Carandiru

La película no es el típico tópico carcelario ni una de duros de cartón piedra, no. Peca incluso de partidista con un final demasiado rápido y melodramático. Es, y eso lo compensa todo, una película en la que hay seres humanos, apenas esbozados algunos de ellos, otros caricaturizados, pero siempre humanos. Dada la escuela del cine yanqui en la que todos son/somos clónicos y arquetípicos ya es todo un logro en una película. ¿Mejorable? Sí, por supuesto. Mucho pues se diría que, a veces, hay como un miedo a ciertas imágenes. Sin embargo, hay que reconocer que es una de esas cada vez más raras obras en la que no sabes qué va a pasar en la escena siguiente.
Humanos que viven una realidad terrible como pueden y con sus historias personales, no las de Al Capone.

La película trata sobre las vivencias de el doctor Dráuzio Varella que visitaba de manera desinteresada a los presos de la mayor carcel de Brasil en aquellos momentos, Carandiru. A partir de la novela escrita por el doctor ("Estaçao Carandirú") surge esta película que nos presenta con una deliciosa descripción la historia de cada uno de los personajes (supuestamente verídicos) con los que entró en contacto en la cárcel, la empatía que se llega a crear entre ellos para luego dar paso a los hechos que allí acontecieron, algo que ya es historia aunque bastante desconocia o bastante olvidada, y que es una historia que merece la pena ser contada para que no se repita.

Como curisidad Sepultura incluyó la canción 'Manifest' en su album CHAOS A.D. en referencia a los hechos que descruibe la película.

Carandiru es, como historia, una historia desgarradora, estremecedora, a ratos inhumana, llena de odio, llena de sangre, llena de rencor... pero como película, se queda en una versión light, sin cafeina de lo que debería ser. Tiene un comienzo más que notable, involucrando al espectador con los personajes desde el minuto uno, está muy bien el modo de introducir el pasado de los mismos, realizando pequeños flashbacks o regresiones en el tiempo que resultan muy efectivos a la hora de conocerlos más a fondo.

El personaje del doctor, es cómo un rail, su interpretación no es nada del otro mundo, su papel tampoco requiere mucho sacrificio, pero es cierto que, es fundamental para poder conocer a los pintorescos presos de la penitenciaría. El declive del filme (no es que se estrelle, pero sí hay una bajada notable, de ritmo y de nivel) viene a la hora de mostrar la masacre provocada por la policía, el hecho de que cientos de personas desarmadas sean ametralladas sin posibilidad de salvación ni de réplica, debería ponernos los pelos de punta mientras que, en Carandiru sentimos lo mismo que viendo un partido de fútbol de 2º, pura indiferencia.

Lo que realmente impresiona de este film denuncia es que narra hechos reales y demuestra que en pleno siglo XXI se llevan a cabo atrocidades por parte de los poderosos sobre los oprimidos al igual que en siglos y siglos de historia, y ojo no nos escudemos en que son cosas del tercer mundo o de países menos desarrollados, sino recordemonos por un momento "Bloody sunday" de Greengrass para salir definitivamente del error y observar el peor de los retratos del ser humano: el retrato de la maldad y la incompresión; el tan concurrido ojo por ojo, y es que la violencia siempre trae violencia.

Una película para pensar, toca la crudeza del drama carcelario haciéndonos ver el lado humano de los reos que en ellan habitan. Esta llena de momentos emocionantes, algunos tocados con cierto humor y otros altamente llenos de crueldad y realidad. Una historia en la que terminaremos pensando quienes son mas delincuentes…Los que están dentro de la prisión o los que estamos afuera de ella.
Muy buena, la recomiendo ampliamente.