Ser hijo de un genio debe ser muy duro, y si te dedicas a lo mismo que tu padre aún más. Creo que pocos podrán evitar comparar esta película con las de Hayao Miyazaki, evidentemente no está a la altura y por eso puede resultar algo decepcionante, pero esto no quiere decir que no merezca la pena o que no tenga calidad.

Formalmente está muy bien, la animación es muy del estilo Ghibli, la historia está bien construida y tiene incluso algunas escenas bastante bellas, sin embargo cuando acaba parece que ha faltado algo, sentí un vacío dentro de mí causado por la carencia de algo muy importante que las películas de Hayao si tienen: MAGIA. Si se mira "Cuentos de Terramar" en conjunto es casi perfecta, todo está bien hecho, pero faltan los pequeños detalles que hacen que un torrente de magia salga de la pantalla para llenarte de vida y amor por el cine y la fantasía poética del maestro Miyazaki.

Este es el único "problema" de esta película, por lo demás está bien, cuenta una historia interesante, y mantiene el ritmo hasta el final, es un buen debut y si hubiera sido algún japonés desconocido quien la hubiera dirigido seguramente habría sido mejor valorada, pero como he dicho al principio no debe ser fácil ser hijo de un genio, y creo que a Goro Miyazaki le va a tocar vivir siempre a la sombra de su padre.

Confieso que el cine español no me apasiona, aunque cuando encuentro una película española que me gusta me da una gran satisfacción y me hace pensar que aún queda esperanza para el cine en este país ya que hay buenos directores, buenos actores y buenos profesionales del cine en general, aunque por desgracia también hay mucho infiltrado entre ellos que provoca que el cine a veces se convierta en algo que no debería ser: un simple producto para el consumo de masas.

Y lo más triste de todo es que buenas ideas y buenos proyectos se quedan en el camino muchas veces por no encontrar el soporte económico que necesitan para salir adelante, es una pena que el arte se vea entorpecido por algo tan vulgar como el dinero.

Por suerte siempre hay 2 o 3 películas al año que salen adelante y que merecen la pena, una de ellas es Camino, la película que hoy ha triunfado en los Goya y que levantó la típica polémica que surge siempre que alguien osa tocar algún tema relacionado con la iglesia católica o sus organizaciones, se sucedieron una serie de comunicados de la familia (miembros del Opus Dei) de Alexia González Barros, la niña en la que se inspira y a la que está dedicada la historia.

Javier Fesser ya me había llamado la atención por cómo trata visualmente las historias que cuenta, tiene un estilo colorista y de fábula que contrasta con la línea general del cine español. Este estilo a priori podría parecer poco acertado para una película sobre una niña moribunda y su relación con el Opus Dei, sin embargo, sorprende por como trata el tema, la cruda historia real se convierte en una bella fábula repleta de amor y un homenaje hacia esa niña mucho mejor que la campaña de beatificación que lleva a cabo la organización eclesiástica y su propia familia, que en realidad olvida a la persona y sólo sirve a sus propios intereses.

En Camino hay una crítica al Opus Dei y a sus integrantes sin caer en la burla o el desprecio, todo está contado todo de una manera que no enciende el odio que podría provocar una historia como ésta, algo que tiene mucho mérito.

Los ojos de Nerea Camacho, la niña protagonista son los más expresivos y bonitos que he visto nunca en una película, perfectos para el papel de la niña soñadora e ingenua que interpreta, unos ojos que destilan vida hasta el último segundo antes de su muerte, transmiten toda la fantasía que la protagonista vivía cuando dormía, cuando la estaban operando, etc, las fantasías que reflejaban algo tan simple como sus ganas de vivir y de ser feliz.

Nueve Reinas es una de esas películas de las que no me espero gran cosa pero me acaban gustando más de lo que creía, es entretenida de principio a fin, tiene un buen ritmo que te hace no poder despegarte de la pantalla hasta que acaba, en parte gracias a la buena interpretación de Ricardo Darín que está estupendo como estafador y "maestro" de su nuevo compañero de timos.

El problema que le veo a este film es que alguien que haya visto más películas de este tipo sabe casi desde el principio que es de esperar un giro final supuestamente sorprendente y durante toda la película estará pensando sobre ello, sobre donde está el engaño o la trampa, a mi esto me pareció un problema porque yo prefiero dejarme llevar por las películas y si tienen que sorprenderme que lo hagan, pero por desgracia esta película no consiguió sorprenderme al final, aunque lo pretendía, desde un rato antes de que acabara ya sabía como sería ese final. Esto me estropeó un poco la película, pero por lo demás todo perfecto, buen guión, buenos actores, buen ritmo, buena película.

Fuga de Alcatraz es una película que se ve con gusto, entretiene mucho; el fallo que se le puede achacar es que el ritmo es muy lento y los diálogos bastante escasos, por todo lo demás es una buena película y si has visto Cadena Perpetua te darás cuenta que su fuente de inspiración principal probablemente fue esta película, ya que hay muchos detalles similares, sin embargo, la superó.
Lo mejor: el crisántemo

Melinda y Melinda no es de las mejores películas de Woody Allen, aunque el planteamiento es muy bueno, no llega a conseguir su objetivo. Podría haber sido una película muy interesante, con dos historias paralelas, una dramática y otra comedia, pero el problema está en que la comedia no hace reír y el drama no es tan dramático, por lo que al final lo que hay son dos historias bastante insulsas y predecibles, sin ningún interés.

En algunos momentos no se aprecia la diferencia entre las dos tramas, ya que no hay suficiente humor en la comedia, a pesar de contar con el humorista Will Ferrel, que es el único que hace alguna gracia. El drama no es trágico, porque el espectador no se llega a implicar con la protagonista y por lo tanto nos da igual lo que le ocurra.

Esta película prometía mucho pero es una decepción darse cuenta que hay veces en las que Woody Allen no sabe hacer comedia, mejor quedarse con el recuerdo de Match Point, una joya.