La peli más predecible de Tarantino, sin las conversaciones de Vincent y Jules, las disertaciones sobre Like a Virgin, ni una buena ponencia de porque hay que matar judíos, en fin, sin los diálogos voraces que caracterizan a Tarantino. Lo mejor: el estilo presente de un buen director, las actuaciones de Di Caprio y Waltz y los miembros del KKK y otros arrebatos de humor tarantinesco. Lo peor: una trama floja que da la sensación de que Tarantino, sobreactuandose, la llena de sangre para paliar insuficiencia de la historia y de su final. Todo hay que decir que es entretenida pero entretenida como muchas

Trama: Pixar le abre la cabeza a una niña, la enseña por dentro y resulta que en realidad estamos dirigidos emanems de colores.

¿Quién es el malo de la peli? No sé, ¿la esquizofrenia? Yo creo que es lo que tiene esta niña. Ahí, dejándose llevar por las voces antagónicas que le susurran al oído.

¿Ubicación de la trama? Niña adolescente indoor.

¿Qué hemos aprendido de esta película? Que todos queremos saber qué pasará con los emanems mentales cuando la nena llegue al insti y pruebe su primer porro. "Oh, por ahí viene el emanem Brote Psicótico, ¿Lo que lleva en la mano es un hacha?"

Mi nota sobre 10: un 8.

¿A nadie más le pone Alegría?

Dicen que si ves la última peli que ha dirigido Mel Gibson te convalidan la Confirmación, un Miércoles de Ceniza y siete Misas de Gallo. "La historia trata de un beato sin el mínimo instinto de supervivencia"
Lo mejor: los continuos y exagerados momentos de "Secundo la moción... pero con violencia!!!"
Lo peor: Lo fácil que parece ser hacer una peli con espíritu épicobelicoamericano y principios mojigatocristianos hasta la náusea.

Blackwood está entre la chorrada máxima para adolescentes y la idea original. Al principio parece entretenida y no entiendo la sádica mala prensa que se le ha dado... pero luego... vienen las frases enlatadas, las escenas que ya hemos visto mil veces, un guión ridículo crepuscular ("Crepuscular" de la saga Crepúsculo entiéndase) y el hilo conductor deleznable, sí, que no debería volver a caer en la típica púber insoportable. En general la peli no debería de sostenerse por entera en tantos clichés del género, por lo menos para estar a la altura que se le intuye al director.

Cada vez miro menos a los objetos y veo, en ellos, una forma ideal de nave espacial para, de repente, imitar el sonido de propulsión y hacerlos volar.

¿Es ésta una de las taras que me impide que disfrute de las nuevas entregas de La Guerra de las Galaxias? ¿es un niño alocado y fantasioso el verdadero espectador de la saga? ¿ya no soy ese niño? ¿lo eres tú?

Anticipándome a la decepción del adulto obtuso, iré, sin la mayor expectativa, a ver Rogue One. Sin autores sesudos y afrancesados en la cabeza. Sin conocimiento alguno de tramas enrevesadas, ni en pos de bucear en busca de personajes profundos.

Dejar al viejo y, aparentemente, sabelotodo blanco y negro para ser iluminado por la luz del rayo láser.