En el calor de la noche

Sin embargo, muy cerquita de ellos tienen a un " negro empollón " que lo sabe todo, y lo que no...lo intuye. Pero es más fácil negar la realidad, que dar el brazo a torcer. Con lo cual nos encontramos con adjudicarle " el muerto " al primero que se presente, no importa si es culpable o no.

A todo esto se deja ver " la peluca " la entristecida mujer del " cadáver " y en lugar de saltarle a la cara al supuesto " sospechoso de asesinato " , se apiada de él y monta una causa a favor del infeliz, la cual incluye visita al Alcalde del pueblucho, bajo amenaza de retirar a todos sus ingenieros, si la investigación no es llevada por el Grisson de color.

El cual está frito por pirarse de ahí, para ir a comer carne con maíz con mamá Grisson. Pero, pero, pero, al negrito cachondo...le va la marcha y continúa tocando las pelotas a quien no debe. Incluso abofetea a un ricachón, ( madre de Dios si coge al Ku Kus Klan en plena forma ), no le dejan ni el color.

El se convierte en nuestro nuevo " Hancock ". Aparta forense, que yo solo me encargo de la autopsia, y lo que yo diga va a misa, porque para eso trabajo con el F.B.I.

Se va a examinar el coche, y manda huevos, todo lo toca con el dedo, ( a este no le explicaron que las pruebas no se tocan )... ¿ hay sangre ? Pues le paso el dedo. ¿ Hay barro ? Pues le paso el dedo. Me encuentro un pedazo de rama y ya se de donde es, pero nunca he estado en este pueblo...¡¡¡ poderes cósmicos !!!

Todo Dios quiere linchar al negrito sabiondo, pero a él todo eso se la trae floja, porque no necesita ningún arma...porque él es más listo.

Y mientras tanto el blanquito y el negrito siguen discutiendo y acaban bebiendo en la casa del primero. Que por cierto, según él, ahí no entraban ni las moscas. Al final aparece una tía cachonda, que en lugar de gastarse la pasta en un ventilador del Carrefour, se pasea en pelota picada delante de la ventana. Y claro, pasa lo que pasa, que alguien se la " trajinó " y le querían colgar el muerto, ( no el cadáver del principio ), el niño, al más bobo de los polis. Aunque es difícil adivinar cuál era el más bobo.

Total, que el Grisson negro llega solito a la conclusión de que la cachonda tiene que abortar y se busca la vida para que a cambio de un bocata de lomo con queso y ali-oli, el tío que encerramos al comienzo de la peli, les diga donde vive la negra-bruja que se ocupa de sacar al retoño antes de nacer.

Y por arte de magia, allí se reúne toda la tropa a linchar al negro, pero, como muchas ganas no tenían, lo dejan hablar para que se defienda y eso acaba como el rosario de la aurora.

Pues sí, todo queda bien claro, los negros son mejores personas, más inteligentes y siempre tienen la razón. O por lo menos es lo que entendí yo de esta peli.