Desde el primer momento piensas que es un slasher más de los que los yankis nos tienen acostumbrados. Chica buscando su sitio en una ciudad quiere encontrar un apartamento (en Ibiza sería imposible que esta trama se desarrollara tal y como está el tema de la vivienda…jajajajaja) para empezar una nueva vida.
Cuando estaba a punto de abortar el visionado del film, algo me dice de quedarme porque aunque la trama, repito es previsible, hay algo que atrapa en la actriz y en la historia en sí.
Técnicamente sin llegar a entender mucho diria que es de serie b sin más pero cuando empieza a complicarse la historia hay puntos muy buenos e inquietantes.

Demoledora historia que aunque no asombra impresiona por su crudeza y agónica realidad.
Criada en la indiferencia por culpa de una relación impía y vergonzante, Suzanne se ve abocada a elegir una vida que le vendrá demasiado grande ya que el mundo que ella imagina no está dentro de un convento.
Película lineal, sosa y poco sorprendente desde la narrativa pero muy bien interpretada por la protagonista que sabe transmitir esa insolencia llena de castidad, dolor e ingenuidad.
No obstante lo previsible de la trama, sobretodo en la primera parte de la cinta, la película llega a no defraudar del todo una vez la muchacha cambia de convento.

Es bastante paradójico que adorar a un Dios desde el fanatismo haya implicado e implique en la actualidad y en cualquiera de sus vertientes religiosas, tanta desdicha y crueldad.

Seduce cómo es contada, sin aspavientos, sin una retórica proselitista, es contada como lo haría un niño, sin ambages ya que la verdad es así. De soslayo crítica el sistema pero repito sin entrar en ofensas , deja que sea el sentido crítico del espectador el que llegue a la reflexión. Es la necesidad de puntualizar unos hechos de demostrar que no todo es como lo vemos.
Nos proyecta el film a un chico que asciende sin ser realmente feliz, nos hace ver cómo es utilizado y cómo éste fluctúa entre los dos polos radicales de oriente y occidente. La imposibilidad de ser entendido y la crítica de las libertades estadounidenses donde sólo prima (según el director) la productividad versus el sentimiento.
Impregnada de una elegancia quasi británica este director indio hace que una historia tan complicada sea fácilmente digerida y sobretodo conduce al análisis, al análisis de un mundo que aún siendo mejor comunicado que nunca está fuertemente aislado por el dinero y los prejuicios.

Sinceramente me ha enamorado esta película. No comparto en absoluto las críticas negativas vertidas aquí. Increíble la vuelta que da la ésta en un momento. Perversa y a la vez tierna aunque esa no es la palabra exacta. Banderas no brilla tanto pero Anaya es ella la que en volandas lleva la película, la arrastra sublime hasta donde quiere ella. Se desliza la acción acabando previsiblemente sí pero no por ello sin dejar de sorprender aunque suene paradójico. Estéticamente es limpia e impecable huyendo de la sordidez. El largometraje se hace corto e intenso. No recurre a escenas explícitas para impresionar, la historia per se es suficientemente atractiva que tal como Almodovar la cuenta es perfecta. Intento imaginarme cómo hubiera sido ejecutada si un cineasta norteamericano la hubiera rodado, seguramente sería más gore... mas sangrienta, igual más comercial puede.

El guión es bastante pobre ahí coincido pero qué más da si la historia es brillante. Una gran película que de haberse hecho en Hollywood sería considerada como cult movie, y que aquí, es reputada de loca y políticamente incorrecta.

Film digno de un genio. Gracias a este film me he reconciliado con Almodovar ya que después de ver "Los amantes pasajeros" pensé que su genialidad había acabado. Gracias a "La piel que habito" acabo de descubrir una gran historia una historia que puede o no gustar pero en la cualse agradece la originalidad.

Sinceramente hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una película. Humana, ese es el adjetivo que yo le daría a esta cinta. Denzel Washington emociona desde una profunda reflexión sobre un héroe que no es perfecto, ese héroe tan poco humano que la sociedad norteamericana ha preconizado hasta la saciedad borrando todos los rasgos oscuros que muchos no desean y que por fin en esta película se han desmitificado. El amor cuenta mucho también en este film, el cual es tratado desde un ángulo sincero huyendo de lo chabacano y acercándonos al verdadero trasfondo de un drama que viven muchas personas e indirectamente podemos llegar a vivir todos.

Denzel Washington una vez más se come la pantalla y afortunadamente sus compañeros de reparto brillan sin ser satélites en una trama perfectamente ligada. Igual no es una gran película... pero a mí me ha gustado y la verdad la recomiendo vivamente.