El problema con este film son sus idas y venidas y que no mantiene un grado de calidad constante, esto me despista un poco como espectador. Por lo demás, se deja ver y posee una ambientación digna de mención. Los actores principales trabajan bien si exceptuamos a Antonio Banderas que para mí está infame. Con todo y con eso, la película tiene cosas interesantes.

No conozco la novela, así que no sé si el film dista mucho de ella.

Pues esta película no pasa de ser una mediocridad y sí, lo digo con la boca bien llena. A ratos puede resultar entretenida pero un Robin Hood calvete y cuarentón no entra dentro de mis cábalas, lo siento. Ni siquiera como gran producción me convence. Me pasa un poco lo mismo que con Waterworld que los medios están ahí pero el conjunto hace aguas, y nunca mejor dicho. No digo esto con afán destructivo sino como lo siento. A mí Robin de los Bosques siempre me pareció un personaje la mar de atractivo y muy cinematográfico pero en esta ocasión creo que se han cargado un poco el mito.

Esta superproducción no es nada del otro jueves sin que por ello resulte mala. Los personajes pecan de superficiales y en ningún momento adquieren la profundidad deseada. La historia es exótica, pero nada más. No se ahonda en las relaciones humanas ni en la naturaleza de nuestras pasiones. Incluso se hace pesada. En fin, salvo por la presencia de Brad Pitt y una esmerada fotografía, el film no destaca por nada y supone un paso atrás en la filmografía de su autor.

Este retrato de la condesa de sangre se queda a medio camino en todos los sentidos, si bien apunta maneras, no consigue cuajar ni como ficción ni como documental.

Lo más destacable, sin duda, la ambientación. Lo malo es que las interpretaciones que la acompañan no están a la altura del reto, resultando insulsas e impersonales. El hervidero de rumores que fue la vida de la tal Bathory sólo aparece reflejado en parte y la poesía que emana del personaje tenemos que ponerla nosotros porque en ella no se encuentra.

Los crímenes que dieron paso al mito de la mujer vampiro dan para más, sin duda para mucho más.

Sin llegar a ser ofensiva, esta cinta tan de los 80 ya resultaba ñoña y trasnochada cuando se estrenó mucho más ahora. Kevin Costner no consigue remediar que tanta azúcar acabe por resultar empalagosa. Este es el tipo de producto que malamente puede entenderse fuera de los Estados Unidos puesto que, entre otras cosas, el beisbol es un deporte que casi nadie practica fuera de América. Dicho esto, la cinta tiene cosas a su favor, como la relación que se establece entre padre e hija, por ejemplo, o el retrato de la Norteamérica más profunda.

A no ser que seas un fan acérrimo de Kevin Costner, no te recomiendo esta película.