El maestro Stanley Kubrick no nos entrega aquí uno de sus mejores filmes, pero qué gancho al hígado le propina al Tío Sam. El cuerpo de marines es conocido como un grupo de élite para combate en EUA, pero al ver la manera como los entrenan (según Kubrick) cualquiera diría que la guerras (como la de Vietnam) las pierden antes de empezarlas al enviar al frente tantos jóvenes alienados. Esa primera parte del filme donde narra con pulso seguro y ritmo demoledor el adiestramiento de jóvenes bisoños para convertirlos en "máquinas para matar" es de lo mejor de Kubrick. Escenas contundentes como la venganza de todo el grupo al gordito recluta o la perturbadora secuencia del protagonista de ronda por los baños, son muestrarios de la particular visión antimilitarista de Kubrick y quedan grabados a fuego en la mente de todos quienes vimos ese primer metraje. Ya la segunda parte es más convencional al describir las peripecias de "Joker" (Modine) en el frente de batalla pero no por ello se pierde interés. Kubrick se quejó que "Pelotón" se filmó después que su película y fue estrenada antes, pero yo no estoy tan seguro si "Full Metal Jacket" hubiese logrado sortear la censura de no haberse estrenado primero el premiado filme de Oliver Stone.

Es dificil ponerse de acuerdo respecto a esta versión del comic creado por Stan Lee y Jack Kirby. Ang Lee es un director de innegable talento pero quizá su tendencia a plantearse conflictos emocionales como "leit motiv" de la mayoría de sus filmes recargó demasiado la trama. Claro, si nos atenemos al comic Hulk tendría que ser un ser bestial saltando de cerro en cerro, peleando contra los militares y deseando que lo dejen en paz. Pero Ang Lee platea un interesante conflicto humano en Bruce Banner/Hulk, incapaz de asumir una relación estable con su novia y a la vez guardando un secreto de su pasado que involucra a su padre. Por ende, Hulk resulta ser el Hyde de Banner; es decir, el ser que sí es capaz de asumir sus odios (y afectos) con total libertad y sin remordimientos. La profundidad de la propuesta de Ang Lee sin duda le valió el repudio de todos aquellos que esperaban un festival de fx al mejor estilo "X Men", pero al igual que el "Batman" de Tim Burton, el "Hulk" de Lee acerca con bastante fidelidad el conflicto emocional que sin duda sus autores quisieron plantear en su cómic y que después la Marvel modificó en aras de hacerlo más asequible al público infantil.
Eric Bana interpreta con firmeza al doctor Banner y Jennifer Conelly, a pesar de su inexpresividad, está bastante bien como la novia científica y conocedora de la dualidad de su pareja. La propuesta estética intenta recrear el cómic al máximo y la verdad que el Hulk creado por computadores está bastante bien. No es propiamente una película de acción y, obviamente, no es tampoco un film de entretenimiento. Claro que comparado con la versión televisiva del personaje, que más parecía "El Fugitivo" con piel verde, la película de Lee es inmensamente superior.

No se amarguen los fanáticos del buen Steven. No quiero decir que "Tiburón" sea lo único bueno que ha hecho, reconociendole desde luego que films como "Saving Private Ryan", "Munich" y "Schlinder's List" tienen cosas realmente extraordinarias. Pero, vamos, cuando hizo esta película Spielberg aun no se había creído todo ese rollo de "rey midas de Hollywood" y por tanto, se dedicó a hacer buen cine sin divismos ni poses. Además, en 1974 cuando rodó "Jaws" era muy joven y encaraba su primer gran trabajo para un estudio importante con un presupuesto de varios millones de dólares (de aquellos setentas), y aquella presión sin duda se trasuntó en el espíritu de su película. Curioso: si bien la novela de Bentchley es interesante, la película de Spielberg es mejor. Sobre un argumento simple (La atmósfera apacible de un balneario se ve alterado por la aparición de un tiburón asesino) el joven Spielberg construye un notable ejercicio de aventura y suspenso, manejando con pulso seguro el avance de la historia hasta la epopéyica caza del tiburón, con un aliento realmente a lo Melville. Hay escenas fuertes para la época (incluso la sangrienta muerte de un niño) y aunque el tiburón está bien hecho creo que es su presencia sugerida lo que denota la genialidad del director. Unos notables Dreyfuss y Scheider no logran superar a un gran Robert Shaw que compone un personaje inolvidable con su "Quinn". A mi juicio, la mejor escena es cuando los tres protagonistas bromean en el camarote del barco al calor de un vino, alegrando y entristeciendo a la vez sus almas con recuerdos del pasado hasta que el tiburón los devuelve a la realidad. Notable. Creanme, a pesar de su edad, la película no ha envejecido ni un ápice y conserva toda su potencia.

