Aún empezando por una trama que engancha y que se complica de forma elegante y alambicada, una vez vista deja un poso desagradable. Y no por el desenlace en sí de la historia, que es lo que pretende el guión, sino, en general, por una mala gestión del tiempo -la película, a pesar de estar llevada por el maestro absoluto del ritmo narrativo que es Fincher- se hace larguísima. Y es que, aún intrigado por el avance de la historia y el ritmo hipnótico del director, 149 minutazos son un reto a la paciencia de cualquiera.
Por otra parte, y sin entrar en spoilers de la propia trama, la película carece de clímax, de manera que nunca baja la tensión cargada por el, insisto, gigantesco metraje, y ofrece un final abrupto, además de comodón y vago (en los diversos sentidos de la palabra), que deja más cabos sueltos que Perdidos respecto a los visto (una falta de respeto al espectador) y no escribe un final para la historia: la cercena. La aparición de los títulos de crédito la recibes con una mezcla de incredulidad y alivio.
En fin, para gustos los colores, pero en mi opinión, lo peor que ha dado Fincher, y una película que lo deja de ser un telefilm de sobremesa de Antena 3 los fines de semana elaborada en plan máquina de Rube Goldberg pero con más pretensiones y peor cierre.

Elaborada película de monstruos que no se toma demasiado en serio a sí misma -a pesar de poder hacerlo más que muchas pelis culturetas que tienen puntuaciones altísimas- y que resulta en un estupendo entretenimiento de serie B. Tiene aventura, humor, acción, algo de tensión sexual no resuelta. Ritmo ágil, actores no geniales pero eficaces, personajes simples pero divertidos...Y los bichos tienen una biología bien descrita, dando una estructura más científica a la película sin entrar en palabrejas eruditas -los personajes son la mayoría bastante paletos.
Estupendo divertimento, da sobradamente lo que ofrece, con honradez y profesionalidad.

Interesante y retorcida trama (los traductores del título al español se partieron el pecho pensando, como siempre) de espionaje industrial sobre un producto desconocido...y es que ese detalle en apariencia crucial no lo es tanto.
Enrevesada y aturdidora sin llegar a ser confusa, con interpretaciones correctas de todos menos del protagonista, que tiene la cara de madera. Incluso Steve Martin está efectivo, y eso que no me gusta especialmente.
El problema principal en el apartado de guión es que tarda demasiado en arrancar, pudiendo acabar antes de tiempo con la paciencia del espectador. Por contra, una vez arranca toma un buen ritmo, y sin ser trepidante, funciona como un mecanismo bien engrasado.
No te cambiará la vida, pero está muy bien resuelta.

Y...no, de verdad. "La trama"? Que mierda de traducción es esa? El que profana así los títulos cobra por su "trabajo"?

Tensa y estomagante historia que, con tan solo cuatro personajes en pantalla, remueve tripas y neuronas durante todo el metraje. La película se hace larga porque lo que dura, lo sufres, pero una vez acaba, descubres que en realidad se te ha hecho muy corta. Destacar, de todas maneras, que el final es demasiado abrupto, totalmente abierto. Cortante. No se como será el texto dramático, pero en el filme es esa ausencia de un final merecedor de ese nombre es lo que la aparta irremediablemente de la excelencia.
El texto es delicioso, con un crescendo (de hecho, un decrecendo) desde el control total de la situación, a pasar por unas puyitas para acabar en un auténtico caos total de grosería, brutalidad verbal y pérdida total de las formas. Cruel ejercicio de combate en un entorno cerrado en que como gallos de pelea los cuatro personajes se machacan entre ellos, todos contra todos, sin alianzas firmes ni escudos.
Las interpretaciones son realmente buenas, especialmente, y por contraste, el tranquilo pero envenenado Waltz y la desencajada e histérica Foster.
Muy recomendable, y da para mucho discutir sobre ella después del visionado, aunque esa ausencia de final dañe el conjunto.

Una de esas sátiras que no funcionan. Un intento de humor surrealista con intención de crítica social pero que falla al caer demasiado a menudo en el absurdo no gracioso. Comete los mismos fallos que Idiocracia o que (sí, sí) Brazil. No funciona, y aunque tenga alguna salida buena el resultado es un constante quiero y no puedo que da bastante pena.