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España España · Almería
Críticas de Gabriel Ufa
Críticas 679
Críticas ordenadas por utilidad
10
22 de enero de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se hace dificil decir algo nuevo sobre esta obra maestra capital de la historia del cine. Es más que evidente que marcó para siempre el género del terror, concretamente el mito del vampiro, y su influencia aún hoy no tiene límites.
Por poner dos ejemplos relativamente cercanos en el tiempo, no hay más que acercarse al remake que hizo Werner Herzog en 1979 (7,1 en FA) o "La sombra del vampiro", sobre la grabación de esta película, con partes ficticias, con John Malkovich y William Dafoe como Max Schrek (año 2006, 6,3 en FA).

Creo que es una película al que a todo aquel que ame el cine debería ver. Puede que parezca antigua o acartonada, que los intertítulos duren demasiado, pero solo son excusas para no querer reconocer una obra maestra.
Recapitulemos: año 1922, presupuesto bajísimo, una sola cámara, el más difícil todavía, lo que encumbra aún más la genialidad de este director: hay tantas.... y miren el resultado:obra inmortal.

Sin más preámbulos y entrando de lleno la película, para mí es absolutamente fascinante. Como espectadores del siglo XXI podemos tener algún reparo a la hora de visualizar películas mudas con intertítulos, sobre todo si no estamos acostumbrados, pero la fascinación que produce Max Schrek caracterizado cómo Nosferatu es alucinante; ese personaje alto, delgado, pálido, de nariz aguileña, dientes de sierra, maquillaje lúgubre, orejas alargadas y unos dedos finos con uñas que parecen cuchillas sin fin, es sencillamente sobrecogedor.

Sin duda, esto es lo que más llama la atención; por supuesto se come la pantalla, podríamos decir, pero es solo una pieza más (importantísima, qué duda cabe) dentro la grandeza de esta obra.

Otro de los enormes logros es que la historia conjuga romanticismo, lirismo y terror dentro de una atmósfera expresionista de ambiente fúnebre. Todo es siniestro, no solo la parte del castillo, y la apariencia fantasmal está siempre presente.


El empleo de la cámara con encuadres absolutamente magistrales (todo cabe dentro del plano), angulaciones características del expresionismo y contrastes lumínicos (ojo a la exquisitez de la fotografía de Fritz Arno Wagner), o esas magníficas sombras proyectadas, convierten este film en mítico.

Es curioso que a pesar de seguir los postulados del expresionismo alemán en cuanto rodaje en interiores, la película también ofrece escenas rodadas en escenarios naturales, una práctica nada habitual en este movimiento. Así, los exteriores de Transilvania fueron rodados en el norte de Eslovaquia.

El montaje es de una maestría brutal, con cambio de planos al principio, el empleo de trucos como el acelerado, las desapariciones de Nosferatu -como la de la entrada a su recién comprada propiedad- la manera en que sube tumbado de su ataúd, el uso de la perspectiva, el empleo de los decorados....

Y el uso de las sombras: al menos con dos míticas que han pasado a la historia del cine: la figura negra de la escalera de Nosferatu o la mano en sombra que aprieta el corazón de Ellen (Greta Schroeder).

Por citar alguna genialidad más: la escena de las ratas en el barco. El segundo de abordo abre el ataúd que transporta al conde Orlok y lo que encuentra son... ratas.

Murnau no le había dicho al actor lo que contenían los ataúdes; tan solo que al abrirlo tenía que poner cara de susto. Para conseguir que las ratas salieron corriendo en cuanto se abriera el ataúd, Murnau dispuso un doble fondo con una plancha de metal al rojo vivo. Las ratas se estaban chamuscando, de ahí la velocidad con que salen en esa escena, incluso se llegan a subir por una pierna del actor. Repelente no, lo siguiente. Como vemos un pequeño truco casi de prestidigitador.

También es deslumbrante el plano detalle de la planta carnívora devorando el insecto "como un vampiro".
Pero para no desvelar nada, sigo con otras genialidades en spoiler.