Si con "Mad Max" el australiano Miller nos había dado su particular visión de un mundo futurista lleno de violencia, con "El Guerrero de la Carretera" esta idea alcanza ribetes de gran película. Generalmente las secuelas son inferiores a la primera entrega, pero en este caso es todo lo contrario. La fotografía es excelente, la puesta en escena notable y las escenas de acción creo que son extraordinarias si consideramos que fueron realizadas a punta de stunts, sin efectos de computadora. La idea de un mundo cercado por la falta de combustible y bandas de punkoides asolando a aquellos que tienen algunas gotas de la preciada gasolina es estremecedora y Miller realiza sobre ese argumento un verdadero "western" al estilo Howard Hawks, pero plasmado en el futuro, un futuro desolador, violento, pero al final esperanzador y con hálitos de humanidad cuando la comunidad aislada por el terror logra finalmente librarse de la crueldad de sus sitiadores, gracias a la ayuda de Max. Mel Gibson realiza un rol excelente como el hombre sin pasado y sin futuro que encuentra finalmente la manera de redimirse a través de lo único que sabe hacer: matar a los malos. Excelente película.

No olvidemos que Peter Jackson empezó en el cine gore más visceral, y bueno, en ese tipo de cine los excesos son lo que piden los fanáticos. Su homenaje al clásico de Cooper y Schoedback es bastante bueno y por momentos, gracias al adelanto de este siglo, supera sin duda en espectacularidad muchas secuencias del filme de 1933. Pero, a lo bueno generalmente no le sobra nada y Jackson en este remake linda los límites de lo excesivo. Para empezar, le sobra metraje (Peter, ¿eran necesarias 3 horas?), le sobran algunas secuencias gore no aptas para nadie (los insectos y bichos de la isla), le sobran minutos en esa isla que, muy bien fotografiada, de tanto verla nos parece falsa; en fin, le sobran secuencias casi grotescas como el patinaje de Kong en el central park o los primeros planos de Ann / Naomi con su rostro compungido por el monito (yo he contado hasta 10 secuencias en ese plan). Pero, siendo la película de antaño insuperable a pesar de sus pobrezas técnicas, la de Jackson tiene sin duda momentos notables como la secuencia final de Kong en Nueva York, o la irrupción del gorila en la fortaleza buscando a su rubia debilidad. Lo que sí me parece absurdo es despreciar a dos buenos actores como Jack Black y Adrien Brody en dos papeles sin mayores matices. Cualquier actor de segunda pudo tener el mismo rol e igual nadie se iba a acordar. En cambio, Naomi Watts supera sin duda a Fray Wray aunque la mejor "chica Kong" sin duda fue Jessica Lange en ese esperpento de John Guillermin de 1976. Su sexualidad fue algo único y sin duda allí si entendemos por qué el monito se puso tan calentón con alguien tan ajeno a su especie (y tamaño, me entienden). "King Kong" es una buena película de aventuras, donde quizá quien debió llevarse todo el mérito fue el técnico de computadoras que creó un gorila tan creíble, conmoviendonos incluso con expresiones y reacciones absolutamente reales. Sin duda un buen filme de aventuras y punto.