Los Simpsons - La película

La mayoría hemos crecido con la familia Simpson. Hemos visto decenas o centenas de episodios, y aunque los han repetido hasta la saciedad hemos seguido siendo fieles. Ahora bien, sentimentalismos aparte, encuentro que hay que ser críticos con la película.

Yo sólo he encontrado pequeños destellos de humor, en mi opinión, medio graciosos. Payasaditas por aquí y por allá. Pero ni por asomo más graciosa que un episodio, de hecho, me ha recordado a un episodio estirado, eso sí, MUY BIEN hecho.

Probablemente, por criticar la película reciba votos negativos como otros pocos que se han atrevido, pues bueno, yo respeto a quien le haya gustado, pero no por ello voy a decir que me ha gustado cuando está muy lejos de otras grandes películas de animación (a años luz de "Los increíbles" por ejemplo).

Espero que la segunda parte, que la habrá, sea algo mejor, aunque me muestro escéptico al respecto.

Con los grandes imperios mediáticos suele pasar como con los grandes imperios históricos, después de su momento de esplendor caen en una decadencia que les lleva a desaparecer y normalmente es debido a que mueren de éxito víctimas de su autocomplacencia.

Eso es exactamente lo que tiene visos de ocurrir con la familia Simpson. Significativo es que lo que se había convertido en una ácida visión de América a través de una familia disfuncional se haya convertido en un producto para todos los públicos; sólo hay que ver que público había en la sala de cine: tantos niños como en cualquier producción de Pixar, Disney, Dreamworks o similar.

Eso es exactamente lo que lastra al film, su pretensión de llegar a todos cuando evidentemente este no debería ser un producto destinado a eso. Su mayor inconsistencia está en su afán de hacer continuamente gracia mediante una sobre saturación de gags. Y sí, ciertamente tiene momentos hilarantes, pero la mayor parte del tiempo se reduce a buscar una sucesión de cameos y auto homenajes a capítulos televisivos.

Hay que reconocer que el ritmo inicial es trepidante, pero precisamente por ello la trama, bastante floja por cierto, tarda una barbaridad en arrancar pareciendo más un conglomerado de pequeños sketches que no un film con un guión bien estructurado.

Se echa a faltar también mayor empaque de ciertos secundarios que quedan reducidos practicamente a dos líneas de diálogo y algunos ni eso. De acuerdo que es una película de la familia Simpson, pero parte de la gracia de la serie está en la dosificación de Homer y sus barbaridades con la excelencia de sus personajes secundarios. Aquí las burradas de Homer son continuas y al final por tanto un tanto cansinas. Hay que añadir una cierta tendencia al conservadurismo familiar que está en las antípodas de los valores originales Simpson y que además indaga en cierta crisis familiar que ya habíamos visto.

La peor noticia que da esta película es la película en sí. Cuando este producto acaba gustando más a los niños que los adultos es que no funciona, aún así se genera una cierta simpatía por ella por el amor que tenemos los incondicionales de la serie hacia los personajes. Simpatía que se desvanecerá si hay otra entrega de este flojo nivel.

Lo mejor: El gag de Spider-cerdo
Lo peor: Su infantilización.

Cuando en una cita romántica dos enamorados parecen estar viviendo el mejor de sus idilios;ella de repente lo abofetea: el adulto ríe porque no se esperaba un golpe en un momento tan tierno. El niño de 8 años rie simplemente pq ha visto una bofetada. En esta película que sigue completamente la línea de la última temporada de los Simpson tanto niños como adultos si se rien es siempre por lo mismo porque nunca existen dobles intenciones. Lo más elaborado que se puede encontrar en pseudospringfield es a una imitación barata de Homer dándose golpes contra paredes o a un afeminado Burt que tranquilamente podría vivir en teletubielandia. Ha sido curioso ver como cada vez que Homer se partía el cuello o decía un taco el veinte añero de mi derecha soltaba sonoras carcajadas mientras el chavalín de mi izquierda que probablemente no superaba los 9 no podía parar de desternillarse. Soy un gran fan de los Simpson y te respeto muchísimo Matt, por eso no quiero ver como te estropeas y haces daño a tu imagen. Déjalo ya y dedícate a la familia, vete a descansar al monte y disfruta un buen café a media tarde. Ya has desquiciado a tus personajes con inconexos, baratos , previsibles y sobreexagerados gags. No quiero ver como también tú te desencajas. Hasta aquí Matt. Mucha suerte.

