Tímidos anónimos

Amable crónica de la timidez. Jean Rene (Benoît Poelvoorde) y Angelica (Isabelle Carré) interpretan a dos personas extremadamente tímidas que, por causa de su incapacidad para los intercambios sociales, no han tenido relaciones amorosas serias o duraderas y se encuentran muy solas, a pesar de sus avanzadas edades. El destino ha tenido a bien juntarlos, así que, cuando ella pierde el trabajo y solicita un nuevo empleo como chocolatera en la fábrica de él, la conexión es inmediata.

Rodeados de una cálida fotografia, y de actores secundarios efectivos, nos vamos sumergiendo en una historia con la que nos identificamos. ¿Quien no ha sentido pánico en una primera cita, o en las primeras semanas de una relación? ¿A quien no le han sudado las manos como manantiales? ¿Quien no ha tenido cataratas, en vez de axilas?

Ambos personajes están retratados con mucho acierto (no exentos de cierta exageración, que se agradece por sus graciosos efectos). Son buena gente. Te alegras que estén juntos. Te implicas en la historia.

Totalmente recomendable.

De nuevo el ingenioso cine francés nos ofrece una comedia romántica de buen gusto. La película es sencilla, corta y cumple su cometido.
Gracias a la exageración de sus personajes logra una permanente sonrisa en nuestro rostro, e incluso arrancarnos alguna carcajada (la escena de la 1ª cita en el restaurante es genial).
Es la prueba de que se puede hacer una película graciosa, sin ser burdo, ni soez ni recurrir al desnudo constantemente: tomen nota los cineastas españoles...

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Película llena de optimismo e ilusión. Los protagonistas además de caer bien, son capaces de provocar una risa en las situaciones más incómodas. Al menos a mí, es de esas películas que sin mayores pretensiones me dejan un buen sabor de boca.

Está claro que los franceses tienen otro humor; a mi gusto un poco más naif que el nuestro, pero no hay dudas de que es un estilo que tiene sus seguidores y que gusta a mucha gente.

Situaciones absurdas, malentendidos simplotes, diálogos llanos... muy sencillo todo, vaya.

No obstante, toda ella tiene un tanto de encanto, una aura de inocencia e ingenuidad que le da ese toque interesante con el que puntúo a la película. Ella es un encantadora, una monada desde el primer rizo rubio hasta el último tacón del zapato. Él es adorable, dan ganas de darle un beso en la frente en cuanto lo ves... son dos personajes que se hacen simpáticos en cuanto los ves (por lo menos a mi), así que no puedes evitar sentir un cierto grado de empatía y desear que todo les vaya bien.

En definitiva, me he aburrido a ratos pero me alegro de haberla visto.

El viernes estuve en el cine viendo "Tímidos anónimos", película que os recomiendo...No sé si os gusta el cine francés; ésta es una coproducción franco/belga y es, como decía la canción de "Las cuatro y diez", una de ésas que me gustan a mí. Es cortita (una hora y veinte minutos), típicamente europea y para olvidarse de "la que está cayendo alrededor". Decididamente sorprendente, goza de un humor inteligente y de la soberbia interpretación de todo el grupo de actores.

Cine para salir con sonrisa de oreja a oreja.

Que la disfrutéis si es que os decidís a verla.