El estrafalario Tarantino (Director horrendo y sobrevalorado donde los haya) nos ofrece esta película cargada de diálogos brutales y escenas realmente memorables, es sin duda su obra cumbre, y al finalizarla no me quedo más remedio que aplaudirla, es una obra realmente buena. Lo que no le permito a este tío son tomaduras de pelo como Kill Bill, Death Proof o Malditos bastardos. Unos bodrios absolutos sin ningún sentido que sus fans disfrutan como niños (algo que me parece respetable) aunque sigo sin entender como cojones es posible que sus delirios cosechen el éxito que cosechan. Dirán que el problema es mío y no de sus películas, pero la verdad es que yo no me lo trago. Reconozco su originalidad y su buen sentido de la narración, pero su estilo ya empieza a cansar. Sin ir mas lejos no me puedo creer que alguien que se tache de cinéfilo pueda disfrutar de una nefasta obra como Death Proof, una película sin argumento (lo digo literalmente) y sin ningún hilo que seguir, no es siquiera una obra compleja ni mucho menos una obra de pretensiones filosóficas, es sencillamente una estupidez como un templo, una burrada que no hay por donde cogerla (eso sí, sus dos escenas de acción son brillantes) y no me vengan con que se trata de un genial homenaje al cine de los 70 de serie Z, no hay cinta de esa década similar ni más mala por dios... El cine anda tan escaso de originalidad que recibimos con los brazos abiertos cualquier innovación, por muy ridícula que está sea, y lo peor es que la idolatramos (así de mal estamos)

Tomemos como ejemplo Kill Bill, que no es más que una borrachera de diálogos insustanciales, un guión estúpido, trama ridícula a más no poder cargada de venganzas inverosímiles, y escenas de acción irrisorias. Death Proof lo mismo, diálogos que no aportan nada excepto aburrimiento, son todo calenturas de las muchachitas protagonistas, diálogos que se supone deberían hacerme gracia, pero se me queda cara de gilipollas con cada uno de ellos. ¿Malditos Bastardos? Eso es lo que grite yo mientras la visionaba en el cine, Malditos bastardos los que participaron en semejante mierda con delirios de grandeza. Pero dejemos de hablar de sus paridas carentes de ideas e improvisadas y hablemos de está fantástica cinta titulada Pulp Fiction. Esta es una película imprescindible para cualquier cinéfilo, aunque Tarantino mantiene su estilo de siempre en esta ocasión lo aprovecha mucho mejor, los diálogos son más inteligentes que en otras de sus obras, son un sin sentido pero elegantes y geniales al mismo tiempo. Tiene una trama incoherente pero simpática, un guión increíble, una banda sonora de lujo, interpretaciones sublimes, fotografía maravillosa, y una dirección fantástica. Estos ingredientes hacen de Pulp Fiction una película que roza la obra maestra, una película de obligada visión. No se la pierdan (a pesar del enfermo fetichista que la dirige)