Película que por su temática levantaba grandes expectativas pero que pierde mucho en su desarrollo, sí en el argumento sustituimos la temática homosexual por otra hetero, resultaría el típico telefim de sobremesa para adolescentes que muestra las vacaciones de unos jóvenes con las hormonas revueltas. Los personajes son poco creíbles, y las situaciones algo forzadas, a mí entender se pierde en lo políticamente correcto. Lo mejor la banda sonora.

El submundo de las drogas está perfectamente representado en esta obra. La interpretación de los dos actores principales es fantástica, tanto Johny Deep como Del Toro muestran facetas interpretativas impresionantes. Terry Gilliam consigue trasmitir la metamorfosis mental que se logra a través de estas sustancias. Aunque en algún momento pudiera parecer cómica, la película refleja los desvaríos propios de los viajes alucinantes.