Fabulosa, notable, genuina, atrevida, seria, rotunda, redonda, sensacional, sencilla, inteligente, sólida y apasionante producción que consigue desarrollar una historia llena de interés y de lecturas con las que aprender a vivir con el dolor y la perdida.
Tres anuncios en las afueras, me ha parecido todo eso y mucho más, con unos estupendos Frances McDormand, Woody Harrelson y Sam Rockwell, en sus respectivos papeles, dando vida a unos personaajes que conectan con el espectador hasta su magnético y atrevido desenlace.
Todo lo que presentan y desarrollan sus responsables tiene sentido y está muy bien unido, haciendo que desde la sencillez, la historia resulte más y más interesante.
Para mí es todo un descubrimiento de buen cine, sencillo y eficaz. Los anuncios no siempre son malos y estos tres anuncios en las afueras merecen ser vistos.

Vista Érase una vez en Hollywood, puedo decir que es cine de Tarantino para Tarantino con homenajes a un tiempo y una época con Sharon Tate que igual no gusta a todo tipo de público. Si conoces directores y grupos de música de la época, puedes disfrutarla.
Quentin da rienda suelta a sus pasiones por los homenajes y el cine del que se ha ido alimentando día a día, llegando a completar la trama con una selección musical fabulosa y una trama ingeniosa pero excesiva en diversos aspectos.
Todas las referencias y guiños que hace al cine de la época en la que se desarrolla la trama, le permite ofrecer su peculiar visión de lo que es el cine de la época para él.
Tiene buenos momentos de humor y desparpajo, combinados con otros inquietantes y excesivos que no llegan a dar forma a un relato sólido y completamente satisfactorio.
Es una película plagada de guiños y homenajes al cine que apasiona a Tarantino, pero dudo mucho que sea cine para todos los públicos y creo que va a decepcionar a más de una persona.
Érase una vez en Hollywood, queda como un homenaje de Tarantino a Tarantino y sus pasiones personales, en lo que a cine, música y pies descalzos se refiere.

Aunque suene a broma, esta Huellas imborrables deja todo menos huella, tiene un comienzo prometedor e interesante con la aparición de un hermano desconocido y la búsqueda por parte de la protagonista de la verdad, pero el interés suscitado inicialmente se desvanece a medida que avanza la película.

El desarrollo de la investigación que lleva la protagonista para descubrir sus raíces y lo que pasó en el pasado resulta atractivo, pero no termina de enganchar por completo.

La película tiene un aspecto visual poco cuidado en cuanto a imagen y las interpretaciones del reparto son bastante limitadas.

El esquema argumental y la forma de presentarlo no resultan convincentes, haciendo que todo se desarrolle a trompicones, sin verdadera cohesión.

Intenta ofrecer un relato de suspense acompañado por toques de drama, pero lo hace de una forma torpe.

Puede que en otras manos y con un mejor tratamiento del relato, la película hubiera funcionado mejor, pero por desgracia no funciona ni como relato de suspense, ni como drama.

Se ve con la facilidad que se olvida, tiene el mismo efecto que las huellas que se dejan en la orilla de una playa, se borran con facilidad.

El nuevo ayudante del secretario de defensa, recibe la misión de investigar el asesinato de una prostituta con la que tiene una relación.
Remake de El reloj asesino, presenta innumerables similitudes con ésta, pero traslada la acción del mundo del periodismo al del espionaje, ofreciendo una trama de intriga y suspense lograda, pero que no llega a ser redonda.
La trama tarda en desarrollarse y dedica mucho tiempo en presentar el romance que surge entre los dos protagonistas, en el momento que se comete el asesinato y comienza la investigación y la búsqueda del responsable, gana en interés y en ritmo.
Cuenta en su reparto con la replicante, Sean Young, el siempre acertado Gene Hackman y la buena labor de Kevin Costner.
El trío protagonista y los vínculos emocionales que les unen, no llegan a ser creíbles, pero son la excusa perfecta para generar la trama de suspense y traiciones.
Flojea a la hora de exponer algunas situaciones y no consigue ofrecer con eficacia el inteligente juego del gato y el ratón, que ofrecía la original, cubriendo sus limitaciones arguméntales, con persecuciones y secuencias de acción gratuitas, que resultan incoherentes y fuera de toda lógica.
Algunas secuencias se resuelven a punta de pistola en lugar de usar como arma el uso de la palabra en diálogos inteligentes y mordaces.
A pesar de todo, ofrece una intriga mínimamente coherente, que mantiene el interés y la atención en todo momento, deparando alguna que otra sorpresa alejada de lo ofrecido en El reloj asesino.

Carta de presentación de Alejandro Amenabar en el mundo del cine, apostando por una incursión en el género del suspense, con una base original y terrorífica por momentos. Consiguiendo superar la calidad de argumento del actual cine de Hollywood.
Puede que en lo que a técnica y sonido no sea la obra perfecta, pero se ve el buen hacer de su director. Mencionar una secuencia, que refleja lo que mas tarde seria los otros. Es la escena en las tuberías, en plena oscuridad y con apenas un par de cerillas, con la mejor secuencia de terror y humor que he visto en mucho tiempo.