La película tiene mucha mucha intrahistoria que tanto gusta a los cinéfilos. Para empezar es una adaptación de la famosa novela de Bram Stoker, "Drácula", publicada en 1887, que Murnau hizo sin obtener los derechos. Murnau cambió algunas cosas como el nombre de los personajes: Harker es Hutter, Conde Drácula por Conde Orlok, y algunas mínimas variantes cómo poder reflejarse en un espejo.

La viuda de Stoker, poseedora los derechos, puso una demanda judicial y un tribunal le dió la razón y ordenó la destrucción de todas las copias de Nosferatu. La cinta ya había sido distribuida y algunos particulares escondieron sus copias por suerte... para nosotros.

Hay una leyenda negra que dice que Max Schrek era un auténtico vampiro que Murnau fichó para hacer el papel, cosa que queda muy bonita para adornar la historia pero qué es totalmente incierta y absurda.

En definitiva, Murnau por todo lo dicho, es uno de los grandes padres del cine y Nosferatu una obra maestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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8
30 de noviembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran western de Anthony Manny, director infravalorado al que nunca se le concedió un Óscar, ni siquiera honorífico.
Sí fue nominado aquí Dudley Nichols, guionista de reconocido prestigio, colaborador de hasta 8 obras con John Ford ("La diligencia", " La patrulla pérdida", etc).

La película dura 93 minutos, y es de una concisión pasmosa. Desde el primer momento se aprecia la calidad: un hombre muerto tumbado boca abajo en un caballo llega a un pueblo escoltado por un cazarrecompensas (Fonda) en un magnífico travelling en el que todo el pueblo sale a ver el acontecimiento. El primer plano de la mano venosa cadavérica, es de las que se quedan.

Fonda (el caza recompensas, ex-sherrif) quiere cobrar su recompensa pero pasarán unos días hasta que pueda verificarse la identidad del muerto.
Anthony Perkins es el joven sheriff de un pueblo casi tranquilo, en el que unas pocas ovejas negras alterarán la calma.

Fonda es ese héroe con pasado turbulento, que hará de maestro a un bisoño sheriff (Perkins), con más voluntad que aptitud, muy inseguro. "Usted puede enseñarme. Unos días serán suficientes" le implora el joven al veterano, ávido de conocimientos. Diálogos casi lacónicos, pero de una precisión milimétrica.

Por el camino encontrará a una guapa Betsy Palmer, viuda con un hijo de origen indio, madre e hijo un tanto excluídos del poblado.
La transmisión de la experiencia, el respeto a las minorías y la ley son las premisas del argumento.

Fonda es un actor sereno, diferente de James Stewart, habitual de Mann, que hace una interpretación fantástica con esa pose de amargura interior, que transmite tranquilidad y certeza, sobre todo a su pupilo, pero con rectitud por unos valores. Hasta 3 veces rechaza la placa de sheriff, the tin star; horrorosa traducción del título original de la película (de placa de hojalata a cazador de forajidos).
Hay también una bonita historia de amor adulta (sin mostrar un solo beso, fantástico) en contraposición a una pareja de jóvenes que siempre están riñendo.

Aparece como secundario un joven Lee Van Cleef, aún no muy conocido.
Quizá la partitura abusa a veces de ser algo chillona en algunos momentos, es la única pega que se le podría poner.

Como ya dije en "El hombre de Laramie", Mann me parece uno de los mejores encuadradores de la historia. Aquí no hay tantos exteriores (unos pocos) para exprimir la profundidad de campo de Vistavision, así que demuestra también que sabe utilizar el rodaje en interiores con una sutileza y una maestría más que probada.

Otro pedazo de western de Anthony Manny, con cierto tono social, no tan conocido como "El hombre de Laramie", "Winchester 73", "Tierras lejanas", etc. pero igual de interesante. Realmente a descubrir para quien no lo haya visto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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6
11 de septiembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la verdadera historia de Brittany O´Neill, de 27 años, quien pasaba por una fuerte crisis existencial por problemas en el trabajo, noches de fiesta y mala alimentación unido a un malestar físico por su sobrepeso. Brittany pasó de estar en el sofá a convertirse en runner.

El director del film, Paul Downs Colaizzo, era compañero de piso de ella y decidió llevar a la pantalla grande el relato de su mejor amiga: Brittany. Este es el punto de partida de “Brittany corre una maratón”, sin estreno comercial en cines, comprada por Amazon Studios por 14 millones de $. La película consiguió el Premio del Público en el Festival de Sundance.

