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Argentina Argentina · la plata
Críticas de Bruno
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Críticas 10
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
9
22 de febrero de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luego de trabajar juntos en Capitán Phillips, dos grandes estrellas del cine se vuelven a juntar. El director Paul Greengrass y Tom Hanks. El aclamado cineasta británico, nominado al Óscar por Vuelo 93, esta vez se mete de lleno en el western, pero como era de esperar, no es una más del género. Basada en una novela de Paulette Jiles, la película nos sitúa cinco años después del fin de la Guerra Civil estadounidense, el capitán Jefferson Kyle Kidd (Tom Hanks), veterano de tres guerras, viaja de ciudad en ciudad narrando noticias, hablando de presidentes y reinas, de luchas gloriosas, devastadoras catástrofes y apasionantes aventuras que tienen lugar en cualquier rincón del mundo. Un día, en las llanuras de Texas, el capitán conoce a Johanna (Helena Zengel), una niña de diez años secuestrada seis años atrás por la tribu Kiowa, y que durante ese tiempo fue educada como uno de ellos. Johanna, en contra de su voluntad, debe irse a vivir a casa de sus tíos, un lugar hostil y desconocido para ella. El capitán Kidd acepta entregar a la niña a sus tutores legales. En el viaje, ambos recorrerán cientos de kilómetros a través de una inhóspita naturaleza, y deberán enfrentarse a enormes dificultades, humanas y naturales, en búsqueda de un lugar al que puedan llamar “hogar”.

El film es una road movie sobre un dúo desparejo cuya química fluye desde el preciso momento en que se encuentran. Nominada al Globo de Oro por esta actuación, la pequeña Helena Zegel se vuelve a poner en un papel de similares características a su primer protagónico en la fantástica System Crasher. Al igual que en su debut, su interpretación tiene matices increíbles, reflejando sentimientos muy convincentes de ira, bondad y desesperanza. Impulsiva y de salvajes reacciones, sus agudos gritos encuentran puntos similares a Benni, la incontrolable niña de nueve años de la película alemana de Nora Fingscheidt.

En sintonía con la niña, se encuentra Tom Hanks (¿Hace falta aclararlo?), quien nos regala otra soberbia actuación en el rol del comunicador que recorre las ciudades para contar las historias y las noticias sobre el «gran mundo». En tiempos de la reconstrucción norteamericana, el veterano confederado itinerante deberá lidiar con una frontera incómoda y, a veces, violenta. Los tejanos, los nativos americanos, los nuevos inmigrantes europeos, los mexicanos, los negros liberados de la esclavitud, pero aún sujetos a linchamientos, como deja en claro el comienzo de la película, se mezclan incómodamente con los soldados de la Unión que luchan por mantener una paz inquietante. En ese contexto, el film desarrolla uno de los subtextos más gratificantes de la película, el rol del periodismo, como un bálsamo para curar el provincialismo herido de los derrotados en la Guerra Civil. Por que Kidd no informa, ni siquiera escribe, las noticias, pero reconoce que, al contar historias, hay verdades que pueden restaurar nuestra humanidad.

Como es clásico en la filmografía de Greengrass, no pueden faltar los momentos de acción, demostrando un impecable manejo en la construcción del suspenso, así como la psicología de cada uno de los personajes, Un pederasta que quiere comprar la niña para prostituirla, un vendedor de bisontes que se apodera de un pueblo y maneja su propio diario (obliga a Kidd a leerlo a su pueblo), forman parte los peligros con los que los protagonistas se cruzarán en su intento de llegar a destino. Todos siniestros componentes que encuentran su correlato en un mundo contemporáneo,.

La estructura de western clásico, con su música e impactante fotografía, la historia sobre dos almas heridas que se encuentran y el intenso drama social de una norteamérica fracturada hacen de Noticias del Gran Mundo un contundente film que nos hace ver que no se puede manejar el presente sin conocer el pasado con una oportuna mirada sobre la difícil tarea del comunicador social en una república agrietada y conflictiva.

