Son tantos y tan variados los momentos en los que un espectador habitual de más de 14 años debería salirse de la sala y reclamar el dinero de la entrada, que parece que todo esta hecho a posta.
Puede esperar pocos segundos desde el incio para comprobar el cameo de Richard Dreyfuss (guiño a TIBURÓN bastante cantoso) y como acaba esa escena, dando ya una clara muestra de la cutrez del mismo. Al menos se puede decir que el producto es honesto consigo mismo y no pretende engañar.
Si es usted un adolescente pajillero puede esperar hasta la escena de erotismo gratuito y deleznable de las "modelos" bañandose desnudas, por el cual el señor Aja presenta claramente sus credenciales para dirigir los videos promocionales del canal Playboy. Después de esto, límpiese y salgase del cine.
A los que esperan algo relacionado con un guión o unas interpretaciones mínimamente soportables, ni siquiera se gasten el dinero en intentarlo. Inexistentes ambas. Especialmente hiriente es ver a Ving Rhames o Christopher Lloyd en unos papeles tan innecesarios como absurdos, por no decir del personaje de Jerry O'Connell (otro de los momentos para salirse de la sala, si ha aguantado usted hasta entonces, es aquel cuando lo sacan del agua tras haber sido atacado de por las pirañas de cintura para abajo, y lo que viene a continuación).
En fin, un cúmulo de despropósitos que sólo tendrían cabida dentro de un parque de atracciones dedicado al Gore y al cine de serie Z, por ejemplo, como una de esas proyecciones en 3D de las que tienes que dejar las gafas al salir, y el cerebro al entrar.

Era obvio que la fórmula de película catastrófica de corte clasicista con reparto y argumento relativamente coral estaba más que exprimida. Cuando se ve este discretísimo film uno recuerda con añoranza El Coloso En Llamas o La Aventura Del Poseidón, de las cuales directamente copia alguna situaciones sin el menor sonrojo (véase la escena del helicóptero, o la extensísima y aburrida escena del puente de madera). Ni siquiera la estimable presencia de un Newman un tanto hierático y calcando su papel de heroe incomprendido del citado Coloso, merecen la pena de esta cinta. Obviamente los pobretones efectos especiales no ayudan al conjunto.
Del reparto destacaré también que Barbara Carrera aparece muchísimo más atractiva que la celebérrima Bisset, con un cardado ciertamente penoso.

PD: ¿Nominada al Oscar por el vestuario? Que venga Dior y lo vea...

No sé muy bien en qué estaba pensado tanta estrellita hollywoodiense a la hora de aceptar participar en semejante bodrio. Un conjunto inconexo de sketches sin orden ni concierto, basando su comicidad exclusivamente en el mal gusto, lo soez, la escatología y demás lindezas.
Así, se hace "humor" con mierdas, incestos, sodomía, palabrotas, periodos menstruales, atributos sexuales, amputaciones, parafilias, etc. Y vemos pasear por tanta inteligencia a caras conocidas que (suponemos) se lo habrán pasado en grande.
Nada o muy poco es salvable del film, que parece realizado bajo los efectos de piscotrópicos estimulantes, y dirigido a fiestas de borrachera. De lo contrario no logro entender quién puede encontrar algo gracioso.
Muy pasada de rosca, apenas puedo mencionar un sketch salvable, tal vez el de la arenga del entrenador de baloncesto a su equipo de color, más inspirado que el resto y, por supuesto, el menos "guarro" del conjunto.

Es curioso que unir a un elenco con tanto talento resulte en una película tan extrañamente olvidable. Actores de la talla de BB, Delon, Fonda, Stamp,..., dirigidos por nada menos que Fellini o Vadim, y con historias escritas por el gran E.A. Poe; dan al traste con un film de acabado cuanto menos llamativo pero poco redondeado.
Podemos destacar positivamente la tremenda sensualidad que desprende Jane Fonda en la primera historia, siendo éste aspecto el único a destacar por otro lado. De la segunda la mera curiosidad de ver morena a la Bardot, y el trabajo de interpretación comedido de Delon, pero con un argumento mal encauzado. La última historia, plagada de tópicos de Fellini, se salva por la impresionante toma final. Pero todo es demasiado poco para lo que debería haber sido.

Aburrida nueva muestra de terror nipón, que vuelve a recurrir a la tan manida maldición del apartamento donde murió una joven en circunstancias cruentas.
Desarrollo lento, poco presupuesto y un par de sustos mal aprovechados es lo más destacable de este nuevo film de fantasmas de pelo extralaaargo.
No dejo de preguntarme por qué llegan a España estas mediocridades repetitivas, cuando aún poca gente conoce otras buenas películas de terror asiático como "Bunshinsaba", "Tales of the unusual" o "Cello".