Segundo episodio de la sexta temporada de... ¿Black Mirror?

Pues por de pronto, nada -absolutamente- nada de este episodio tiene algo de la Black Mirror original.

El episodio cuenta la historia de base que tiene matices de intriga policial con un leve toque de gore y algo de suspenso que bien podrían servir para un guión de un episodio de otras series pero jamás de Black Mirror.

La Black Mirror original, cuando era producida por el canal inglés Channel 4 , estaba caracterizada por sus historias de ficción distópica, con toques de fantasía y ciencia ficción, en donde el conflicto desencadenante solía tener que ver con el malestar del mundo moderno» y cierta paranoia vinculada a lo tecnológico. Sin embargo, esta secta temporada, y menos este episodio no tiene nada de eso.

Sin dudas esta temporada tiene todos los estilemas que Netflix aporta a sus producciones: Una historia interesante que se desvanece por un guión soso, situaciones que prometen para decepcionar luego en conclusiones fáciles, un tempo narrativo que parece avanzar para luego convertirse en un soporífero discurrir. Para no hablar de ese toque tan común en Netflix que es incluir, sin razón alguna, personas de color y parejas interraciales.

Si ves este episodio, ten en cuenta que no estarás viendo un episodio de Black Mirror sino una bazofia más salida de Netflix.

Una serie con un buen reparto pero mal elegido.

La historia de base es interesante pero el guión abusa de la ficción centrándose más en lo anecdótico quedando lo histórico casi como un referente muy poco visitado. Por lo tanto suceden cosas que no se explican bien por la serie quedando sin entender para quien no conozca la historia.

El perfil de los personajes se aparta de mucho de las personas reales que han hecho historia. A Cayo Octavio Cesar Augusto se lo retrata como un malvado dictador sin piedad cuando en realidad no lo era,

La serie entretiene como ficción pero se aparta de la realidad histórica.

Recomendaría en su lugar otra serie: Rome (2005) con impecable producción de la BBC, la cual es extremadamente mejor que esta nueva serie.

The Aeronauts ficciona y dramatiza representa un hecho inspirado en un suceso, quizás el más atrevido y conmovedor del meteorólogo James Glaisher.

El guión y la dirección se orientan a producir una producción en donde la aventura transcurre en un sin fin de sucesos vibrantes que no dejan de asombrar al espectador convirtiendo al film en un espectáculo sumamente entretenido que divertirá tanto a pequeños como adultos.

Felicity Jones y Eddie Redmayne en roles patagónicos arman un dúo perfecto para construir la historia que se narra como divertimiento y en tono de aventura.

Buena producción que se nota tanto en el vestuario, ambientación, efectos especiales y fotografía.

Divertida y entretenida. No pidan más a la película porque no tiene nada más. Digno producto del la industria cinematográfica espectacular cumple su cometido de entretener al espectador y mantenerlo interesado en la aventura a todo lo largo del film. Que no es poca cosa para aquellos espectadores habituados al cine de espectáculo, pero bien poco para quien ha visto mucho cine y pretende exigir más, como un poco de reflexión, o un procedimiento nuevo o un poco de arte, nada de eso tiene.

Tener en cuenta que la película se aleja muchísimo de ser biográfica pues se aleja muchísimo de los hechos reales. Si bien, repito, se inspira en un hecho real, la película cuenta ese hecho con una historia ficcional en donde tanto el protagonista como en suceso en si no son en el film como en realidad han sido. James Glaisher, el meteorólogo inglés subió por primera vez a un globo a los 59 años, tenía por lo menos 30 años más que el actor que lo representa, nunca fue acompañado en sus ascensos por una mujer, Amelia Wren la compañera de ficción es un personaje, el ascenso real en donde se marcó el record de altura no despegó en medio de un espectáculo casi circense sino desde un alejado valle de la campiña inglesa y tampoco ha tenido los contratiempos que se muestran en el film aunque ha tenido otros no menos peligrosos pero menos espectaculares.

En fin una película entretenida que que sirve para eso nada más. Como relato biográfico no tiene un ápice de verdad. Es ficción, buena ficción, que no es poco.

Decepcionante film.

Una película de aventuras en donde se enlazan la ciencia ficción y nazis con egipcios e ingleses el guión es tan absurdo como pueril. Sólo apto para ser vista por menores de 12 años.

En verdad mucho más no se puede decir del film el cual parece como un producto de cine de clase B pero de pésima calidad.

La definición de los personajes son tan estereotipados como esperpénticos, el guión es absurdo por el desarrollo de algunas escenas en donde todo parece impostado y forzado para que las cosas imposibles sucedan. Las actuaciones son pésimas... casi al límite de lo grotesco, las escenas de lucha tienen una coreografía peor que la de los malos combates de catch.

Olvídate de esta película.

Tan mala como para merecer estar en la grilla de Netflix que se especializa en acumular estas bazofias.

Serie con la producción de la BBC lo cual es un indicativo de calidad.

Buena producción que se nota en el muy buen plantel actoral, su dirección y, sobre todo, en el guión que con inteligencia logra una trama en donde lo policial se articula con lo político y lo social.

Si bien la serie es una policial en donde la acción no falta, aún más importantes son los momentos de tensión y suspenso que se generan en situaciones claves.

Deja también lugar a la reflexión política y social lo cual no es poca cosa en una serie policial.

Sin dudas esta serie se aleja del estereotipo de los remanidos policiales yankies.

Una serie para disfrutar y también para pensar, que no es poca cosa.