Tenía expectación por ver esta serie. Dentro de un género donde cuesta mucho encontrar películas o series donde se busque hacer un producto de calidad, Netflix parecía que iba a apostar por hacerlo con Drácula. Pues bien, nada de eso. Personajes absurdos, guión ridículo, diálogos estúpidos. La primera mitad del primer capítulo parece que apuesta por un tono gótico y lúgubre que te hace pensar que estás ante una buena serie de vampiros, pero en seguida empieza a caer en picado y se queda en un espejismo. Lo dicho, fast food televisivo para rellenar catálogo.

Empecé la cuarta temporada de true detective, por el mismo motivo por el que empecé la segunda y la tercera: Descubrir si la nueva temporada podía ser tan buena como la primera.

Mis expectativas no eran muy altas, por aquello de los precedentes, y porque la primera temporada pone el listón muy alto. Eso sí, lo que ni de lejos me podía imaginar, era que desde el primer minuto del primer capítulo, la serie se dedicase de semejante manera a dejarte bien claro que la cosa va, en primer lugar y ante todo, de ser un alegato woke pseudofeminista, y ya después si eso un thriller sobre detectives. Sí, lo han vuelto a hacer, y esta vez le ha tocado a true detective.

Dejando a un lado aspectos más evidentes, como la construcción de los personajes y sus motivaciones, (todo lo masculino mal, todo lo femenino bien) la cantidad de cuñas que te meten ya solamente en el piloto, es delirante. Y todas se antojan demasiado intencionales como para que no te chirríe, llegando al climax en su capítulo final, con un desenlace totalmente dantesco, donde la serie termina de sentenciar, por si no te había quedado claro, que lo importante aquí no es la trama, si no el mensaje: Machete al machote.

La serie es mala. Sin concesiones.

El guión, la construcción de los personajes, las interpretaciones, y los diálogos, rozan hasta la vergüenza ajena. Pero el ritmo es frenético, y la fricada resulta hasta resultona.

Si te apetece ver algo serio, de calidad, la desecharás aborrecido en el primer capítulo. Eso sí, si consigues verla sin tomártela demasiado en serio, llega a ser bastante entretenida. Absurda, pero entretenida.

The Mandalorian da un resultado fantástico.
Se nota que se ha buscado mimar el producto y hacer una serie de calidad, disfrutable tanto para los amantes de la saga, como para los que tampoco son grandísimos fans, como es mi caso.

Visual y estéticamente es maravillosa, recrea el universo Star Wars a la perfección, cuidando muchísimo este aspecto, y haciendo que merezca la pena verla solo por eso.

La historia es sencilla, pero interesante, que es de lo que se trata. Un western galáctico basado en las aventuras de un pistolero espacial (ahí es nada), dentro del imaginario de la guerra de las galaxias. Y funciona de maravilla.

Está llena de acción, y de buena acción. He leido que algunos la consideran demasiado infantil, y es cierto, pero Stars Wars nunca ha sido una franquicia visualmente explícita, y desde que la adquirió Disney, todavía menos. No obstante, una de las mejores cosas de "the mandalorian" es que no le hace falta mostrar sangre ni sexo para resultar emocionante. Aunque ganaría, desde luego, como todas las películas de Stars Wars.

En definitiva, una grandísima serie, y un grandísimo acierto por parte de Lucas y Disney.

No es el padrino, ni the wire, ni pulp fiction, ni cadena perpetua. Es Aquaman.

Por supuesto que el guión es una mierda, y que los personajes están estereotipados, pero si no sabías eso antes de verla, la culpa es tuya.
La película ofrece (y de sobra) lo que se espera de ella. Solamente por el apartado visual, merece la pena verla.