No se como Fassbinder se las arreglaba para llevar ese frenético ritmo de trabajo, pero raro era el año que no estrenaba 2 o 3 películas. No es de extrañar pues que habiendo muerto con tan solo 37 años legase una filmografía no poco desdeñable (y todo sin contar obras de teatro): nada más y nada menos que 38. Él fue uno de los padres del nuevo cine alemán. Uno de los que demostró que el séptimo arte aun seguía vivo en Alemania.

Si el expresionismo había sumido al cine alemán de los años 20 y 30 entre las sombras, este nuevo cine de los años 80, Fassbinder lo iluminó con luces de neón. Y es que no podía ser de otro modo. El neón, el burdel y la prostitución de la moral. Que trilogía tan apropiada. Entre comedia y drama, Lola, nos devuelve a ese espíritu de El ángel azul. Con una grandiosa Barbara Sukowa en el papel protagonista, se nos muestra esta peculiar caricatura de la sociedad alemana. ¿Caricatura? A veces hasta lo dudo.

He visto esta película decenas de veces desde que era pequeño. Esta vez ha sido diferente. Es la primera desde que se que David Bowie ha muerto. No he podido evitar sentirme triste.

A veces una imagen tiene tanta fuerza que te cautiva y te enamora desde el primer momento. Para mi esa imagen fue la de David Bowie, super imponente tras su entrada por la ventana y con una bola de cristal en sus manos. Aun hoy en día me sigue fascinando el juego de manos que hace con ella.

Pasaron los años y poco a poco la película se fue borrando de mi memoria. Pero esa escena seguía intacta. Un día volvió a caer en mis manos. Ahí estaba su voz en los créditos iniciales (Underground). Me empece a emocionar como el niño que la había visto por primera vez. Y de pronto en el minuto 11 ahí estaba él. David Bowie rey de los Goblins. David Bowie Life on Mars. David Bowie Ziggy Stardust. David Bowie Starman...David Bowie mi héroe.

Ayer te perdí.
Perdí tus caricias,
perdí tu calor,
perdí...te perdí a ti.
Solo a ti.
Porque nunca te tuve.
Porque siempre te quise.
Porque no supe hacer que te quedases.
Te perdí incluso antes de tenerte.
Tu nunca hubieses sido como ellos.
Tu palabra valía más que su traición.
Dijiste que no podíamos estar juntos.
Te creí.
Me dejaste ir.
Te dejé quedarte.
Tu eras mi mundo.
Tu mi felicidad.
Bajo la lluvia te ame.
Bajo el sol te extrañé.
Ambos escribimos esta historia.
Ambos escribimos su final.
Un final que ahora solo susurra:
"pudo haber sido".

Háblame de los nuevos señores de la guerra
De los que colonizarán nuestras calles
De los que gobiernan nuestro mundo.
Explícame, explícame que lees a escondidas
Palabras de de otro tiempo
La carne, el vino y las rosas
Goma quemada en las vías del tren.
Mendigas palabras de desconocidos,
Colillas que se amontonan.
¿Dónde has estado en la noche?
No puedes golpearme.
No puedes golpear a nadie.
Vive, vive aunque no puedas entenderlo todo
Vive, vive y sigue adelante
Vive aunque solo quede el blanco.
¿Qué estás buscando?
Me buscas en la oscuridad.
No puedo ir a casa.
No puedo regresar.
No, ya no hay un lugar al que volver.

La belleza.
Unos ojos.
La desesperación.
Nadia Sibirskaïa.
Y ante todo, un sueño.
Un sueño oculto tras una mirada:
Su mirada.
El todo y la nada.
Al mismo tiempo.
Conviviendo juntas.
Muriendo juntas.