La película gira en torno a la desordenada y desesperanzadora vida de Brittany, interpretada por Jillian Bell, que aparece en el 90% de los planos de la película. La cinta es una especie de mezcla entre “El diario de Bridget Jones” y “Corredor de fondo (Run Fatboy Run)”.

El tema central es el objetivo de autosuperación, en todos los niveles de Brittany: pareja, trabajo y estilo de vida. Sus amigos más fieles (casi los únicos) intentarán ayudarle en tal propósito, pero ¿qué pasa cuando no te dejas ayudar? Eso es exactamente lo que relata “Brittany runs a marathon”.

Me ha gustado el ingenioso recurso de la doble pantalla (casi en desuso) para conversaciones por teléfono, fotos y videollamadas, así como la evolución en la preparación de la carrera y los sacrificios que conlleva. Pincha un poco para mi gusto en la relación con Utkarsh Ambudkar, en una relación de idas y venidas, y algunas transiciones en la película que no aportan demasiado.

Obviamente si te gusta cómo enfoca Jillian Bell el personaje, la película te resultará de lo más amena. En caso contrario, como me pasa a mí, que solo llego a empatizar a ratos, la película te retendrá a ratos.

Brittany puede ser tan desconcertante y repelente que a veces es imposible empatizar con ella totalmente. A ratos insolente, a ratos depresiva, no consigue una uniformidad y está lejos de ser redonda. Teniendo en cuenta que es una opera prima que habla sobre las ansiedades y la autoestima en una difícil etapa de la vida, se le podía dar un aprobado alto.

En el caso de los aficionados al running, gustará su evolución desde la primera vuelta corriendo a la manzana en una deplorable forma física (muy graciosa), pasando por las lesiones y las increíbles escenas de running.

Huye de la comedia romántica de manual, todo un acierto. Está también bien retratado el “esclavismo” de las redes sociales como Instagram o Facebook.

Entre los secundarios, me ha gustado el personaje Marta la Pija (Michaela Watkin), que la ayuda incondicionalmente a iniciarse en el running y en otros aspectos, abriéndole los ojos en el sentido de que ninguna vida es de color de rosa aunque lo parezca y todos tenemos problemas.

Me gusta que la película alabe la autosuperación, pero no lo muestra como un camino de rosas, sino que le da un tratamiento bastante realista.
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Gabriel Ufa
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7
9 de septiembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al acabar " Terminator 2", James Cameron se desentendió de la saga, y el resultado de las 3 siguientes películas no fue demasiado bueno:
Notas de Filmaffinity:
Terminator 1…………..7,1
Terminator 2 ………….7,5

Terminator 3 ………….5,2
Terminator 4…………..5,9
Terminator 5 ………….5,3

Así pues, Cameron hace borrón y cuenta nueva. Para él, Terminator 3,4 y 5 no existen y retoma la saga desde “Terminator 2: El juicio final”. Qué duda cabe que la implicación de Linda Hamilton y Arnold Schwarzenneger y el amplísimo presupuesto, son, a priori, una garantía para esta nueva entrega.

El argumento vuelve a la fórmula que históricamente ha funcionado: un evolucionado Terminator es enviado al pasado para intentar acabar con la vida de un personaje clave para vencer a Legión (lo que antes era Skynet) y también llega alguien para defender a ese personaje.

Las escenas de acción son realmente buenas. La desigual lucha está perfectamente conseguida. La presentación de Linda Hamilton, en su primera aparición, me parece realmente antológica y en general su presencia es motivo de celebración. Es mi favorita.

Lo que sí cambia un poco es el personaje de Natalia Reyes, una especie de nueva Sarah Connor, aunque bastante diferente. Es éste para mí, un error y principal punto flaco que aprecio: fallo de casting: Natalia Reyes a mí personalmente no me acaba de convencer, y mucho menos en el futuro (mal caracterizada). No es algo insalvable, pero, resta...

El villano, Gabriel Luna, lo hace de película. Ahora además, puede dividirse por dos, lo que complica aún más las cosas, si bien es cierto que se espera un paso más, dado que es un modelo más evolucionado, una auténtica máquina de matar. Se echa de menos aún más crueldad/terror.