Lee la crítica en https://solofuialcine.com/noticias-del-gran-mundo-de-paul-greengrass-critica/:
Bruno
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6
1 de septiembre de 2020
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 2016, año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional. Mientras en Argentina un zombie se excusaba de ir al evento principal que conmemoraba esa fecha tan importante para el país por «estar cansado por la extenuante gira y actos», en Corea del Sur se producía el estreno de una de las mejores películas de zombies de los últimos años, Train to Busan. Ganadora en Sitges como Mejor Director y Mejores Efectos Especiales, el film rompió records de taquilla en Corea y tuvo mucho éxito en todos los países donde se estrenó, tanto por parte del público como de la crítica. Consecuencia lógica, era de esperar que, en este mercado que trata de exprimir al máximo sus productos exitosos, se haga una secuela. De la misma manera que otras producciones del género como 28 Days Later de Danny Boyle, el concepto de esta secuela sería volver al lugar donde se inició la plaga zombie. Pero, para eso, cualquier excusa sería buena, pero la misma debería ser original.

El film arranca en el momento de evacuación de Busan, cuando la plaga zombie se extendió y la pandemia es incontrolable. Muchos son evacuados en barcos hacia otras ciudades de Corea y se cierran todos los caminos hacia la ciudad, quedando totalmente aislada del resto. Los puentes son destruidos y se declara zona de desastre el lugar. En esa fuga conocemos Jeong-Seok (Gang Dong-Won) un soldado del ejercito surcoreano que lucha por llegar con su hermana, su cuñado y su sobrino hasta un barco militar que los llevará del otro lado de la península. Cuando parecen estar a salvo, un contaminado desata el caos en el lugar y pierden la vida el niño y la madre. Inmediatamente nos iremos cuatro años después del hecho, Jeong y su cuñado viven como refugiados en la ciudad y reciben una oferta que los llevará de nuevo hacia la ciudad infectada para recuperar una millonaria suma de dinero que quedó abandonada dentro de un camión y que sería repartida entre todos.

La culpa y el dolor por lo sucedido cuatro años atrás sigue presente pero ambos ven una oportunidad para seguir adelante con su vida y se embarcan junto a dos personas más en la misión. Pero no será tan facil, ya que, en la ciudad, no solo hay zombies, sino que hay sobrevivientes que instalaron sus propias reglas y también tratarán de quedarse con el botín. Allí conocerán a Min-Jeon (Lee Jung-hyun), una mujer a la cual el soldado no quiso auxiliar en el escape sucedido cuatros años atrás, pero que logró sobrevivir en el lugar junto a su anciano padre y sus dos hijas.

Con un presupuesto mayor, era obvio que el film iba a recurrir a mayores efectos y una mayor producción. Mientras la primera se ambientaba en un tren y en cada una de las estaciones que iba frenando, en esta el espectro físico es más amplio. La ciudad en su totalidad se presenta como escenario de la lucha por la supervivencia. Así veremos grandes cantidades de zombies, cuyas características son similares a la anterior, llenos de rabia y sin control sobre sus cuerpos, igual que en 28 Days Later. Pero más allá de la acción, detrás de Train to Busan había un drama, el de esa niña con un padre ocupado full time a su trabajo como si fuese un zombie. El tratado del drama personal, reducida a la relación padre-hija, generaba una conexión sentimental especial con el espectador, siempre acompañado con la intensidad que el cine oriental le suele poner a este tipo de producciones. Esto no quiere decir que en Península el drama no exista; hay y muy intenso, pero queda desdibujado ante semejante despliegue visual y de efectos especiales (con un abuso importante del CGI).

