Irma la dulce

Magnífica comedia a la que le sobra, para mi gusto, el final.

Pero todo lo demás es casi tan bueno como recordaba. Porque esta película forma parte de tantas películas como vi en mi época de instituto, en las sesiones de noche de la primera cadena.

La calle Casanova es realmente París y ser prostituta no tiene nada de deprimente. Todos los tópicos sobre Francia y todas las alusiones al cine están engarzados con tanta gracia como buen tino -la prostituta que se llama Lolita y lleva "sus" gafas, el café regentado por Moustache que sirve Calvados y agua de Vichy, el monólogo hilarante de lord X a base de títulos del cinemascope, como los cañones de Navarone, el puente sobre el río Kaiwt, Lawrence de Arabia, ... .

De nuevo Wilder ataca a la "mente pequeño-burguesa", a la doble moral, a los policías corruptos, a los maltratadores y a todo aquel que ocupa su tiempo más en seguir unas normas estúpidas que en disfrutar de la vida.

Néstor funciona por tópicos y, por eso, se cree en el deber de redimir al prójimo. Pero el personaje cambia y es capaz de hacer cambiar a los demás, para mejorar.

Una historia simpática, unos decorados creíbles, una música adecuada y un vestuario refrescante.

Divertidísima película clásica que reúne al gran Billy Wilder con los geniales Jack Lemmon y Shirley MacLaine tras el éxito de "El apartamento". Todos están en su esplendor en esta historia de un policía enamorado de una prostituta que decide disfrazarse de inglés ricachón para que ella solo le de servicios a él mismo. Por supuesto, el plan no es tan bueno como él cree.

Brillantes interpretaciones, buena ambientación, vestuario y banda sonora adaptada (oscarizada) avalan un guión brillante de una de las comedias más divertidas de todos los tiempos.

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Un auténtico clásico, comedia de enredo, trasgresora, trepidante, moralista pero inmoral... Un policía se enamora de una prostituta de París. Ocurren infinidad de cosas en poco más de dos horas. Su carácter caótico,y a la vez su fondo de cuento de hadas, son igualmente el encanto, pero también la debilidad, de este original trabajo de Billy Wilder.

Lector, vete, no pierdas el tiempo leyendo mi crítica porque básicamente lo que digo es lo que dicen todas las demás.

¿Sigues aquí? Vaya... pues no sé... ¿qué quieres que te diga? Irma la dulce no es la mejor película que he visto pero, qué diantres, creo que me ha gustado. Trata un mundo tan sórdido como el de la prostitución de una manera disparatada pero llena de encanto. Es una comedia con diálogos en ocasiones ciertamente ingeniosos, con giros, con tramas poco creíbles a veces, pero qué mas da, diablos, esto es cine y es una comedia.

La pareja Lemmon-MacLaine es simplemente genial y Lou Jacobi con ese personajazo que es Moustache pone la guinda.

Lo peor, para mi gusto excesivamente larga, pero tampoco sabría exactamente qué quitar.

Lo dicho, lector, si has llegado hasta aquí seguramente te habrás quedado como estabas porque en muchas críticas se dice exactamente lo mismo...
Pero que sabré yo, si solo soy un tonto más.

Morbosísima Shirley en una peli que contiene tres o cuatro giros de guión, entre ellos el final del film, donde se reserva la última palabra, en una acertada decisión de Wilder,a uno de esos personajes secundarios que de vez en cuando se comen en pantalla al protagonista (aún tratándose del Gran Jack Lemmon).