Cinema Paradiso

No sé si es magia o realidad, pero a veces una película puede ejercer un extraño poder sobre aquellos sentados en la oscuridad de las butacas del cine. Sólo unas pocas, aquellas realmente buenas, llegan a manipular la percepción de la realidad, a alterar la forma en la que uno ve la vida. Para mí “Cinema Paradiso” es una de ellas, una fusión perfecta de perfecta dirección, actuaciones, guión y banda sonora que ha conseguido emocionarme como nunca antes, como nunca después.

Giuseppe Tornatore dirige y escribe en estado de gracia mientras que Philippe Noiret creando un Alfredo inolvidable y la pareja Salvatore Cascio/Marco Leonardi como Toto (niño/adolescente) se comen cada escena que comparten y brindan unas interpretaciones memorables, comparables a las de muchos oscarizados. Los secundarios no se quedan atrás y regalan un coro de personajes para el recuerdo, como la sufrida madre del protagonista, su primer y tal vez único amor, Elena, interpretada por una bella Agnese Nano, el entrañable Padre Adelfio, cura y censor, el loco dueño de la plaza frente al Paradiso y un largo etcétera.

Mención aparte merece la música de Ennio Morricone. No puedo imaginarme una partitura más apropiada para este film que el “Love Theme” compuesto por el genio italiano, probablemente la pieza más emotiva que ha acompañado a una película y que pone la guinda a una banda sonora que eleva, que emociona, y sin la cual el film no sería el mismo ni hubiera calado tan profundamente en tan variopintos espectadores.

Siguiendo en un inmenso flashback las distintas etapas de la vida de un chico siciliano, Salvatore “Toto” di Vita, desde niño hasta convertirse en un prominente cineasta, “Cinema Paradiso” nos ofrece una conmovedora historia de dos amigos que comparten su amor por el cine, un maravilloso retrato de un pueblo siciliano y sus gentes y, en su versión sin cortes, probablemente la historia de amor más romántica y emotiva que haya visto en la gran pantalla y se convierte la más bella carta de amor al cine, a su historia, a su esencia.

Y todo esto sin superestrellas de Hollywood, sin efectos especiales, solo pura emoción y sentimiento: amor y alegría, miedo, dolor y rechazo, sueños, nostalgia de la infancia y la juventud, recuerdos de lugares y tiempos que no volverán, de los seres queridos. *Falta espacio, sigo en spoiler*

Me apunté a filmaffinity para ver si lo de las almas gemelas funciona. Pues si, ya lo creo que funciona. Aún me estoy secando las lágrimas. En casi todas las recomendaciones estaba esta película. Me escamaba, es italiana, y de un tal Tornatore, que suena a lento y aburrido, sin ritmo y con absurdos chistes verdes. Pues menuda sorpresa, el film es una maravilla, una cita con la nostalgia en estado puro, indispensable para un amante del buen cine y con un final que me ha dejado atónito. Gracias almas gemelas.

Cinema Paradiso es una de esas películas que cuando las ves ya es imposible olvidar.
Su tacto humano, el fiel reflejo de la sociedad rural italiana y su evolución con los años, su gran banda sonora y sobretodo una de las cosas que yo mas valoro como es que el buen cine, el gran cine de verdad se realiza sin grandes presupuestos, sin grandes estrellas, sin grandes efectos especiales, pero con un gran sentimiento. Por todo esto Cinema Paradiso en una obra maestra.

Hay momentos de tu vida que quedan marcados tanto para lo bueno como lo malo, los malos se intenta olvidar, los buenos se suele viajar por ellos. A mi me pasa, quizás soy un nostálgico y me gusta una y otra vez volver a ellos, agarrarme con fuerza y dejarme llevar, en ese momento mi cuerpo y mi mente dejan de estar aquí y viajan por ese mundo ya vivido y a los que por lo menos yo necesito volver. Y un día 1 de Noviembre de 2008, una persona marco mi vida, al recomendarme el visionado de "Cinema Paradiso" y desde entonces la vida de Toto, Alfredo, su cine, su pueblo, sus vidas, llegaron para no marcharse jamás.
Gracias Giuseppe Tornatore por estas dos horas llenas de tantas cosas bellas, lo que creaste fue algo divino algo irrepetible y gracias a ti también por hacerme este regalo tan maravilloso.

Si buscas una película con un guión lleno de dinamismo y acción, esta no es tu película. Pero si disfrutas de las cosas sencillas, de los pequeños momentos cotidianos de felicidad, te encantará. Una de las películas más tiernas que he visto. Sin salir de su simplicidad, es una película deliciosa, con una banda sonora que Morricone hizo para que tus oídos ordenasen a tus ojos llorar. Es un placer verla.