Habíamos hablado de las similitudes de esta película con el film de Dany Boyle, 28 Days Later en cuanto a la construcción de los zombies. En materia del abordaje del drama, el argumento del film se acerca a su secuela, 28 Weeks Later de Juan Carlos Fresnadillo al tocar temas como que la culpa por el abandono en situaciones similares que se suceden en medio de la desesperación por salva sus vidas. Mientras en una, el esposo abandona cobardemente a su esposa cuando se encuentran a merced de un ataque zombie en su casa, luego se abocaba al seguimiento del protagonista con sus dos hijos y el reencuentro con su esposa abandonada que, sorpresivamente, sobrevive a la plaga. En Península sucede lo mismo con una familia por parte de Jeong, pero en esta se hace más amplio el espectro de personajes, y esa temática queda perdida, más allá del planteo del final, donde aparece la posibilidad de redimir lo sucedido cuatro años atrás.

Otro aspecto similar con la saga inglesa de zombies es que Train to Busan 2 no tiene ningún hilo de continuidad con su antecesora, más allá de la locación y la plaga zombie. Eso hace que los personajes que aparecen en escena sean nuevos, más variados y con distintos perfiles que la primer parte. Más allá de Jeong y su cuñado, que tienen un desarrollo más profundo, los demás no llegan a tener el abordaje necesario para lograr conectar y se apela más a la incertidumbre que puede generar que quienes corran peligro sean niños o adolescentes. Todo eso, sumado al problema de una secuela cuya antecesora se convirtió en un éxito inesperado hace que el film llegue a tener el mismo impacto y no logre romper con el estigma de que «ninguna segunda parte es mejor», aunque es un espectáculo entretenido cuya magnitud de producción seguramente se disfrute más en el cine.

La crítica: https://solofuialcine.com/train-to-busan-2-peninsula-de-yeon-sang-ho-critica/
Bruno
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8
1 de septiembre de 2020
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pecados Capitales, Batman, Watchmen, Avengers y todo el universo de los cómics, sumados a algunos diálogos que recuerdan a Stars Wars, incluso una intro musical y visual parecida a The Texas Chainsaw Massacre. Colocás todo eso en una coctelera, lo batís a fondo y sale Orígenes Secretos. El tema sería que esa mezcla esté bien armada, en las dosis justas y, sobre todo, que tengas claro que lo que vas a tomar es un revuelto de cosas que ya has probado otras veces. Algo parecido hizo Matthew Vaungh en la clásica Kick-Ass, con mucha sangre y en tono de comedia; o Shyamalan con mayor sutileza y exquisitez en la trilogía compuesta por Unbreakeable, Split y Glass. La diferencia es que acá le agregamos algunos condimentos propios del thriller de David Fincher y de otros films de asesinos seriales.

De arranque ya notamos la influencia de Seven: la puesta en escena con la lluvia de fondo, un par de asesinatos con pistas que conducirán a otro y patrones que tienen que, en este caso, tienen ver con el origen de los superhéroes clásicos. El encargado de investigarlos es Cosme, un veterano policía a punto de jubilarse y David (Javier Rey), su relevo cuando le llegue la hora del retiro. El nuevo detective recién llegado a la ciudad tiene un pasado que coincide con el mundo de los superhéroes también pero eso lo sabremos más tarde. Para resolver los crímenes se sumará a la investigación Norma, la jefa de ambos y amante del cosplay; y Jorge Elías (Brays Efe), el hijo de Cosme, un entrañable friki, dueño de una tienda de comics.

Al jubilarse Cosme, David y Jorge Elías deben trabajar juntos como si fuesen una especie de Batman y Robin. La dupla actoral tiene mucho humor (sobre todo Jorge Elías) y la química entre ambos está bien trabajada, pero quien le aporta los mejores momentos es Verónica Echegui como Norma, la jefa policial. Sus apariciones como cosplay y la verborragia que le imprime al personaje son los momentos más desopilantes de la película. Leo Sbaraglia y Ernesto Alterio también se lucen con sus breves apariciones. El primero con una delirante aparición como «Paco» un oscuro traficante de comics de los suburbios madridista y el hijo de Hector Alterio como Bruguera el histriónico forense encargado de investigar los cuerpos que van llegando a la morgue.

Orígenes Secretos tiene la inteligencia de aprovechar el universo del comic y transformarse en una comedia, divertida y entretenida, sobre todo para los fans del género sobre superhéroes. Un film donde ninguna referencia a la cultura popular suena forzada, cada una de ellas están sutilmente puestas y son funcionales a la historia, una tarea difícil de lograr y que acá fluye con total naturalidad.

