Hatfields & McCoysMiniserie

Basada en un conflicto histórico que ya forma parte del imaginario norteamericano como paradigma de la rivalidad entre familias, Hatfields & McCoys cuenta con un estupendo reparto con, entre otros, Kevin Costner, Bill Paxton o Tom Berenger. Es un western crudo, fiel retrato de una época despiadada y donde tomarse la justicia por la propia mano era moneda de cambio habitual. La miniserie es entretenida y los papeles principales están muy bien, pero a veces resulta un poco alargada y algunas cosas parecen pasar de una forma muy obvia, como si los personajes fuesen demasiado torpes o inocentes como para darse cuenta de según qué peligros, lo que en mi opinión le resta en determinadas situaciones. En cualquier caso, vista como un todo, es interesante.

Hatfields and McCoys es soberbia, con todos los ingredientes que debe tener todo buen western, a lo que se añade un casting muy acertado. Donde cómo no, Kevin Costner en un western está sublime. Y es que Hatfields & McCoys lo confirma como el mejor actor del western de los últimos 25 años (tras el adiós de Eastwood), así lo ha demostrado aquí y en las más que reseñables películas como son la poética Bailando con Lobos, Wyatt Earp y Open Range. Quizás debería estar en todos los western que se hagan como hacía John Wayne, no falla en este género, el amigo Kevin. Si hubiera nacido en la edad dorada del western, sería un mito.
El tema es que Hatfields and McCoys, es bajo mi opinión lo mejor le ha pasado al western desde Sin Perdón, junto claro está con Deadwood, esa obra maestra hecha serie.
Hatfields and McCoys es tan fiel a la historia real, que ese puede ser su único pero. Aunque quizás mejor así.

Plana, plana. Casi ridícula.
No la salva el hecho de basarse en una historia real.
Los guionistas de la serie no se lo curraron mucho. Se odian unos a otros y se van matando a una velocidad relativa a la cantidad de alcohol ingerido o al sentimiento del honor infectado. Mucha venganza visceral y aburrida. Poco más. Un par de matices para dar una mínima coherencia al argumento. Montescos y Capuletos armados con escopetas y pistolas de gatillo fácil. Pum, pum, pum y algún tiro entremedias. Llegas a un punto en que ya sabes que no tardarán a dispararse. A penas hay reflexión sobre nada. Sandeces y tópicos. Y alguna ridiculez.

No es que sea un entusiasta de las series, en verdad hace poco que comienzo a fijarme en ellas. Pero de las que he visto, sin duda, esta es la peor. Había momentos que me producía un poco de vergüenza ajena. No pienso ni ver el capitulo final que me falta.

No me hablen de las actuaciones. Son normalitas y para de contar. Los premios? A mi que me registren. Sobre los guionista idem de idem. No hay necesidad ni de un sol giro argumental. Todo cae por su propio y mediocre peso.

El Canal Historia tiene unos referentes muy peculiares en el momento de ficcionar episodios de la historia americana. Seguro que los hay, no más edificantes, que esto ya es harina de otro costal, sino, como mínimo, más sugerentes.

Esta miniserie narra las rencillas y odios entre dos familias a finales del siglo XIX en EE.UU. Cuando finaliza la serie se nos dice cómo les fue la vida a los protagonistas, con lo cual da a entender que son hechos reales, aunque personalmente no había oído nada de esta historia en toda mi vida.
El tándem Costner-Reynolds, que tanto éxito cosecharon en los 90, trata de relanzar sus respectivas carreras con esta superproducción televisiva. También tenemos la oportunidad de ver a Bill Paxton, habitual secundario de James Cameron que también llevaba tiempo sin dejarse ver en grandes títulos.
La serie arranca más que bien. Pronto se aprecia que hay un buen hacer en la producción, realización y en los actores. Tan solo el guión flojea por momentos, dando la impresión de estar viendo un telefilm.
Pero esto es tan solo en ciertos tramos, pues en su conjunto está bien, sobre todo para ser del oeste. El western es un género desafortunado en la televisión desde mi punto de vista. Se hace poco y malo ("Deadwood", "Justified"). Pero en "Hatfields & McCoys" se mantiene un aceptable nivel de calidad.
Con todo, no se me va la sensación de que con un metraje aún más reducido el resultado hubiera sido redondo. Si hubiera durado 3 horas en lugar de 4 y media, el ritmo mantendría el interés del espectador mucho más y sería una serie de notable. Le daría un 6,5 pero como no se pueden poner votos decimales se queda con el 6

Reynolds, el director de la infumable "Waterworld" y de la floja "Robin Hood, príncipe de los ladrones", nos ofrece aquí un tostón de casi 5 horas en la que veremos tiros y escupitajos sin cesar, a cargo de unos actores que, excepto Kevin Costner y Tom Berenger (que están aceptables sin más), son tan mediocres como los políticos de este país.

Bill Paxton, regularcillo actor que sólo aprobó en la interesante "Un paso en falso" de Carl Franklin y en la notable "Un plan sencillo" de Sam Raimi, da vida a uno de esos estúpidos personajes creyentes en ese Dios típicamente yanqui. Ya sabéis, la Biblia y toda esa mandanga propia de ignorantes y descerebrados.
Powers Boothe saca un aprobadillo raspando mucho.
Matt Barr, da grima verle haciendo de guapito metrosexual, con los pelitos rubios cayendo sobre los ojos, como si fuera un Beckham o un Guti de finales del siglo XIX.
Jena Malone, hace de putón verbenero, y Lindsay Pulsipher (otra que en todas y cada una de las secuencias tiene que salir con los pelos sobre los ojos y la cara para hacer juego con la imagen del Matt Barr), menudas actrices pésimas que pasarán al olvido con toda rapidez.
Ronan Vibert, su personaje es vomitivo, otro que tal baila.
Qué decir del Andrew Howard, al que le dobla alguien que quería copiar la voz del Viggo Mortensen en "Alatriste", que de vez en cuando se olvida que tiene que cojear.
Mare Winningham y Sarah Parish, no es que su labor haya sido para tirar cohetes falleros, pero son los únicos (de verdad que los únicos) personajes que despiertan algo de empatía. Claro, son las esposas de los dos ggggggilipollas que desencadenaron las matanzas.
Resumiendo: Un casting muy penoso.

Dicen que el guión está basado en hechos reales. Menudos gilipollas fueron todos los integrantes de las dos familias que estuvieron matándose entre ellos durante dos generaciones.

Ni considerando la película desde el aspecto de la acción se salva, porque las secuencias de las batallas y de las batallitas son malas de juzgado de guardia.

Ustedes verán. Si quieren perder 5 horas de su vida, como yo las he perdido, libres son.
Lo que no logro comprender es cómo tiene una puntuación media de 7'3. Cualquier western clásico de tantísimos directores de los años 30 y hasta los 70 están por encima de este pestiño de los Kevin.

Pongan, pongan el NO que a mí me da la risa.