Y para este nuevo género se rodea de extraños intérpretes de cierto renombre... véase Patrick Stewart, Linda Hunt, Silvana Magnano, Max Von Sydow o el propio Sting. Se les añade una Sean Young que cargaba con el otro papel femenino de la ciencia-ficción de la época, el de la abundantemente comparada "Blade Runner"
A estos, aportados por De Laurentis, se suma el grupo con el que -antes o después de Dune- Lynch hizo migas y trabajó en abundancia (ya que el de Montana siempre ha tenido predilección por repetir lo que funciona, por la creación de su mundo paralelo). Aquí cuenta con Dourif, MacLachlan, McGill, Nance, Stockwell, Ferrer, Prochnow,...

Así, nada es nuevo en cuanto a las interpretaciones, y nada nuevo en cuanto a la intención (generar un film comercial, para todos los públicos, muy al gusto de Laurentis). Con todo esto, los intereses de unos y otros empezaron a chocar, y mientras Lynch buscaba su rareza congénita, el productor intentaba censurarla para destilar simplemente el talento de su director.

A la postre el resultado fue un duro recorte de la saga, con un argumento en exceso concentrado y un ritmo no demasiado veloz.
Pero, para contrarrestarlo, se muestra una riqueza visual más que buena para la época, unos personajes apasionantes y un cruce cultural de fuerte interés. Además, la subtrama mística de las novelas le viene a Lynch como anillo al dedo.

Para pasar un buen rato.

Lo primero que se necesita para zamparse "La môme" es tener un cierto aprecio/gusto por el personaje de Edith Piaf. Sin él, no merece la pena embarcar en este largo y concéntrico viaje.

Pero si uno agradece de antemano la música de Piaf, se verá reconocido en el tremendo papel de Marion Cotillard, que encarna a la perfección los dejes y gestos de la diva. Diva suburbana, diva de burdel, diva parisina.

El otro punto fuerte es el aprovechamiento del gasto. El presupuesto es alto para un film europeo y lo bueno es que se nota. Las imágenes de época tratadas, los escenarios, los ambientes, la banda sonora que todo lo acompaña, todo crea un olor, un tacto, un entorno lujoso pero sucio, un backstage de personaje ficticio, un punto de naturalidad rural entre burgueses.

Para los que gusten de Piaf, imprescindible.
Precioso films.

Muchos la consideran una obra maestra, bastantes una aburrida mamarrachada, lo innegable es que Amélie es un film con sentimiento, con mucho sentimiento, y como tal depende tu apreciación de dos cosas:
1. de tu forma de ser (más o menos sentimentaloide)
2. de tu estado emocional

Tildarla de obra maestra supondría, bajo mi opinión, también dos cosas:
1. que el visionado cíclico de Amélie aportara algo (y no lo hace, este es un film que claramente pierde con segundos, terceros, cuartos visionados...)
2. que su mensaje fuera trascendente y pluralizable a lo largo de los años (y no lo es del todo, aunque aquí se aproxima más).

Es Amélie, un film de detalles, necesario en su momento para relajar la tensión. Es la tranquilidad personificada, es la libertad de hacer lo antojado y la clarividencia de hacerlo con amor al prójimo.
Es Amélie un espíritu acomplejado personalmente pero que, por contra, ve la virtud en todo lo externo, y no duda en hacerla notar.
Es, en definitiva, una apología del buen rollo.

Bello film, sobretodo eso, de un director que tanto te da la de cal como la de arena (aunque siempre te aporte un curioso punto de vista).

Film de nivel medio, podía haber sido peor pero desde luego podía haberlo sido mucho mejor.
Y fácil lo tenía al partir de una obra maestra de la literatura como el "From Hell" del hiriente y genial Alan Moore.

¿Cuál es el problema de Moore con el cine?
A partir de, generalmente magníficas, obras suyas se han firmado unas cuantas medianías de las que tan sólo se salvan dos en las que no participó ("Watchmen" y "V de Vendetta") suponemos que por el hastío de proyectos fallidos.
En este caso, el primer error lo forman el planteamiento y los objetivos. Los Haynes, tuvieron la "lucidez" de plantear la obra más compleja del realizador británico como un thriller pasajero, concentrado y de protagonistas juveniles (Depp y Graham). Parece obvio, al menos a posteriori, que habría sido mucho más acertado e inteligente que el planteamiento hubiera sido el de una cinta larga y densa, para hacer reflexionar al espectador, con alguna dosis macabra y un protagonismo mucho mayor de Sir William Gull por encima del Inspector Abberline.

La cinta obvia partes enormemente interesantes del cómic a fin de acortar su duración, lícito. Pero sin embargo, dedica cierto tiempo a profundizar en aspectos como la relación de Abberline (Depp) con el opio, que no llevan a ningún lado. Y que pueden incluso parecer fruto de la fusión de personajes que intentan al ahorrarse el papel de "vidente de la Reina".

Para partir de semejante historia, el resultado es una desgracia. Si se ve sin precedentes, puede resultar apacible y suficiente.

...Jason Reitman en su acopio de participaciones y de éxito en sus propuestas.
Aquí, se propone un argumento un tanto insulso en su parecer pero que funciona maravillosamente, en particular por los dos buenos papeles de Charlize Theron y Patton Oswalt, muy del tipo del guionista Dyablo Cody ("Juno", también de Reitman).
Su metraje es apropiado y ajustado (corto, 90 minutos) y su fotografía y propuesta escénica es original (no lo es tanto como en anteriores obras del joven director, pero nunca pasa desapercibida).

Reitman, no está descollando como un genio en ciernes (ver Paul Thomas Anderson) pero si lo está haciendo como un valedor de esa tan buena costumbre de dar mucha importancia a la progresión, de no repetir todo lo bueno que uno ya sabe realizar. Conoce sus puntos fuertes, pero también sus puntos débiles y en lugar de omitirlos intenta mitigarlos (algunas veces con mayor éxito que otras).

Infravalorada por las entregas de premios. Debido a que aunque no es una gran película, tiene algunos puntos muy fuertes (los ya citados, pareja protagonista y guión), que son claramente los que mantienen el nivel que se espera de Jason.

A pesar de no alcanzar el nivel de "Up in the air", es difícil entenderla como un paso atrás, salvo que sea para coger carrerilla.
Entretenida, interesante y atractiva.