La crítica en: https://solofuialcine.com/origenes-secretos-de-david-galan-galindo-critica/
Bruno
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9
12 de agosto de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrea (Andrea Carballo planea suicidarse a raíz de un video de ella que se hizo virall. Mientras tanto, su ex novio, Mauro (Pablo Greco), contrata a un hacker para que le robe las contraseñas de sus redes sociales y así saber sus hay otra persona que hizo que ellos se separaran. Daniel (Javier De Pietro), el hacker, va un paso más allá e instala cámaras ocultas para espiarla durante todo el día. Juana (Lola Ahumada), la hija de Daniel, pasa sus días intentando crear un video que se haga viral en Youtube y hacerse famosa.

Con estos condimentos, el film nos mete de lleno en el mundo del vouyerismo informático y de la necesidad del reconocimiento del otro. Apoyado en la simetría perfecta de cada plano, uno no puede dejar de recordar a Wes Anderson. Esas obsesiones también aparecen en los detalles de cada recuadro que resultan una atracción aparte. Desde esas apariciones de Hulk como figura representativa de Daniel, en una remera o en un muñeco colgado en el auto. Los Maneki-neko (gatos de la suerte) que aparecen diseminados por cada espacio físico que ocupan los protagonistas hasta los imanes de Mafalda en la heladera de Andrea. Hasta las referencias a lo sagrado y religioso: un Gauchito Gil en el kiosco y las cruces en la oficina de la directora de la escuela de Lola, interpretado por una genial María Rosa Fugazot. Los objetos tiene un sentido armónico en la composición de los cuadros pero también simbólico y nada está puesto al azar.

Pero más allá de su fortaleza visual, el estilo no permite que se robe el sentido de la película. El del título, el cual alude a muchas invisibilidades femeninas: la falta de la madre en la vida de Lola y su dolor por esa fata, la chica que aparece detrás de ese video viral que los morbosos usuarios no dejan de consumir, una hija que reclama atención a un padre más obsesionado en una mujer que en cuidar de ella o ese novio que se pone celoso por que su novia interpretará a Calígula en el teatro y la trata de «gato». Un universo complejo que aparece configurado detrás de cámaras que registran todo: desde quien entra y quien sale de un edificio hasta una audición de tres minutos que cobre relevancia por un desgraciado final, un accidente casero de una niña en soledad o la intimidad de una joven mujer.

Como en el cine del español Carlos Vermut, en Una Chica Invisible hay lugar para lo fantástico, el mundo del animé e incluso un documental sobre el ritual de apareamiento de una mantis religiosa, pero sin desconectarse del mundo real ni de la actualidad social. Así, en su ópera prima, Francisco Bendomir logra transformarse en un director para seguir de cerca, por que logra una mezcla enrarecida de realidad y comedia negra absurda con una composición hiperestilizada y un diseño de producción que resulta un espectáculo aparte.

Crítica: https://solofuialcine.com/una-chica-invisible-de-francisco-bendomir-critica/
Bruno
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9
9 de agosto de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un colapso económico y ambiental se acerca, es inevitable y las consecuencias ya se empiezan a sentir. Con esa simple premisa El colapso nos sumerge en un asfixiante tour de france filmado en plano secuencia de no más de 20 minuto por capítulo sobre las consecuencias que genera en la sociedad un posible colapso mundial. Sin explicar porque se produce, ni cual es el motivo real del mismo, aunque algún tipo de explicación ensaya en el capitulo final. El Colapso comenzó a emitirse en Francia a finales del año pasado en Canal+, pero Filmin (la pueden conseguir dando vuelta por internet sino tienen la plataforma), la ha relanzado recientemente aprovechando la pandemia de covid-19 y las consecuencias económicas a nivel global que estamos sufriendo.

