Patinando a la gloria

No existe ninguna ley de la naturaleza que implique que de un tema infalible para la comedia se pueda hacer una película ejemplar, pero con Patinazo a la gloria lo parece. El patinaje artístico es un geiser de caviar y en este film se plasma con rigor. Recreando la famosa trifulca entre la finísima Nancy Kerrigan, que también aparece en el film, y la White trush Tonya Harding, que nos tuvo a todos en vilo durante principios de los noventa, este hecho real no es más (y no es poco) que un punto de partida para dar rienda suelta a todos los delirios del deporte hortera por antonomasia. Nada tiene desperdicio aunque sobresalgan por derecho la interpretación de los malos, cuando ellos salen la película sube aún más, y por supuesto el diseño de vestuario, injustamente olvidado en la ceremonia de los oscars. Aún así la película no es de diez, por poco que hayas visto un par de retransmisiones comentadas por la sin igual Paloma del Río, te das cuenta que la película todavía podría haber dado más de sí. Le falta riesgo en el tono, aún más mala leche. La perfección hubiera podido ser un film del tipo “Escándalo en el plató”, pero Will Ferrer, sin desmerecerle, no es Sally Field.

Siempre que me dispongo a ver algo de Will Ferrell me pregunto a ver si terminaré con dolor de cabeza, pero con Patinazo a la gloria me he llevado un buen saborcillo de boca al presenciar una correcta comedia llevada con ritmo, con escenas muy simpáticas (como la de los adictos al sexo), y con la duración justa.
Will Ferrer esta más comedido que de costumbre y es algo que se agradece.

Recomendada.

Esperaba incluir a Will Ferrell en mi Lista Negra (ese documento que contiene a mis futuras víctimas: Matthew Broderick, Ashton Kutcher, Sean William Scott y algunos otros deleznables personajes) tras ver esta película. Pero no. Quizás tarde una película más en incluirlo.

¿Que por qué? Pues porque, francamente, es lo mejor que tiene este "Patinazo a la gloria", en la que sobresale con algún que otro destello de entre un conjunto de actores bastante mediocre.

La película es un homenaje "friki" a una pareja de patinadores de estilos y personalidad muy diferentes que rivalizan el uno con el otro hasta que son vetados de por vida en la competición individual. A raíz de este escollo, el destino les unirá en la competición por parejas, en la que tratarán de demostrar su insuperable calidad, a pesar de sus chocantes temperamentos.

La película tiene "frikadas" para dar y tomar. Es una comedia muy a la americana, algo en lo que Will Ferrell viene perfeccionándose desde largo tiempo atrás. A mí personalmente no me llegó al alma, a excepción de un par de escenas que sí me hicieron reír.

El guión es bastante ágil, pero centra casi toda su comedia en el personaje de Will Ferrell, que resulta mucho más decisivo en la película frente al personaje de Jon Heder, al que en mi opinión desborda. Por otro lado no tiene tantos puntos cómicos como cabría esperar.

Lo mejor de la película, a salvo del propio Ferrell, son las escenas de patinaje de los dos protagonistas. Resultan divertidas y hasta creativas. Lástima que sean muy escasas.
Lo peor no sé si sería la pareja de antagonistas, que es simplemente penosa, o el final "freak" que tiene esta historia, constelación incluída.

¿Cuando dos mujeres bailan juntas se ve bien pero cuando dos hombres lo hacen está mal? Pues básicamente esto es así también en los deportes... Dos estilos diferentes tan opuestos que se atraen, hielo y fuego...

Una parodia del patinaje artístico masculino mezclado con comedia y momentos hilarantes dónde se ridiculiza y a la vez se reivindica el papel de los hombres en un deporte que siempre se ha considerado femenino, me gusta que también se rompan barreras de género para personas que quieren dedicarse a actividades diversas pero vivimos en una sociedad en la que ciertos papeles son asignados a cada género nos guste o no...

Al igual que la gimnasia rítmica que también es considerada mayoritariamente para mujeres en este caso nos encontramos una situación paralela.

Momento favorito: El trabajo en equipo.
Momento dudoso: Algunos momentos homófobos.

Muy a ratos arranca una risa (por la “espectacularidad” de la violencia más que por los supuestos gags) pero en casi todo momento no deja de ser lo que éste actor nos ha estado ofreciendo durante los últimos años (a excepción de la muy notable “Stranger tan Fiction”): personajes ridículos y horteras envueltos en situaciones absurdas y pelín tediosas.

Los responsables no se han molestado lo más mínimo en construir sus personajes quedando todos como un cliché más de las comedias tontas, además de que todos los secundarios están horrendamente interpretados.

Solo recomendable para incondicionales de Ferrell.