La conclusión final es que no aporta demasiadas novedades; pero funciona. Presenta personajes nuevos, interesantes, y a los ya conocidos de toda la vida, los emblemáticos Sarah Connor y Terminator, pasados unos años.¿Para qué tocar algo si no lo vas a mejorar? En mi opinión, la cinta se gana el respeto, si bien es cierto que los guionistas pinchan un poco con la nueva vida de Terminator. En contraposición, el numerosísimo equipo técnico ha logrado unos resultados espectaculares y Tim Miller, el director de “Deadpool”, sin ser James Cameron, coge las riendas de una saga mítica y se acopla como si hubiera estado desde el primer día, dando un impulso perdido en las 3 citas anteriores.

El resultado final, si obviamos algún error de guión, es más que digno.

P.D.La nota de este "Terminator: Destino oscuro" es la más baja junto con "Terminator 3" : 5,2. Parece que no ha gustado demasiado.
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Gabriel Ufa
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5
8 de septiembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película destinada mayormente a un público adolescente, interpretada por dos jóvenes, chica y chico, en su último año de Instituto, y próximos a la graduación.

El tema central es, cómo no, el amor/desamor con una fuerte presencia del sentimiento de pérdida. Película, pues, típica del género romántico adolescente.

Richard Tanne escribe, co-produce y dirige esta adaptación de la novela bestseller “Chemichal hearts” de la autora australiana Krystal Sutherland apadrinada por la plataforma Prime Video de Amazon, que pretende llegar a un sector de público consolidado por la plataforma rival Netflix.

El director de “Michelle & Obama” (Southside by you) dirige con una mirada tierna, con cierto buen gusto y con buen pulso. Técnicamente muy correcta, sin alardes, pero con gran efectividad, por supuesto totalmente consciente al público a quien se dirige, obra sin complejos, porque efectivamente, es una película que hemos visto decenas de veces.

Lo más jugoso en este tipo de películas de género, que son las escenas románticas, aunque escasas por la coyuntura de la propia trama, están bien rodadas, y se nota química entre los dos protagonistas (fundamental para que funcione la película), si bien es cierto que Lili Reinhart (“Riverdale”) eclipsa a Austin Abrams (“The walking dead”) prácticamente en todas las escenas importantes en las que aparecen juntos. No sabemos si la faceta de productora ejecutiva de Lili tendrá algo que ver (algo parecido a lo que no hace mucho hizo su compañera de reparto Jennifer López en “Estafadoras de Wall Street”: productora al mismo tiempo que actriz).

Abrams da vida a un chico tímido, tierno y redactor del periódico escolar, amante de las letras, que se enamora de la chica, con una buena interpretación. Un personaje algo parado e inexpresivo, en parte por la confusión a la que es sometido, en contraste con Reinhart que saca provecho del dolor interior y el misterio de su personaje. A Ambos les une la afición a la literatura.

La película sigue los convencionalismos del género, con idas y venidas entre los dos jóvenes, con la particularidad de rodar las pocas escenas de sexo de manera bonita y respetuosa a la vez que realista, tratando al espectador de manera adulta.

Los personajes secundarios están apenas esbozados y no tienen casi protagonismo: una pareja lesbiana, una hermana que acaba de romper una relación (metida en el guión con calzador) o unos padres algo “pasotas”.
Hay alguna escena de disco, alguna metáfora acertada – el kintsugi o arte japonés de reparar los trocitos de cerámica rota-, versos amorosos de Neruda, y buenas frases como “cuando miro hacia el cielo me recuerda que no somos más que cenizas de estrellas muertas” o “vivir en los corazones que dejamos tras nosotros, no es morir”, muy definitorias de la situación que atraviesa el personaje.

En definitiva, un retrato agridulce, poco original pero correcto de la adolescencia a la que califican como “limbo entre la infancia y la edad adulta”. Obra sin alardes y sin arrancar una emoción desbordante, es una película del tipo que los espectadores más veteranos habrán visto muchas veces, y a los que se les hará intrascendente, pero que se deja ver y gustará a un público más joven.

La gran triunfadora del film es, sin duda, es Lili Reinhart.
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Gabriel Ufa
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