En mi opinión, la mejor película protagonizada por Leonardo Dicaprio nunca vista. Tremendamente original, diferente, excéntrica y estupenda película en la que el mundo de los sueños es una enorme fuente de información. Distinta porque mezcla y superpone varios mundos inventados por el subconsciente.

Es una de las más apasionantes, hermosas y emotivas películas románticas nunca vistas. Caracterizada por su tremendo frescor a principios de la película, esta historia es perfecta para demostrar que el amor nunca muere; apta para todos los públicos, su romanticismo no tiene género ni edad.

El tema es bueno: novedoso e interesante, pero es totalmente predecible en varios aspectos.
El nerviosismo y miedo que transmiten determinadas situaciones es difícil de conseguir incluso en una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial.
Mis felicitaciones por el estupendo papel de Carice van Houten.

Parece ser una de las películas preferidas por Antena 3 para poner un domingo por la tarde; desde que era niña, la he visto cientas de veces en televisión, pero no ha sido hasta ahora, tantos años después, cuando ha culminado mi adoración por esta maravilla.
Sensible, delicada, profunda, esta creación de Frank Darabont, con un reparto excelente que calca a la perfección lo que los personajes pretenden comunicar, logra llegar al alma del espectador, con las pequeñas sonrisas que hace que aparezcan en su cara, así como las lágrimas. Acompañada, por supuesto, de un Morgan Freeman espectacular, increíble, impresionante con esa mirada tan sabia a pesar de ser, simplemente, un hombre que consigue cosas.

Se trata de una historia sobre la vida en la prisión, sobre la esperanza, sobre la perseverancia y la paciencia y, en especial, sobre la amistad. "Las cosas buenas no hace falta entenderlas..."

La película no es demasiado buena; le daría un suficiente de no ser por la estupenda interpretación de Charlize Theron, que entra de lleno en el papel y lo calca (muy merecido Óscar para ella).
A pesar de que está basada en hechos reales, a la historia le falta sustancia: la acción comienza muy desde el principio y no se intensifica apenas a lo largo de la película, lo que hace que resulte monótona y repetitiva, rara vez inesperada.
Buena actuación también por parte de Ricci.