En el nombre del rey

[Lo que voy a contar ahora es absolutamente verídico]

Entré en el retrete y me dirigí a uno con váter. Sí, me encontraba en mi trabajo y no iba al ‘meadero’ ya que dentro de mí había algo que tenía que ser expulsado... No voy a entrar en detalles pero hay cosas que se expulsan con un tamaño determinado que no caben por los esos minúsculos orificios.
Abrí la puerta y el hedor al principio hizo que me paralizase… después que me apartase. ¡Alguien había cagado! Pero había dejado morreras… Cuando hablo de morreras es un término familiar acuñado por mi hermana. Si llevan pintalabios y se pasan un pañuelo… dejan morreras, ¿no? Pues imagínense esas ‘morreras’ en un retrete…

Ese elemento denominado la huella del crimen... Completamente costroso y pantanoso que no se disuelve o es engullido por facilidad por la taza del retrete y obliga a limpiarlos con la escobilla pero aquí no había NADA. Decidí realizar un acto amenabariano, es decir, un suicidio asistido de la mierda meando encima pero lo había hecho unas horas antes y apenas tenía ganas.... Mi chorro no era muy potente y empecé a visualizar mentalmente el chorrazo con el ‘fusilan’ a Stallone en “Rambo: Acorralado”… Pero nada, la morrera estaba fosilizada… Probé a cagarme encima de él y con todas mis fuerzas, apreté y apreté, tiré de la cadena y volví a tirar y repetí ese proceso infructuosamente. La mierda seguía ahí. Consternado y humillado por aquel mojón volví a la oficina pero no pudo evitar comentar el trauma acaecido y que había crecido en mi deshonra. Les dije:

«Cuando miré, el mojón todavía estaba allí.»

En aquel momento apodamos al mojón Uwe Boll por su ponderada habilidad de supervivencia en reductos de intolerancia crítica y cítrica.

«¿Olvida usted a Uwe Boll? -¡Ojalá!»

Fue la primera vez en la oficina que hubo un objetivo común. Nunca había existido unión ni fuerza entre los trabajadores pero el alemán bien merece una revolución. Todos fuimos a ese retrete para liquidar a Uwe Boll. Se meó y se cagó, se escupió y se hicieron cosas que no puedo nombrar. Ante la imposibilidad de finalizar la existencia de esa molesta cagada llamada Uwe Boll se hizo una meada colectiva. Un único chorro en plan Fuerza Universal, también conocido como el popular Genkidama que aparece en Dragon Ball, para exterminar al indestructible enemigo. Goku siempre lo conseguía pero nosotros, pese a pensar toda su filmografía y ‘arrasar’ con todo líquido que vendiese los chinos de la esquina… no pudimos. Incluso al pensar en su última película, en que no tan fácil matar a un rey… pero sí a los espectadores… en ese Liotta que parece que cada vez un mal travesti sobreactuando, que “In the Name of the King” es lo más patético visto en años pese a su presupuesto por diálogos y anacronismos y para aquellos que LOTR era una mierda conocerán una de sus morreras.

Aburrida, larga, pretenciosa, sin gracia, sintética, engañosa y pésima, asquerosa y malditamente montada. En resumen, la mejor película de Boll hasta la fecha.

Durante sus 127 minutos da tiempo para mucho. Las batallas se suceden. Los absurdos se agolpan. Conversaciones tan inverosímiles como desconcertantes vagan por doquier a lo largo de un larguísimo metraje que los menos Uba-amantes no terminarán de ver si no quieren que su cerebro salga por su nariz, porque ya sabeis que si 2 horas en una peli de Eastwood se pasan en 2 minutos, en una de Mr. Boll son 2 dias.

Totalmente recomendable. Si, la contradicción es evidente, pero si el film está plagado de ellas, ¿por qué no puede haber una en su crítica?.

Que Uwe Boll no es un gran director, lo sabemos todos, y que nunca realizará un peliculón, también, pero que sea el eterno candidato al premio "Ed Wood" al peor director de cine me parece exagerado, y en muchos caso simple seguidismo "porque lo dice todo el mundo". A mi de primeras se me ocurren muchísimos directores penosos que hacen pasar vergüenza ajena, y peores por tanto que Boll (claro que es cierto que Boll sí cuenta con muchos medios y presupuesto). Le película que nos ocupa es entretenida, pasable sin más, pero tampoco tan mala como he leído (es cierto lo que dicen que Boll ha conseguido ser tan controvertido que sus pelis se ven para criticarlas, así que la tuve que ver en inglés con subtítulos en japonés....¿en España no está ni en DVD?). El film tiene muchas lagunas y alguna que otra salida de tiesto que no sé a qué viene, y además Jason Statham no me parece que pegue en un papel de estas características (imagino que un tío con melenas al viento vendría que ni pintado), y el personaje de Ray Liotta es lo peor de todo el film (¿quién asesoró en la vestimenta de Liotta? al principio parece vestido del S. XVIII, hasta las cejas de laca, y al final aparece con camisa y gabardina de cuero....). Buena fotografía, batallas que no están mal y algunos papeles como Burt Reynolds (que me sorprendió porque hace bien de rey) o Michael Dopud (que ya salía en Pathfinder), hacen un producto de mero entretenimiento. Lo peor, aparte del papel de Liotta, los ninjas que aparecen en una batalla o Statham corriendo sobre las cabezas del enemigo). Una película más dentro del grupo de Pathfinder, Outlander, El Guerrero nº 13....

Casi me muero del aburrimiento al ver esta penosa y casi insultante película, por llamarla de alguna manera. El guión parece escrito por un niño de 3 años, es simple, lineal, predecible y con frases que resultan ridiculas y estúpidas. Burt Reybolds está ridiculo, el que hace de sobrino que salía en Scooby-Doo es mejor que se retire y no nos haga sufrir más.
Ray Liotta no pega para nada de malo.
Me parece increíble que hayan personas que consigan sacarle algo bueno al bodrio este. El Señor Statham no hace más que encadenar chorrada tras chorrada, y dicen que es el nuevo ídolo del cine de acción. Dios nos coja confesado. Es el representante del cine unineuronal adolescente moderno donde todo vale y en el cual puedes tratar como a un idiota al espectador mientras pongas explosiones y batallas para distraerlos.
Un asquito vamos.

Ignoro si esta película está basada o no en un videojuego porque mis conocimientos se limitan al Warcraft (hombres contra orcos-orcos contra hombres). Si éste "blockbuster" (palabra ya rancia y desconocida en la nueva era del Blue Ray e incluso ya inservible en el HD-DVD) es fidedigna o no a la Play, la Wii o la X-Box me trae sin cuidado porque el resultado final es tan entretenido como circense. Los guionistas no se han esmerado en sacarle jugo a la Leyenda Artúrica por la demostración heráldica por parte de los figurantes que guerrean a sablazo limpio, ni por las proezas de Mr. Statham con afán de venganza como tampoco de Ray Liotta manipulando su mando de consola mental desde las dependencias de un decorado propio de Exin Castillos. A Burt Reynolds es más creíble con sombrero de cowboy antes que corona. El resto de actores, mero decoro.

Lo Mejor: buena ambientación con buenos paisajes
Lo Peor: mala intepretación con sus malos actores