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Críticas de La quinta dimension
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Críticas 13
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
2
14 de diciembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diana es un biopic fallido acerca de uno de los episodios más desconocidos de su vida: su relación con un cirujano paquistaní antes de conocer a Dodi Al Fayed. Una farragosa película en la que se narra cómo esta relación y no la del Príncipe Carlos fue la que forjó el mito que hoy todos conocemos.

Todos tenemos en mente las portadas de la Princesa Diana en los años noventa y los sucesivos escándalos que hubo sobre si empezó todo Carlos, o ella, o ambos o las joyas de la corona. El caso es que sigue sin haber una sola película decente que trate, de verdad, el tema que a todos nos interesa (por puro morbo couché): la convivencia tormentosa con el heredero al trono y posterior divorcio. Se sigue evitando el episodio que más interesa.

Con respecto a la película, sobra decir que es un telefilm al uso y un mal biopic. Los trazos con los que el montaje marca el ritmo de la cinta son bastante nefastos, con al menos una docena de escenas de transición (importantes pero sin relevancia) que podían haber sido perfectamente suprimidas. Que una escena sin relevancia esté, además, mal elegida y situada es muy mal síntoma. Quiere tener la trascendencia silenciosa que hay en las escenas de la gran The Queen (con Helen Mirren), pero no lo logrará en ningún momento porque no es consciente de sus propias limitaciones técnicas y artísticas.

La construcción de los personajes es errática y ridícula. En el caso de Diana hay rasgos (gruesos) de aquellas princesas atrapadas en una torre, atrapadas por el malvado dragón del protocolo y esperando ser rescatadass por el valeroso caballero musulmán. Pero también hay rasgos de las neurosis neoyorquinas de Sexo en Nueva York, en los que una mujer vale lo mismo que las horas que trabaje a la semana y los hombres que conquiste. Para el caso del médico sucede lo mismo pero al contrario. Interpretado por un correctísimo Naveen Andrews (Sayid en Perdidos). Ël es otra princesa atrapada que quiere casarse por amor y no por tierras y claro, ya tenemos un grave conflicto. Naomi Watts hace lo que puede por salvar un personaje que, cuando parece estar tomando forma, se retira a lloriquear los desamores a la cámara del piano y tocar unas piezas de Mozart. La mejor manera de ahogar las penas sin duda. Sabiendo que Watts es una buena actriz, podemos concluir que la dirección de actores ha sido tan lamentable como el montaje final. Andrews, en cambio, no consigue salvar su personaje, que estalla cuando le apetece y se difumina cuando no debe. No por culpa de interpretación, porque de ella se exige poco, sino porque al narrador/director no le importa lo más mínimo darle profundidad. La película se llama Diana, ¿para qué trabajar más al cirujano?

¿Lo mejor? Dentro de los desfases e invenciones que hay acerca de la vida de Diana de Gales, sí se consigue reunir y conjuntar todos los sucesos que desembocaron en su muerte de una manera verosimil. ¿Lo peor? Que no salga Carlos de Inglaterra por ningún lado.

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La quinta dimension
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5
13 de diciembre de 2013
247 de 317 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fastuosa, megalómana, titánica y sobre todo, aburrida. Peter Jackson nos termina de confirmar que el mundo tenía razón y él no. El hobbit no merecía hacerse en tres películas de casi tres horas de duración, ya que es una adaptación que va contra toda lógica.

A Jackson se le va la mano con esta nueva entrega en la que el ritmo es artificial. Un ritmo basado en crear pequeños episodios de veinte minutos para dar cabida a casi todo lo que sale en el libro y otros tantos hechos que él se saca de la manga. Elfos que no deben estar ahí, y que si están, lo hacen para llenar tramas sin sentido y sin relevancia real. Personajes importantes como Beorn que, aunque afortunadamente salen, no tienen ni el peso ni la imagen que se da en el libro y por tanto se suman a una larga lista de agravios a la obra de Tolkien.

Es una película aburrida en sí mientras se ve. Es cierto que contiene escenas memorables como la aparición al fin del dragón Smaug. Un personaje clave, igual que el hobbit, salvo que de este último se olvida por completo. Es uno más de los enanos y ya no hay diferencia. Ni nos importa realmente. Es una mera excusa para el espectáculo digital y sonoro. Para las intrigas de palacio élfico y la estrategia sauroniana de andar escondido en las sombras.