Que conste que soy fan acérrimo de esa maravilla de la televisión llamada "Los simpson". Creo que nunca o muy pocas veces ha habido una serie de animación tan ácida, crítica e inteligente en la que cada escena es una invitación a la carcajada y creo que ni la escatológica "Padre de familia" ni la insulsa "Padre Made in USA" le llegan a la altura de las suelas de los zapatos a la obra maestra de Groening y creo que nunca le llegarán. No obstante transcurrieron los años y como la edad no perdona a los guionistas de la serie se les fue un poquito la pinza y comenzaron a elaborar guiones cada vez más absurdos que ya nada tenían que ver con las anteriores temporadas y ahí cambió su humor, en donde las escenas graciosas son sumamente escasas y las patochadas de Homer son tan infantiles que ya producen aburrimiento. Y este mismo humor han cogido los guionistas para elaborar la película, una película de 76 minutos en los que parece que sean 180, con escenas alargadas en exceso y bastante aburridas en las que sólo algunas logran arrancarte una sonrisa, y es que en realidad lo que estamos viendo es un capítulo más de las nuevas temporadas (pero más largo) sumamamente reiterativo, un guión bastante aparatoso que se sujeta por los pelos y no consuigue patinar del todo y un humor que no llega ni por asomo a lo que era la serie en sus mejores momentos (que han habido a patadas) y ahora no es más que un globo desinflado después de haber volado durante veinte largos años y al que le ha llegado la hora de la jubilación. Así es, todo lo bueno se acaba y más les vale a los guionistas acabarla ya antes de convertirla en algo zafio y vulgar como "Padre de familia" , por lo que esta película podría haber sido el punto final que le tenían que haber dado, pero aún seguiran haciendo capítulos mientras dure la audiencia. Le he puesto un 6 porque sabe utilizar elementos sutiles para continuar criticando nuestra sociedad como por ejemplo el tema la paternidad o el matrimonio que aunque no te haga reir es un buen gancho de derechas que buena falta hace en las películas actuales. No obstante prefiero quedarme con las temporadas de la 1 a la 15 (de momento son 18) y seguir viendo los primeros capítulos hasta el infinito gracias a esa televisión tan vergonzosa llamada Antena 3 y recoradar que hubo un hombre llamado Matt Groening que no sólo supo retratar a una familia norteamericana sino a todo un mundo de personajes fascinantes y llenos de vida que encuadra en un marco a todo un país. ¡VIVA SPRINGFIELD!

Silverman se cargó el fardo del siglo: llevar a la gran pantalla a una de las series animadas más exitosas de todos los tiempos. El proyecto lamentablemente llegó tarde, no porque la peli de Los Simpsons haya fracasado, por Dios es muy buena, sino porque el espectador la va a ver como una suerte de mandato amarillo instalado a fuerza de cansancio luego de años y años en tv. Lo cierto es que las fórmulas de Los Simpsons ya son verdaderos paradigmas del humor, CONOCIDOS paradigmas del humor.

Y si algo es conocido se le resta sorpresa a su visionado, pero en este caso uno no busca sorprenderse: uno va sabiendo lo que se ofrece y se va satisfecho luego de haber consumido lo que efectivamente figuraba en el envase. Estamos ante una peli que desborda en gags encadenados por una historia claramente dividida en dos: dentro y fuera de Springfield. Se puede decir que al iniciarse la segunda historia el capítulo deja de ser tal y se transforma en película. En desmedro de la calidad estructural, los gags son geniales, pero muchos de ellos son extraíbles sin daño alguno para el argumento (Bart y su patineta). Existe a su vez una tendencia localista expansiva, Springfied deja de ser el caldo de cultivo de un problema que se traslada a todo Norteamérica, involucrando a políticos y figuras de renombre. Allí es cuando la serie expone sus métodos globalizadores: la contaminación nos atañe a todos.

Bien, muy bien, porque luego de...20 años!!!! Los Simpsons no son lo mismo pero algo innombrable subsiste para que esta criatura amarilla siga existiendo: el talento detrás de las cámaras.