La serie no tiene una trama lineal, son ocho capítulos de no más de veinte minutos (solo uno pasa ese tiempo, 27 minutos). En cada uno de ellos se presenta un escenario de una Francia que entra en un colapso civil. El primero de ellos nos ubica en un supermercado, donde comienza a notarse el desabastecimiento de algunos productos esenciales (Para que los argentinos se sientan identificados, uno de los productos que escasean son los tampones). El segundo nos traslada a una gasolinera, donde veremos una batalla entre civiles por el combustible. Esos dos primeros se centran en conflictos de personas que tratan de hacerse de bienes esenciales para poder sobrevivir.

Algo que parece no faltarle al protagonista del tercer capítulo, llamado El Aeródromo. En el que vamos a seguir a un millonario empresario, cuyo seguro le avisa que tiene un avión la va a llevar a un lugar exclusivo para quienes hayan pagado para ello. El tema es que debe estar en quince minutos ahí, sino no podrá ser salvado del colapso. El individualismo y el desprecio por el otro del sujeto muestra lo más perverso de la condición humana, de un personaje que se preocupa más por llevarse un cuadro original de Van Gogh que en ayudar a una amante o a su chofer y que es capaz de cualquier cosa con tal de salvarse.

El cuarto, La Aldea, es quizás el más interesante en cuanto al trato que da sobre los diferentes comportamientos de un conjunto de personas que llegan a una comunidad que le proveerá de todo lo necesario para poder sobrevivir a cambio de realizar táreas y entregar sus víveres. Pero la paranoia y la desconfianza sobre lo que va a decidir el consejo si aceptan a todas las personas que se acercaron a la aldea, hace que todo se desmadre y todo termine de manera trágica.

A medida que transcurren los capítulos nos vamos acercando al día del colapso. En el quinto ya vemos la consecuencia de la falta de agua para enfriar una central nuclear y el peligro latente de una explosión. En este capítulo veremos como un grupo de científicos hacen lo imposible para que la central no explote, incluso poniendo en riesgo sus vidas. La misma solidaridad se ve en el sexto, quizás el más triste y dramático de todos. Un joven solo en una residencia geriátrica lucha para que unos ancianos abandonados puedan sobrevivir, mientras el resto de empleados lo dejan sin suministros ni alimentos para poder huir hacia una salvación.

El más largo es el séptimo, se llama La Isla y lo llamativo es que casi toda la acción se desarrolla arriba de un velero que marcha a través del mar hacia una isla donde la mujer protagonista será salvada del colapso. Una concepción muy similar al tercero, pero la diferencia es que se trata de una mujer y aparecen actitudes diferentes en cuanto a la solidaridad con el otro. El aprovechamiento del plano secuencia al máximo, llegando incluso a meterse adentro del agua y no detener la cámara.

Para el final queda el discurso de advertencia que funciona como un ensayo para entender los motivos del colapso que está por llegar, explicado por un científico ambiental que, junto a grupo de activista, irrumpen en un programa televisivo de debate en el que se encuentra la ministra de medio ambiente francesa. Ahí veremos el rol de los medios, como operan en pos de tener una primicia o generar impacto, así como también vemos como los políticos manipulan a la sociedad con discursos que solo cuidan los intereses de grandes capitales, sin pensar en el riesgo que eso conlleva a la humanidad y al planeta tierra.

El año pasado Years and Years nos trajo una mirada sobre la crisis social a nivel global y nos invitaba a reflexionar sobre el viraje a la ultraderecha en Europa y la política xenófoba de Donald Trump, las consecuencias del calentamiento global y el peligro nuclear, hasta la flexibilización laboral extrema. El Colapso parece ser una continuación apocalíptica y pesimista que refleja las posibles consecuencias de un estallido. Veremos al ser humano en situaciones críticas, al borde de la desesperación, como una advertencia sobre los riesgos de un colapso global donde va a ser necesaria la responsabilidad colectiva o la humanidad acabará autodestruyéndose. (Cualquier coincidencia con el contexto actual es mera casualidad).

Crítica: https://solofuialcine.com/775-2/
Bruno
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