Aparenta ser un escaparate para que veamos lo descerebrados que llegan a ser los adolescentes pijos, ególatras ansiosos de trascender vía Instagram. Pero luego la cosa se pone más densa y el discurso cambia, a mejor. Ya les digo que tiene base histórica. El tramo final sacará a mucha gente de la peli, ya que cambia el registro radicalmente, y muchos no se percatarán del tono paródico, por hiperbólico. No obstante los avispados se quedarán con la chicha, aunque los más cerrados solo verán propaganda.