El guión queda desaprovechado al no usarse el planting. Término de guión que significa poner información poco relevante en apariciencia y que luego se revelará como vital. El guión es plano en ese sentido. Las cosas se resuelven en el momento, sin estirarlas de manera dramática. Repleta de diálogos insulsos. Termina siendo agotador escuchar una y otra vez las referencias del mundo de los enanos y lo que estos deben conseguir dentro de la montaña. La piedra del arca. Ya lo sabemos. Lo sabemos las primeras dos veces que lo repiten. Lo sabemos desde la primera entrega. Y también sabemos que hay una sombra creciendo en el este (Sauron). No es spoiler, es que lo repiten cuando ya quedó claro antes, ahora y hay una trilogía sobre el tema. Esta película habría ganado muchísimo más interés y calidad si se hubiesen trabajado los diálogos tanto como las escenas de acción. Por eso El señor de los anillos era y es tan buena. Por eso seguimos viéndo las reposiciones o haciendo maratones de ella. Era compacta y de calidad en todos los aspectos.

Nunca me meto con las bandas sonoras. Todos estamos acostumbrados a ellas. Sin embargo en este caso resulta apabullante y excesiva. Incrustada en todas las escenas, hay una en especial en que resulta ridícula a más no poder: Gandalf subiendo unos peldaños de piedra. Música épica para subir las escaleras. Abusar de la banda sonora nunca es bueno y en este caso menos, ya que convive con multitud de efectos sonoros que sí son relevantes en muchos casos.

Por eso esto no es El hobbit (bien) adaptado. Esto es otra cosa, una apuesta tan personal como comercial que ya se está viendo fallida a nivel artístico (que no comercial). Tampoco esto es Peter Jackson, que ya parece endiosado con cualquier cosa que haga y dirija.

Siendo serios, la película entretiene. No es incompatible decir que entretiene ahora y antes decir que es aburrida. Ambas ideas son válidas, al menos para este film. Sin embargo es decepcionante ver en lo que han terminado convirtiendo un buen libro al que muchos (incluídos yo y mi familia entera) tenemos un gran cariño. Siendo la película que es habrá que verla. Hay que verla. Será un éxito de taquilla sin lugar a dudas pero, sinceramente, animo a todos aquellos a los que no les ha gustado en conjunto o algunas de sus partes a decirlo bien alto y claro.

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La quinta dimension
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4
4 de diciembre de 2013
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger juntos de nuevo en la gran pantalla. Esta vez en una gamberrada carcelaria en la que el primero entra y quiere escapar y el segundo ya está dentro esperando sumarse al plan de fuga.

Si bien siempre es agradable verlos a ambos en pantalla y más aún juntos, esta cinta no termina de hacerles justicia a ninguno de ellos. Ni siquiera justicia a sí misma. A caballo entre Fortaleza infernal y Tango & Cash, el resultado final se acerca más a los defectos de la primera que a los aciertos de la segunda. Estamos ante un premia interesante sobre un inspector carcelario. Una idea que daba (habría dado) mucho de sí. Abandonada la idea principal en la cuneta entre el primer y el segundo acto, se da paso a un cameo gigante de casi dos horas de duración entre los dos grandes del cine de acción.

Hay una notable dejadez en crear unos diálogos con química entre ambos personajes. Una pereza palpable para innovar en cuanto a la creación de cárceles infranqueables. Stallone y Schwarzenegger merecen más, mucho más. No son unos actores cualesquiera y merecen que la realizacón nos lo haga notar, que llene la pantalla con ellos. Y en ese aspecto, sólo hay un culpable: su director Mikael Håfström. Autor de la boba adaptación de 1408 (novela de Stephen King) y la prescindible El rito, el sueco Håfström se revela como el director menos indicado para una película de este calibre. Es cierto que tanto Stallone como Schwarzenegger han hecho películas en las que el guión era casi anecdótico, pero sus films tenían algo detrás, un tratamiento de bíceps y testosterona con cabeza cinematográfica apoyando el proyecto. Aquí tenemos la sensación de estar delante de esas películas suyas que no nos detendrían haciendo zapping.

A destacar la presencia de Vincent D´Onofrio como secundario de lujo y, en el papel de villano, un muy logrado sociópata James Caviezel. Dos presencias que compensan dejando un buen sabor de boca.

¿Lo mejor? James Caviezel y las tramas ocultas que, sin llegar a sorprender, animan la historia. ¿Lo peor? Que Stallone y Schwarzenegger se estén haciendo mayores tan rápido.

