Ya son más de dos meses que vi Birdman, y no había podido aterrizar mi opinión al respecto. Inicié una lista de ideas que esta buena cinta me sugirió. La lista se hizo cada vez mas larga, hasta el momento en que me di cuenta de que Birdman es una película infinita. Como toda proposición artística original tiene que arrostrar una serie de traspiés que para ser honestos ni molestan ni saltan tanto a la vista.

El reparto magnifico y hollywoodense aporta al bien de Birdman, en gran medida con esplendidas actuaciones y nombres con trayectorias y resonancia en el medio cinematográfico de culto y comercial, como Norton, Keaton, Watts.
La música, una batería poderosa, psicológica, orgánica, emocionante, maravillosa; exacta. Por lo demás, las películas de González Iñarritu siempre me han parecido estupendamente musicalizadas.

Los apuntes filosófico literarios, por ejemplo en Carver y Barthes, sencillos y directos. El tratamiento de crítica a la crítica es en mi opinión tan natural como un buen vino. Creo que un par de gárgaras en la cata de esta cinta ha dejado muy bien parada a Birdman, con los críticos, incluso con los más despiadados. Se los lee satisfechos.

El guión, complejo, no termina de amarrar. Contenido abundante. Tantas ideas (cuatro guionistas), me dejan pensando, sí, pero creo que esa ignorancia (a que hace referencia el titulo de nuestra película) o mejor dicho inocencia que tenía el rector en Amores perros ha venido a pericia, y se nota en su técnica que ha crecido un par de toneladas. Aquí, en la ciudad natal de González Iñarritu, se dice que las cosas que se piensan demasiado no salen bien…

El nueva york que retrata la cinta -Broadway y Times Square- es un trozo glamuroso, iluminado, lleno de ilusión y superficialidad, de la gran manzana, que entona perfecto con el mensaje profundo que subyace en Birdman, a través de un encanto visual que se revela en una fotografía que nos muestra el espíritu de las calles de new york y de sus teatros antiguos y perfectos.

Creo que la renovación de lenguaje le puede venir bien a Iñarritu, pero recién está comenzando. De momento la película rompe o trata de romper con clichés cinematográficos e incluso aritsticos, con dogmas de la crítica, sin embargo es aun notoria su tendencia al cine sofisticado.

Un filme poco ignorante, aunque también, un poco, zen.

Simple, natural y transparente, como el agua y como, a veces se nos presenta, el amor.
Es sensacional, y lo digo en serio: se siente el calor de la playa, la frescura de la piscina, la relajación de una merecidas vacaciones, y todos eso mezclado con las mariposas del amor casual, veraniego.
Por ahí, en una lectura distraída, se tocan temas sensibles como la duda en la sexualidad; la envidia y sobre protección de los padres, la maternidad en soltería, en fin, todo un tratado: Eimbcke, muestra su indudable talento de hacer cine con implicaciones sociales y familiares, sin perder de vista la doble óptica: la de los chicos y los adultos, y ese interminable intercambio de papeles entre imberbes y "gente grande".
Divertida, bonita y reflexiva experiencia cinematográfica.

¡ B u e n p r o v e c h o !

Notoriamente producida por Almodovar, y dirigida magistralmente por Szifrón, tenemos ante nosotros una película inteligente, honda, sin duda divertida y sumamente graciosa, en el mejor sentido de esta ultima palabra.
Perfecta en toda su cinematografía, hará volar de sus asientos al espectador mas escéptico y no dejará indiferente al mas exigente.
Reflexiva hasta los huesos en materias tan variadas que van del matrimonio a la política, de la venganza a la violencia, de la broma a la tragedia. Es una pequeña bomba que amenaza y cuestiona las instituciones y al ser humano de forma muy amena. El ácido en esta cinta melífica.
De pronto extrañas el episodio anterior cuando ya estas enganchado en el siguiente, y así hasta que termina, sales satisfecho de la sala, suspiras y piensas: vine al cine a ver cine.

N O T E L A P I E R D A S

Aunque llena de lugares comunes y sugerencias cuasi budistas, la película no es mala, simplemente tampoco es muy buena, es entretenida, eso sí, a ratos. Las películas "espirituales" suelen tener ese formato semi cursi, semi documental, semi somniferas y semi divertidas, pero insisto esta cinta no es mala.
Bajo las premisas anteriores, la recomiendo.
Námaste.

Aparenta ser una muy buena película, y la verdad es que sólo es interesante a ratos.
El guión es predecible y la historia un poco trillada. Un titulo, sugerente, que queda grande a la cinta.
Estamos ante una película mas que trata la disparidad que puede encontrarse entre almas gemelas, ya por credo, raza, posición social o edad.
No es memorable y en mi opinión un poco larga.