Narra la historia real de tres mujeres afroamericanas que fueron pioneras en la carrera espacial americana. No sólo tuvieron que superar obstáculos por el color de su piel, sino también por el hecho de ser mujeres dedicadas a la ciencia. Aunque estemos acostumbrados a este tipo de historias sobre la superación que intentan tocar la fibra, este film lo consigue sin dificultad, y resulta especialmente conmovedor gracias a un guión muy cuidado y unas interpretaciones excelentes.

La torre oscura es lo único que evita que el mal se extienda por todo el multiverso. De su defensa se encargan los pistoleros, de los cuales, tras años de lucha contra el Hombre de Negro (Matthew McConaughey), sólo queda un representante (Idris Elba). Basada en la reconocida saga literaria de Stephen King, que mezcla fantasía, ciencia ficción y western, la película toma el material original para crear un estimable entretenimiento con momentos de lucidez. ¿Quién ganará la batalla entre el bien y el mal?

La calle 42 de Nueva York -conocida como Forty Deuce- concentraba en los 70 gran parte de los bares, cines X y sex shops de la ciudad, y donde las prostitutas, chulos y camellos ejercían sus sórdidos negocios. El creador de The Wire sigue fiel a su estilo realista, y nos relata el día a día de estos personajes desde una perspectiva honesta, cercana y afín. Los protagonistas (J. Franco, M. Gyllenhaal) tendrán que lidiar con la policía y la mafia para intentar progresar y sobrevivir en ese entorno.

James Gunn (director de Guardianes de la Galaxia) produce este film de terror -un poco gore en escenas puntuales-, que se basa en la premisa de qué pasaría si un niño de otro planeta aterrizara en la tierra y tuviera superpoderes. El paralelismo con el mito de Superman es obvio, y retuerce los mismos recursos narrativos, con claros homenajes, para desarrollar paulatinamente la trama, de cómo un niño con habilidades sobrenaturales se puede convertir en un villano.