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La quinta dimension
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7
3 de diciembre de 2013
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta cinta española demuestra que el género de las matrimoniadas está más vivo que nunca y que, además, es capaz de encajar en un proyecto si éste está más trabajado que la media.

Comedia eficaz y entretenida. Pese a basarse en una premisa tan floja y usada en exceso como una chica con problemas con los hombres, llega a tener tramos muy divertidos. Ha sido todo un acierto escribir la película de modo que cada nuevo paso en su desarrollo sea un chiste y que estos sean, a su vez, chistes de un nivel más que aceptable, respecto de otras comedias de faldas nacionales. Es innegable que mantener un nivel cómico semejante durante noventa minutos es complicado y que se cuelan gracietas de sal gorda en algún que otro momento. Lo bueno es que estas barrabasadas pueden contarse con los dedos de la mano y no pervierte en absoluto la calidad del film.

El cine español sigue basando sus aportaciones a la comedia en los líos de faldas (o de braguetas en este caso) y que se trata ya de un género del que se abusa en exceso. Pero también es de recibo indicar cuando alguna de estas producciones resaltan por encima de otras y esta es una de ellas.

Orquestada con más pragmatismo que intención de innovar. Como buena comedia hay tensión sexual no resuelta (e incluso escondida) entre los protagonistas. Además de crear un falso protagonista de una manera magnífica para jugar con la atención del espectador. Y, aunque también esté la típica coralidad del cine patrio, ésta está repleta de cameos de lujo, lo que hace que el resultado final sume, en lugar de restar por agotar a la audiencia.

Berto Romero, Paco León, Joaquín Reyes (impagable en la escena inserto en los créditos finales) son los mejores exponentes de los secundarios de oro. Pero también hay que destacar a una sobervia Rossy de Palma, enorme tanto en altura como en sus latigazos verbales. María Botto, Laura Sánchez y Silvia Abril completar el reparto “de segunda”. A Inma Cuesta se la ve un poco forzada en su papel, pero en seguida demuestra que lo suyo es la comedia y no el drama. Quim Gutiérrez y su falta de expresividad aunan esfuerzos para recrear (bien, se entiende) el papel de un soso cirujano.

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3
30 de noviembre de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viral es una apuesta española de cine de terror y suspense enfocado al publico adolescente, pero fallida de principio a fin. ya se que entrega al autosabotaje desde el minuto uno.

Con una sinopsis tan barroca, no es de extrañar que la cinta comience a flojear en alguna de sus múltiples tramas. Tramas que, en muchos casos, se hacen innecesarias, como la historia de amor entre Raúl y Lucía. Es la misma piedra en la que el cine nacional suele caer: la creación insulsa de tramas románticas con la idea de que son imprescindibles y atraen un sector más ámplio de espectadores a las salas. A veces, el amor, sobra. Más si al conjunto del film lo que le falta es historia. Una historia que trate de respetarse a sí misma.

Retomando la tesis del autosabotaje, la idea inicial es prometedora: una persona atrapada, con problemas en espacios cerrados y una única e ineficaz vía de comunicación en casos de necesidad. Hasta ahí todo bien. Recuerda (de lejos) a clásicos como La ventana indiscreta o cintas más modernas como Última llamada. Sin embargo en el desarrollo, todas estas supuestas trabas quedan ignoradas. El personaje no está, como tal, encerrado. Charla con los empleados, recibe visitas, tiene acceso a todo lo que necesita y las redes sociales quedan relegadas a la nada más inútil. No es de recibo crear las reglas en las que te vas a mover a lo largo de noventa minutos y luego saltarte tus propias reglas porque eso es, sencillamente, engañar al espectador.

La realización (que no dirección) corre a cargo de Lucas Figueroa, quién también (con Javier Lucas) firma el guión. Lo denomino realización porque es una vía narrativa audiovisual propia de la televisión, no del cine. Cumple normas de reportaje, escalas de plano propias de series televisivas y un montaje rápido y poco limado. El propio equipo desveló que pueda hacerse de esta cinta una trilogía y, sinceramente, espero que si ese proyecto llega, se corrijan todos los errores tan graves que sufre esta película.

¿Lo mejor? La actuación serie y veterana de Pedro Casablanc. ¿Lo peor? La idea errática de lo que la hostira quiere contarnos y cómo quiere contarlo. Y un Miguel Ángel Muñoz creyendo que tiene gracia con acento andaluz.

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La quinta dimension
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